domingo, 29 de enero de 2012

"Drive": Cine indie, negro, duro y bueno

El viernes vi Drive, una película de corte "indie" que actualiza y redefine el género negro en un espectáculo hipnótico, crudo y de una calidad excelente

El film cuenta la espiral de problemas en los que se ve envuelto un conductor anónimo (Ryan Gosling) que alterna discretamente su trabajo de "especialista" (o doble) en películas y mécanico con el de "chófer" de delincuentes. El día y la noche. El Bien y el Mal. El equilibrio de su vida se rompe al conocer a su vecina Irene (Carey Mulligan) y su hijo Benicio e intentar ayudar a su exconvicto marido y padre, Standard (Óscar Isaac), a saldar cuentas con su pasado. Como suele pasar en este tipo de historias, la mujer funciona como un heraldo de dificultades, algo sale mal y el conductor no tiene más remedio que enfrentarse en solitario a dos crueles criminales: Berni Rose (Albert Brooks) y Nino (Ron Perlman).

Drive es una historia de antihéroes contra villanos donde todos los personajes tienen algo que perder (y lo pierden) y en la que la realidad se muestra de forma muy verosímil en tanto que cruda, agridulce e imparable. De principio a fin, queda claro que Drive no es una película de Disney ni tampoco cine comercial. Se nota y se agradece.

Aunque presenta algunas semejanzas y elementos propios del western (el héroe anónimo y solitario, la desigual batalla contra los malvados que coartan la vida de los inocentes), Drive es sin duda cine negro y, en ese ámbito, cabe encontrar en ella ecos de Scorsese (por la sordidez de los bajos fondos y la contundencia de la trama), Tarantino (por la explícita violencia) y, especialmente, Michael Mann (por su hipnótica puesta en escena, su gusto por los ambientes nocturnos y su magistral dominio de la tensión). Y todo ello es mérito tanto del director Nicolas Winding Refn como de Ryan Gosling cuya soberbia (por no decir acojonante) y hierática interpretación convierte en un crimen impune su ausencia entre los nominados al Óscar este año.

Todo en Drive es de una calidad innegable y distinta a lo habitual: el guión, el elenco de actores, la fotografía, el montaje, la banda sonora, su aire ochentero...Por ello no extraña que haya sido nominada en varios certámenes (Independent Spirit Awards, Festival de Cine de Cannes, Premios BAFTA, Globos de Oro, Óscar). Es cine independiente y de calidad. Punto.

En definitiva, Drive es una buena oportunidad no sólo para disfrutar de buen cine, sino para comprobar, como dicen sus reclamos publicitarios, que no hay salidas fáciles y que algunos héroes son reales.

viernes, 27 de enero de 2012

...el cascabel al gato

Solucionar una incongruencia tiene mucho de cometer una perogrullada. Claro que esto es España y aquí algo tan obvio como que la Justicia sea eso, justa, pues ha sido un sueño o una pesadilla, según se mire. Por tanto, hacer más justa la Justicia en España tiene algo de heroico, de "olé tus...", de ponerle el cascabel al gato.

Cualquiera que lea mi blog, sabrá que mi opinión sobre la Justicia patria está al mismo nivel que mi valoración de Pepe, Jaime Bores o Pilar Rubio como seres dotados de sinapsis. Así que me ahorro comentarlo hoy.

También aquí he dejado constancia (en 2008, 2009, 2010, 2011)  de mi escaso aprecio por el hoy ministro de Justicia, pero, sin que sirva de precedente, he de reconocer que me ha gustado mucho la que ha montado en su estreno en ese ministerio en el que toda la sociedad tenía puestas tantas esperanzas como en la dieta de Falete.

¿Por qué? Porque ha anunciado una serie de medidas que, a priori, van destinadas a hacer de la Justicia española algo mejor que el programa de Chulos, chonis y viceversa. No era muy difícil, pero...había que ser valiente, las cosas como son. Y el ministro ha estado como Rambo.

Estas "impactantes" medidas se podrían resumir de la siguiente forma:
En líneas generales, estoy de acuerdo con todas las reformas anunciadas, por necesarias y justas, aunque no al 100% (por ejemplo, creo que la Ley del Menor debería reformarse aún más y con mayor severidad contra los criminales que se amparan en su edad). 

De todos modos, mi ovación al ministro sería completa de no ser porque su actitud tiene mucho de pose, de hipocresía, de conveniencia, de cambio de chaqueta. Porque, por ejemplo, conviene recordar que el mismo tipo que ahora parece Rouco Varela con el tema de la Ley del Aborto, no hace mucho dispensaba gratuitamente la píldora del día después a todas las adolescentes que la quisieran.

En definitiva...¡Bienvenidas sean las reformas del ministro (pese al ministro)! Ya era hora de que alguien le pusiera el cascabel al gato.

sábado, 21 de enero de 2012

"Drácula": Terrible obra de terror

Anoche fui al teatro Marquina a ver la adaptación teatral de una de las grandes obras universales del terror: Drácula. Al finalizar la función, seguí esperando ver algo de teatro, algo de terror o algo grande. No obstante, he de reconocer que gracias a lo visto anoche ya puedo poner un perfecto ejemplo de que "terrible" y "de terror" no siempre es lo mismo.

Como ya he dicho en más de una ocasión, tener demasiadas expectativas sobre algo es, por lo general, bastante desaconsejable, porque si no te llevas decepciones monumentales.En este caso, mis expectativas eran varias: Me encantan tanto el género de terror como el de misterio; me entusiasma el teatro; me fascina Drácula (tanto la historia ficticia como el personaje histórico); me maravilla el talento de Emilio Gutiérrez Caba y me gustó muchísimo la sensacional obra anterior de los responsables de este Drácula: La mujer de negro. Después de lo de anoche, creo que la expectativa es el camino más corto a la decepción. 


Como en la citada y muy aconsejable La mujer de negro, en Drácula tenemos a Eduardo Bazo en la dirección, Jorge de Juan en la producción y Gutiérrez Caba como gran baluarte interpretativo. Un equipo que está perfectamente capacitado para solventar el handicap de llevar a escena una historia archiconocida desde que Bram Stoker la escribió allá por 1897 (en 1924, se estrenó la  primera adaptación teatral, obra de Hamilton Deane y John L. Balderston; en 1931, se estrenó su primera adaptación fílmica, con el antológico Bela Lugosi como vampiro; y en 1992 se estrenó en cines la que quizás es la versión más conocida en la actualidad: la que hizo Francis Ford Coppola). Quizás por ello, como reclamo, utilizan esta frase: "Una historia de terror como nunca ha sido contada". Efectivamente. De eso, ya no me cabe ninguna duda. 


Reseñar la función que presencié anoche durante dos horas es hacer la esquela de una ilusión o la crónica de un naufragio: El texto está lastrado por varios fallos, lagunas y remiendos flagrantes; el escenario (¿alguien limpia los cristales?) y los efectos especiales (exceptuando una breve levitación y una sensacional desaparición) son más propios de una producción amateur o escolar; las interpretaciones resultan forzadas y poco creíbles de principio a fin; no hay ningún momento de tensión, ni miedo ni nada que se la parezca; el interés por lo que ocurre en las tablas se desangra casi desde el comienzo; hay situaciones más propias de una parodia que de una adaptación; y los protagonistas...Gutiérrez Caba compone un Van Helsing que es es lo menos malo de todo y en cuanto a Drácula, Ramón Langa lo recrea en un homenaje involuntario a David Hasselhoff y Espartaco Santoni.


Quizás lo peor y más revelador que se puede decir de una obra que, como han afirmado sus responsables, pretende dar "mucho miedo" es que provoca la risa en más de un ocasión, como, por ejemplo, en la recomendación final de Van Helsing al público. Si quieres causar temor o tensión y al espectador le hace gracia o le deja indiferente...mal vas. Así pues...¿dónde está el terror? En todo cuanto sucede bajo los focos. ¿Dónde está el misterio? En quienes ovacionan con "¡Bravo!" al elenco al finalizar la función de esta obra fallida, anticlimática, decepcionante y con un regusto cutre impropio del equipo que la pone en escena.


En definitiva, parafraseando el reclamo publicitario, este Drácula es una historia de terror como nunca debió haber sido contada.

viernes, 20 de enero de 2012

lunes, 16 de enero de 2012

La muerte de Manuel Fraga

Ha muerto Manuel Fraga. Una persona que aglutinaba en sí la Historia de España de las últimas décadas. Una figura política de primer nivel que con unos colosales talento, personalidad, oratoria y capacidad de trabajo supo deshacerse de cualquier sanbenito siniestro que le quisieron endosar los inútiles y envidiosos de sus rivales políticos. Un hombre que creó y refundó la "derecha" política que hoy todos conocemos. Un titán que entendió mejor que nadie cómo y por qué transitar desde el águila hasta la gaviota. Uno de los nombres claves de la Transición y sin el cual la política española habría carecido de un gran estadista al que sólo le faltó el refrendo de ocupar la Presidencia del Gobierno para ser reconocido como tal. Un hombre imperfecto, con notables defectos, pero tan escandalosamente mejor que muchos otros (vivos y muertos) que da vergüenza siquiera acordarse de poner "peros".

Un hecho a tener en cuenta: Fraga ha muerto. Carrillo, el responsable de hitos tan democráticos como la matanza de Paracuellos del Jarama, sigue con vida. Ya se sabe que bicho malo... 

En fin. Pocas personas en la hoy devaluadísima clase política de España se han merecido tanto descansar en paz como Manuel Fraga. Así que, lo dicho. D.E.P.

domingo, 15 de enero de 2012

Fallo de la Justicia

Yo quería escribir hoy un artículo sobre la Justicia, como hice hace ya tiempo.

Yo quería escribir hoy un artículo sobre la Justicia, sobre el caso de Marta del Castillo.

Yo quería escribir hoy un artículo sobre la Justicia, a tenor de la nueva sentencia y de su profundo absurdo e indignante incongruencia.

Yo quería escribir hoy un artículo sobre la Justicia, para expresar todo mi apoyo a quienes querían a Marta del Castillo y a todas las otras víctimas de los fallos de los jueces.

Yo quería escribir hoy un artículo sobre la Justicia...pero nunca escribo sobre cosas que no existen.

sábado, 14 de enero de 2012

Palabras contra la cobardía y el pesimismo

Un matrimonio se ha suicidado en Italia. La crisis, dicen. Si alguien piensa que éste va a ser un artículo dedicado a lamentar lacrimógenamente su muerte o culpar ferozmente a la crisis económica y los cabrones que la parieron, mejor que deje de leer. 

La única sensación que me provoca esa noticia es pena. Pena no por ellos ni por su fallecimiento sino por el hecho de que alguien pueda tomar una decisión tan profundamente injustificable, cobarde, vaga, egoísta y estúpida. Lamento de verdad que alguien pueda llegar a ese enajenado nivel de gilipollez. Ni ejemplar, ni efectivo, ni admirable, ni coherente, ni entendible, ni digno. Lo que ha hecho esa pareja italiana es una perfecta y patética soplapollez. Y encima prefieren responsabilizar del suicidio a los políticos y la crisis. O sea, que además de cobardes y pusilánimes, hipócritas y mentirosos.No, los únicos culpables de cometer esa estupidez son estos Salvatore y Antonia. Las causas de que se hayan dado matarile no son ni el tsunami económicosocial que sufre todo el mundo ni esa banda de jetas indecentes llamada "clase política". No, las causas son la total ausencia de valentía, sensatez, templanza y esfuerzo de este par de italianos. Punto. Así de sencillo. Por tanto, de provocarme algo, esta noticia me provoca más rabia e indignación que pena. Porque...¿cuánta gente se muere cada día deseando vivir con todas sus fuerzas?, ¿cuántas personas viven diariamente muy por debajo del nivel de vida que tenía esta pareja y siguen adelante?

Supongo que llegados a este punto habrá quien piense que soy un insensible y etc, etc, etc. No. Simplemente, soy demasiado realista y adicto a este puñetero oficio que es vivir. La vida no es pasarlo de puta madre, sino conseguir no pasarlo mal. Y eso no se logra adoptando una actitud pesimista, derrotista, defensiva o pasiva ante los problemas, sean del tipo que sean. Se consigue viendo cada problema, cada obstáculo, cada imprevisto como una oportunidad, un desafío para ser mejor de lo que eres. Sencillo. No fácil ni difícil. Sencillo.

Tengo la sensación, cada vez más cercana a la convicción, de que mucha gente dedica demasiado tiempo y energías a lamentarse, quejarse y autocompadecerse cuando podrían dedicar todo ese tiempo y esfuerzo en tranquilizarse, reflexionar y afrontar ese "reto para ser mejor" que constituye cada problema profesional o personal. ¿Que lo más fácil es no hacer nada y esperar que Supermán, el Príncipe Azul o Dios vengan al rescate? Pues sí, pero...Esto es el mundo real, el mismo mundo en el que la piedra que puedes utilizar para colgártela al cuello y tirarte a un río te sirve también para poner los cimientos de una fortaleza. Simplemente es cuestión de querer darse cuenta de las cosas. Las alternativas, las opciones, las soluciones, están ahí. Siempre. Sólo hay que tener la valentía de buscarlas. Y aparecen. Siempre. Y quien no esté de acuerdo con esto o no quiera verlo, simplemente es imbécil,vago, cobarde o las tres cosas a la vez. 


En definitiva, si estamos dispuestos a dejar que nos jodan la vida, es seguro que nuestra vida será un asco. Si estamos dispuestos a plantar cara a toda situación, problema, imprevisto o persona que amenaza con romper nuestro equilibrio, nuestra tranquilidad, nuestra forma de ser, nuestra manera de pensar, nuestra alegría, nuestra felicidad...si estamos dispuestos a eso, si queremos eso, el único obstáculo que vamos a conocer en nuestra vida será la muerte.


Yo lo tengo muy claro. Pero si mis palabras no han sido lo suficientemente convincentes... escribo a continuación las de otros, con la esperanza de que al terminar el artículo, tengas claro que la única toalla que debemos tirar es la del derrotismo, porque, al final, la vida es lo que nosotros dejamos que sea.
  • "Carpe Diem." (Horacio)
  • "El momento más oscuro es el que precede al amanecer" (Frase popular)
  • "La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí." (Gandhi)
  • "Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate." (T. Carlyle)
  • "Soy el amo de mi destino; soy el capitán de mi alma." (W.E. Henley)
  • "Si lloras por no ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas." (R.Tagore)
  • "Vivid arduamente, no temáis nada y os sonreirá el triunfo." (W.Churchill)
  •  "Seguid hambrientos. Seguid alocados." (Steve Jobs)
  • "No nos suceden cosas para las que no estamos preparados. "(Máximo Décimo Meridio)
  • "Todos los hombres mueren, pero no todos los hombres realmente viven." (W.Wallace)
  • "¿Por qué caemos? Para aprender a levantarnos." (Thomas Wayne)
  • "Nunca llueve eternamente" (Eric Draven)

martes, 10 de enero de 2012

Sherlock Downey Jr

El pasado viernes fui a ver Sherlock Holmes: Juego de sombras, secuela de la exitosa y entretenidísima película que hace casi un año comenté aquí. En esta ocasión, todo se repite: equipo, fórmula, estilo, enfoque, música... A mí, al contrario que otras críticas y comentarios que he leído estos días, me parece que no hay nada malo en redundar en algo que funciona y muy bien por cierto. Además, como gran novedad y atractivo en Game of Shadows el villano principal es, por fin, el célebre y pérfido profesor Moriarty que en la primera parte estaba entre las sombras y en ésta sale de ellas para librar una interesante y vibrante lucha de ingenio contra Sherlock Holmes por toda Europa en una trama que se inspira muy pero que muy lejanamente en el relato El problema final

En Juego de sombras, su director Guy Ritchie vuelve a ofrecer una película que es un homenaje, postmoderno y canallesco, al genial personaje de Arthur Conan Doyle. Una película que conserva el espíritu de todas las novelas sin seguir el dictado de ninguna de ellas y que incide en los aspectos más "estrafalarios" del ficticio detective (sus vicios, su uso del disfraz - en las novelas ocasional y aquí reiterado -, su enfermiza obsesión por los casos, sus experimentos en el laboratorio, su habilidad combativa...) para hacerlo más atractivo si cabe, habida cuenta de que estos son los tiempos de Jack Sparrow. Y, hablando del antológico personaje de Johnny Depp, creo que con Sherlock Holmes, el fantástico Robert Downey Jr ha encontrado su Jack Sparrow particular y se nota, porque parece que, al igual que aquél, disfruta tanto interpretándolo como el espectador viéndolo. 

Sherlock Holmes: Juego de sombras es un cóctel de misterio, acción y humor (refinadamente gamberro) con una clara vocación de cine palomitero pero que no decepciona a quien, como yo, sea fan del Sherlock Holmes de Doyle. Y buena parte del mérito lo tiene, como apuntaba anteriormente, Robert Downey Jr, al desemelenarse en una interpretación francamente exagerada, personal y entretenidísima del famoso inquilino del 221B de Baker Street.  Tan es así que cuesta pensar dónde acaba Downey y empieza Holmes. Para mí, tan válida es esta actuación como la más canónica y flemática de Basil Rathbone, porque a un personaje tan interesante y lleno de detalles como Sherlock Holmes no hay una forma única de interpretarlo y las dos películas de Ritchie son un buen ejemplo de ello.

De todos modos, a esta película se le pueden poner tres pegas: el uso quizás excesivo de la cámara lenta (ej: la huida bajo el bombardeo), el personaje-florero de Simza (Noomi Rapace), y...que termina. Es una pena pasarlo tan bien viendo una película y que ésta tenga que terminar...aunque, como muy bien se encarga de demostrar la última escena, Sherlock Downey Jr no está por la labor de abandonarnos.¡Menos mal!

jueves, 5 de enero de 2012

Érase una vez, un hijoputa...

...que quería joder la Noche de Reyes. El protagonista de esta historia es un idiota que ya desde niño empezó a obsesionarse con la existencia de los Reyes Magos. Empezó a mosquearle que sus rostros nunca fueran los mismos; le atormentaba la imposibilidad física de dispensar los regalos por tantos millones de hogares en apenas unas horas y valiéndose de dromedarios cuando hasta El Corte Inglés tarda 48 horas en entregarte una compra en tu misma ciudad con toda una flota de furgonetas; le escamó que en una ocasión Baltasar le manchara la cara al besarle; le dio que pensar el desmedido interés de sus padres para ayudar a los magos más poderosos del planeta; le extrañó que Melchor y Papá Noel tuvieran la misma barba; le desconcertaba que la magia funcionara para dar abasto pero no para traerle exactamente los regalos solicitados postalmente; le pareció raro que viviendo en Oriente hubieran sobrevivido indemnes al explosivo ambiente que hay en aquella región; y le aterrorizó contemplar accidentalmente desde la ventana de su cuarto cómo Gaspar forzaba sexualmente a Mamá Noel en la casa de los vecinos una lejana noche del 5 de enero. La prueba que derrumbó el mito y destapó el engaño fue constatar que los Reyes Magos compartían domicilio fiscal con el Ratoncito Pérez. Desde entonces, se juró a sí mismo acabar con aquella conspiración. Y hoy es el día.

Su plan es sencillo: Colarse en la mediática cabalgata de Madrid, pedaleando en su bicicleta, vestido sólo con unos slips verdes, con el cuerpo pintarrajeado con tinta negra con la misma frase que lucirá en una inmensa banderola blanca que desplegará desde su rueda trasera y que gritará con un pequeño megáfono hasta desgañitarse: "¡Los Reyes son los padres!".

Quedan sólo 3 horas y 30 minutos para salir de dudas.

Seguiremos informando. 


Actualización de las 21:00
El hijoputa se ha quedado en casa. No porque se haya arrepentido. No porque le haya entrado cargo de conciencia por intentar joder la alegría de miles y miles y miles de niños. No porque haya pensado que suficiente tristeza y frustración hay ya como para enseñarse con quienes no entienden de crisis de ningún tipo. No porque haya creído que en estos tiempos la ilusión es lo único que nos queda. Sino porque se ha dado cuenta de que estaba en un error: Los Reyes no son los padres. Hoy, los Reyes, son los niños.

martes, 3 de enero de 2012

Las desvergüenzas

Viendo los primeros días del Gobierno de Mariano Rajoy parece que el Ejecutivo está esforzándose por hacer válida la célebre frase "Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros", del gran Groucho Marx. Ya que, si bien el hoy presidente negó y requetenegó cuando era candidato que fuera a subir los impuestos, en apenas dos Consejos de Ministros ya ha puesto los huevos de pajarita al personal con un incremento fiscal y otras medidas que han dejado a la población con la misma cara que tendría alguien que se mete en un cine a ver "Bambi" y le proyectan "La matanza de Texas". Lógicamente, el presidente gallego ha quedado como Rufete en Lorca, aunque para variar se haya parapetado detrás de la circunspecta Vicehobbit y un coro de ministros cuya preparación está a varios millones de años luz de la de cualquier fulano juntaletras del PSOE. Y, claro, que Rajoy se haya quedado con las nalgas al aire cuando aún estamos con los títulos de crédito iniciales, ha escandalizado al personal. ¡Quita ese culo de ahí! ¡Por Dios, qué asco!

Ahora bien, la desvergüenza del Gobierno en general y Rajoy en particular no es tanto haber tomado estas medidas (por cierto, tan pragmáticas como desagradables) como haberse precipitado a la hora de decir alegre y populistamente que no subiría los impuestos, que apostaría por la investigación y el desarrollo y tantas otras cosas que ahora, por las circunstancias (quiero pensar que es por eso), no puede ni va a cumplir. Lo único que ha cumplido ha sido con la paga a los pensionistas. Vamos que Mariano Rajoy ha pecado de ingenuo, imprudente o bocazas. Y ya es raro eso en un tipo que se tomó con mucha calma lo de ganar unas elecciones generales. En fin...El actual inquilino de La Moncloa debería haber sido lo suficientemente prudente durante la campaña electoral utilizando sólo dos cosas: memoria y sentido común. Memoria para recordar cómo dejó el PSOE las arcas catalanas y manchegas y cómo esto no se supo hasta que los espabilados del puño y la rosa ya habían salido con el dinero corriendo y dejado el marrón a otros (CiU y PP respectivamente). Y sentido común para prever que si a nivel autonómico el PSOE había actuado y mentido de esta forma tan escandalosa, a nivel nacional no iba a ser menos. El señor Rajoy se mojó antes de tiempo y ahora se ha metido en un charco...

Claro que si alguien quiere demonizar a Rajoy, el Gobierno o el PP por esta situación está cometiendo un error. El presidente del Gobierno puede ser un perfecto necio, pero no es el culpable de todo esto. Y eso me lleva a hablar de quienes habiendo estado en La Moncloa desde 2004 hasta 2011 se llevan ahora las manos a la cabeza, se rasgan las vestiduras, ponen el grito en el cielo y critican al actual Ejecutivo por las medidas que está tomando o, mejor dicho, teniendo que tomar. ¡Pero hijos de (insulto a elegir), si los que habéis dejado a España como Avispado a Paquirri sois vosotros! ¿Quiénes han estado en el poder antes y durante el comienzo de la crisis? ¿Quiénes han hecho válida durante 7 años la máxima de "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados" (de nuevo, el genial Groucho)? ¿Quiénes tuvieron los huevos de avestruz para acusar de "antipatriotas" a quienes advertían la crisis o incluso negarla? ¿Quiénes han sido masacrados electoralmente precisamente por su pésima gestión económica? Pues eso. La desvergüenza del PSOE es criticar al Gobierno actual por tomar más y mejores medidas en menos de 1 mes de las que ellos adoptaron en 84 cuando ellos son los únicos responsables de agravar aún más los efectos de una crisis económica mundial y nacional por su soberbia y estupidez. Las únicas dos cosas que han quedado claras tras el Gobierno del hoy supervisor de nubes son que el PSOE es el único partido fiable a la hora de agravar en España una crisis económica (1993 y ésta) y que el gran enemigo de los socialistas no son los populares, sino las hemerotecas.

Por último, la desvergüenza de los políticos y gobernantes españoles es o, mejor dicho, sigue siendo, pedir esfuerzos y sacrificios a la población mientras ellos siguen sin ser un ejemplo de austeridad. Hoy ser funcionario ha dejado de ser un chollo. Sólo espero que pronto ser político deje de serlo también.

Y para acabar, para evitar más disgustos y sorpresas como las de Rajoy y los impuestos, basta con que todos recordemos esta frase: "Las promesas electorales se hacen para no ser cumplidas" que, por cierto, la dijo un socialista. Así nos va.