domingo, 31 de enero de 2010

A duras penas

En estos últimos días, se ha originado una absurda polémica en torno a las reclamaciones del PP (Partido Pírrico) en materia penal: Sopesar seriamente la implantación de la cadena perpetua y modificar la Ley del Menor. Y digo absurda porque, a mi parecer, ninguna reclamación o iniciativa para mejorar la nefasta in-Justicia de este país puede ser tachada de oportunista, populista o inoportuna. Basta tirar de hemeroteca periodística o memoria personal, para ser plenamente conscientes de que nuestra legislación en materia penal es casi tan bochornosa como su cumplimiento de facto y, ante una situación tan socialmente desquiciante y moralmente abisal, cualquier momento es bueno si es para remozarla.

Dicho esto, y en aras a una mejor y más rápida comprensión de mi postura en este tema, dividiré mi pensamiento en los siguientes puntos:

  • ¿Oportuno u oportunista? Que el PP (Partido Pasmado) anda escaso de ideas e iniciativas es algo tan notorio que ya se da por hecho y el único consuelo que les queda a los ciudadanos sadomasoquistas que sigan siéndole leales es que, comparados con el desGobierno del señor POE y los hijos de ZP amancebados en Ferraz, el PP (Partido Papanetero) es Leonardo Da Vinci. Dicho esto, las medidas que proponen las mesnadas del barbudo peliñetido me parecen, per se, enormemente oportunas, por los motivos anteriormente citados. ¿Oportunistas? Bueno, teniendo en cuenta que el PSOE hizo del 11-M una demostración de oportunismo político a un nivel tan superlativo como abyecto (nada nuevo, por otra parte), las propuestas de marras son musitaciones de beata.¿Que todos sabemos que si lo rentable electoralmente fuera defender lo contrario de lo que ahora clama, el PP (Partido Patoso) lo haría? Indudablemente, pero a estas honduras políticas hemos llegado, amigo Sancho. Sea como fuere, mejorar el Código Penal y aledaños para que la Justicia sea algo más que un ideal y la seguridad ciudadana algo menos que un chiste, me parece y me parecerá siempre oportuno, lo diga quien lo diga y cuando lo diga.

  • Penas incumplidas. Yo me pregunto lo siguiente: ¿De qué sirve condenar a un gachó o gachí (la maldad es unisex) a tropecientos lustros de cárcel si luego puede salir a la calle con cierta prontitud por hacer un curso de ganchillo (sustituya "ganchillo" por lo que quiera) o tener "buena conducta" (es que acaso, si la tuvieran mala, les mantendrían en la trena más tiempo del acordado)? ¿De qué sirven las grandes sentencias que, sobre el papel, se convierten en prisión a perpetuidad cuando, a la hora de la verdad, el reo en cuestión pasa casi menos tiempo entre rejas que el que se tardó en juzgarle? ¿De qué sirven las "condenas ejemplares" cuando delincuentes de poca monta cumplen las suyas sin remisión y los criminales notorios (asesinos, violadores, etc.) se ven liberados de las suyas en un lapso de tiempo cuya brevedad rima con connivencia? ¿Por qué vivimos en un país en el cual lo que debería ser norma es excepción judicial? Yo tengo la respuesta: Porque lo único peor que nuestros Jueces son nuestras leyes, pensadas no para preservar la integridad de la sociedad, sino para favorecer la posibilidad de volver a las andadas a unos canallas.

  • La Ley del Menor: Esta Ley, que habría que rebautizar como Ley de la Menor Justicia Posible, es el fruto de la pusilanimidad y el papanatismo de decenas de psicólogos, sociólogos y juristas que ven en los menores unos cándidos seres que pueden delinquir por pura inconsciencia o falta de tutela. "Matar es malo, Jaimito, matar caca, matar no"...Esta Ley sería menos mala si sólo se ciñera a casos de hurtos o gamberrismo, pero la verdad es que ha sido la tabla de salvación de varios asesinos bisoños y violadores de nuevo cuño. Si alguien es lo suficientemente "mayor" para quitar la vida o forzar sexualmente a otra persona, es lo suficientemente mayor para pagar por ello penalmente. La edad, en casos como los que todos nos imaginamos o recordamos, no puede ser jamás un atenuante ni un eximente. Punto. Así de de sencillo. Internar a monstruos precoces en esos hotelitos para bellacos que son los "centros para menores" (ojito al eufemismo) con la esperanza de que salgan convertidos en Gandhi es algo tan ridículo e indefendible que es insostenible. Pero estamos en España, país donde todo (lo malo) es posible...

  • Cadena perpetua: No sé por qué motivo hay tanta gente que se lleva las manos a la cabeza y se rasga las vestiduras cuando se plantea instaurar la cadena perpetua. Supongo que habrá necios que se oponen a ella porque la identifiquen con tiempos pretéritos políticamente adversos. Bien, para todos estos mentecatos de baratillo intelectual, citaré a continuación algunos países que actualmente tienen instaurado este tipo de pena: Argentina, Austria, Australia, Bielorrusia, Bélgica, Canadá, Chipre, República Checa, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, Irlanda, Israel, Italia, Jamaica, Japón, Kazajistán, Kiribati, Laos, Letonia, Holanda, Nueva Zelanda, Nigeria, Corea del Norte, Pakistán, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Sudáfrica, Suiza, Suecia, Corea del Sur, Taiwán, Turquía, Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte, Estados Unidos, Uzbekistán y Vietnam. Igualmente, hay rabiosos estultos que braman contra la cadena perpetua, alegando que con ella no se consigue nada. Esto es falso. Con la condena a perpetuidad, la sociedad consigue que un malnacido no vuelva a poner un pie en la calle, que un asesino no vuelva a matar jamás, que un violador no destroce la vida a ninguna otra mujer. ¿Es esto no conseguir nada? Porque desde luego que es conseguir más que su adorada legislación actual...Otros mastuerzos arguyen que las cárceles están lo suficientemente masificadas como para permitirse reos perpetuos. ¡Pues construyan más cárceles, señores míos! Así de paso ayudan a los colegas de la construcción y alivian las listas del INEM. ¿O es que prefieren a un criminal en libertad antes que entre rejas? Por si fuera poco, hay quien dice que la cadena perpetua supondría un enorme gasto para las arcas públicas, por todo lo que conlleva. Bien, queridos anormales, tengo una pregunta para ustedes: ¿Qué vale más: una vida humana o mantener encerrado a quien puede destrozarla? Ahorrar en materia de seguridad es poner una alfombra roja al crimen. Por ello, la cadena perpetua tiene tantos beneficios para el conjunto de la sociedad que, por muchas objeciones que se le quieran poner, siempre será beneficiosa.

  • La reinserción...en su casa. Que el Código Penal que tenemos esté encaminado a fomentar la reinserción del delincuente en la sociedad me parece interesante, como cualquier utopía. Pero, en la práctica, me parece uno de los mayores errores que la sociedad está consintiendo desde hace demasiado tiempo y a las hemerotecas me remito. En este sentido, adalides de la bonhomía universal y fervorosos creyentes en la dudosa capacidad de redención humana reaccionan casi con shock anafiláctico cuando alguien pide un endurecimiento de las penas, la instauración de la cadena perpetua, etc, etc, tachando tales legítimas y sensatas peticiones poco menos que de retrográdas o antidemocráticas y abogando por la cárcel como vía de reinserción social. Bien, a todos esos hipócritas defensores, que normalmente son "progres" cuyo nivel intelectual y ético es una sima inescrutable, les solicito yo lo siguiente: Acojan ustedes en sus casas y familias a algún sádico asesino, sociópata o violador compulsivo, una vez salga de la cárcel, a ver qué tal la reinserción...
En definitiva, la situación penal es tan prolongadamente penosa (valga el juego de palabras) que el debate no es si es buen momento para arreglarla sino cuándo no tendremos motivos para ello, porque de este despropósito no sólo surgen flagrantes injusticias sino muertes de inocentes.

miércoles, 27 de enero de 2010

Senectos o decrépitos

Conforme avanza el desarrollo y la innovación, la esperanza de vida aumenta y la población se ve cada vez más trufada de testas laureadas por argénticas canas o calvas apergaminadas. Hoy por hoy, las maceradas cumbres de las que se desprenden pelo y caspa son más frecuentes y numerosas que antaño y la sociedad da un paso más hacia la inalcanzable inmortalidad.

Esto, que a grandes rasgos es tremendamente beneficioso y positivo para todos (empezando por los lozanos relevistas como servidor), tiene no obstante su reverso inquietante, toda vez que hay quien tergiversa y pervierte el debido respeto a nuestros mayores, permitiendo que algunos de ellos se conviertan en infames tiranos familiares o malignos tumores laborales. Valerse de la edad o excursarse en ella para tener un comportamiento deshonesto, indecoroso o perjudicial es un error inadmisible, ya estemos hablando de la primera edad, la segunda o la tercera. Como en el caso de las dos primeras edades hay margen de mejora, quiero centrarme hoy en la postrera, que es donde ya no hay más vuelta de hoja ni posibilidad de redención.

Yo creo que cuando alguien llega a la vejez, pasa a formar parte de alguno de estos dos grupos que, aunque puedan parecer sinónimos, son antagónicos: los senectos y los decrépitos. Me explicaré a continuación:

Los senectos, para mí, son todos aquellos mayores que, por su vida personal y/o laboral y sus cualidades humanas y/o profesionales se convierten por derecho propio en un ejemplo a tener en cuenta o una cornucopia de conocimientos y enseñanzas de la cual aprender sin remilgo alguno. Son auténticos Atlas que sostienen un colosal mundo de experiencias que a todos, sin excepción, nos convendría admirar y asumir. Personas que en no pocas ocasiones reciben como recompensa por su valiosísima odisea existencial un infame desprecio y repugnante olvido, maquillado frecuentemente bajo la forma de internamiento en una residencia, como quien engorda un trastero o desván con un mueble viejo. Y eso, en el mejor de los casos...Gente que, por otra parte y paradójicamente, suele ser menospreciada laboralmente, ya sea a través de la desconsideración, la denigración, la explotación o la jubilación forzosa. Lo cual dice mucho de la inteligencia profesional y valía humana de quienes mueven los hilos en ese pandemonium que es el trabajo.
Los senectos, son aquellas personas que convierten las canas en una señal de distinción y garantía de sabiduría. Estoy seguro de que ustedes pueden poner cara y nombre íntimo y personal a muchos "senectos". Yo también: Esther, Socorro, Eduardo,Carlos, Lucy...

Los decrépitos en cambio son, en mi opinión, todos aquellos sujetos que quieren hacer de su pelo desvaído un cheque en blanco y de su piel cuarteada un muro de cemento. Jetas de la vida que han encontrado en su avanzada edad el chollo ideal para obtener pingües réditos de todo tipo. Por lo general, son rémoras existenciales que hacen de su cumpleaños el aniversario de la sinvergonzonería y la desfachatez. Rara vez son personas que, llegado el momento, no entendieron aquella máxima de "Una retirada a tiempo es una victoria" y escogieron tornarse en vampiros ávidos de perpetuar su riqueza o estatus a costa de quitárselo o negárselo a otros. Frecuentemente, al contrario de lo que suele suceder con los senectos, el retiro de los decrépitos se aloja entre las cuatro paredes de un piso lujoso o , al menos, muy por encima de su valía humana. Igualmente, en el entorno laboral, estos colgajos que sustituyen el formol por la caradura obtienen un trato injustamente magnánimo, a través de prejubilaciones con muchos ceros a la derecha o puestos honoríficos, testimoniales o consultores para seguir llenando copiosamente la faltriquera a cambio de ser atrezo verborreante o fuego fatuo intermitente, desempeños todos ellos más próximos al quiste malhadado o al palo en la rueda ajena que a un verdadero quehacer profesional, en el amplio sentido de la palabra. Tal y como sucedía en el caso anterior, estoy plenamente convencido de que ustedes podrán poner cara (nunca mejor dicho) y nombre a los "decrépitos". Yo también, pero, en esta ocasión, me contentaré con tener pensamientos nada deseables...

Una muestra más de que, en la sociedad actual, se confunde la velocidad con el tocino, el tafanario con las témporas y el respeto con la connivencia.

lunes, 25 de enero de 2010

Fundido en negro para ángeles blancos

El pasado viernes falleció Jean Simmons, penúltimo vestigio de una época de grandeza en la que Hollywood fue Camelot y Oz, sueño y realidad envueltos en focos y seda. Con ella, actriz inolvidable de films que descubrí en mi infancia como "Hamlet", "La túnica sagrada", "Sinuhé, el egipcio" o, especialmente, "Espartaco", se atenúa el brillo casi extinto de una generación de actrices que hicieron de la elegancia, la mesura, la educación y el talento su mejor carta de presentación. Mortales con la imperecedera excelencia de inmortales. Musas que hicieron del séptimo arte el primero para muchos. Iconos dentro y fuera de la gran pantalla para un mundo al que el color se lo daba el blanco y negro.

Una lamentable pérdida acentuada por la ausencia de relevo en las lozanas promociones de actrices que son, por demérito propio, meras pulgas comparadas con las colosales actrices que, como Simmons, aunaron belleza, sensatez y brillantez en tales proporciones que hoy nos parecen legendarias.

Corren malos tiempos para Hollywood, pues el letal Cronos ha querido tornarlo en cementerio de auténticos titanes del celuloide. Por desgracia, vivimos una época en la que toca fundido en negro para ángeles blancos...

Descanse en paz, Jean Simmons.

domingo, 24 de enero de 2010

"La Ratonera": Un buen montaje con un mal broche

Anoche vi un nuevo montaje de la obra teatral más famosa y representada (58 años seguidos) de la celebérrima maestra del misterio Agatha Christie: "La ratonera", que está basada en un relato corto "Tres ratones ciegos", inspirado a su vez en una exitosa pieza radiofónica homónima. Así pues, las expectativas para asistir a una obra con estos parabienes en su historial son justificadamente altas y la versión que ofrece Víctor Conde al amparo de Nearco Producciones no las frustra en ningún momento, motivo por el que tal vez cuelgan habitualmente el idílico cartel de "No hay entradas para la sesión" en el Teatro Reina Victoria desde su estreno, hace escasas semanas. Por ello, no me extrañaría nada que esta producción borrara a golpe de calidad y talento cualquier recuerdo de la versión que en 2005 pasó por el Teatro Muñoz Seca de Madrid, funestamente liderada por Jaime Blanch...

"La ratonera" que yo vi anoche es, empezando por su exquisito vestuario y escenografía, un compendio de elegancia y respeto por los clásicos donde el enorme potencial de jóvenes rostros de la televisión (buena parte de ellos coincidieron y/o debutaron en la serie "SMS" y "Sin tetas no hay paraíso") se combina hábilmente con el buen hacer de auténticos veteranos de las tablas. Estoy convencido de que hará las delicias de los amantes del género policíaco, la novela negra, las obras de Agatha Christie o juegos como el "Cluedo", entre todos los cuales me incluyo.

Todo, repito, todo en este montaje exhibe un nivel de detalle y mimo que es muy de agradecer, pues contribuye enormemente a meter al espectador dentro de la trama y ser partícipe de ese maquiavélico juego del gato y el ratón que se establece en esta obra. En especial, me quedo con esos impactantes lienzos de carne y hueso que ofrece el elenco al completo hasta en tres ocasiones y que, al menos a mí, me cortaron la respiración por su brillantez y efectividad...También es digno de reseñar el magnetismo de María Castro (que, en su debut teatral, confirma que hay talento de sobra más allá del paraíso...), la virilidad "made in Russell Crowe" de Leandro Rivera, la turbadora presencia escénica de Aroa Gimeno, el desparpajo de Guillermo Muñoz (que me recuerda mucho al "Seth Cohen" de Adam Brody) o las magistralmente mesuradas interpretaciones de Paco Churruca, Álvaro Roig y Maribel Ripoll.

¿Y qué pasa con el hilarante y catódico Gorka Otxoa? Pues lo mismo que, al menos anoche, sucedió con la función: Que fue de más a menos, hasta poner un remate que tiene más de borrón que de cénit. Quiero pensar que fue el lógico cansancio (ayer era doble sesión) lo que le hizo cometer al coprotagonista algunos deslices en el texto (anímicamente letales para cualquier actor) o que no controlara ni matizara su voz y entonación en más ocasiones de las que recuerdo. Pero lo que es innegable es que en el clímax de la obra, su garganta se convirtió en un gallinero y cayó en una sobreactuación desafortunada, contribuyendo decisivamente a poner un mal broche (la conclusión de la obra da la sensación de ser demasiado apresurada o abrupta) a lo que, hasta entonces, era un sensacional montaje. Tengo mis dudas de si este actor, magnífico en las difíciles lides cómicas, era el más idóneo para encarnar a "Trotter", pero su actuación de ayer me recordó, por desgracia, a la que perpetró Jaime Blanch allá por 2005...

De todos modos, fallos aparte, animo desde aquí a disfrutar de esta obra porque es una garantía, en todos los sentidos, de pasar un excelente e inquietante rato gracias a ese arte que tanto amo como es el dramático.



sábado, 23 de enero de 2010

"Up in the air": Reflexiones de altura

Anoche vi la película "Up in the air", un film magnífico. ¿Podría acabar así este artículo? Efectivamente, pero no quiero. Esta cinta no sólo es una de las mejores comedias dramáticas que he visto en los últimos tiempos, entendiendo el cine como un arte que, además de maravillar, hace pensar al espectador, sino que es uno de los más notables y descarnados retratos de la sociedad actual que ha visto la gran pantalla en los últimos años.

Dirigida y coadaptada de la novela homónima por Jason Reitman, éste confirma
y amplía aquí las expectativas que ya sembró en sus estupendas "Gracias por fumar" y "Juno", ayudado para ello por un trío de actores que deslumbran con solvencia, sutileza y naturalidad encarnando unos personajes presas gustosas de sus propias convicciones, miedos y prejuicios y cuyo futuro es, en el mejor de los casos, etéreo. A destacar especialmente, el cada día mejor actor George Clooney, interpretando soberbiamente al sofisticado y entrañable cínico con vitola de ganador y alma de perdedor sobre el que se asienta toda la trama del film y que encuentra en la exquisita Vera Farmiga, actriz que es uno de mis pecados cinematográficos preferidos, la mejor réplica tanto en la ficción como en la interpretación.

Más allá de ser una gran comedia dramática que narra el amargo viaje existencial a ninguna parte de un hombre de negocios cuyo trabajo consiste en finiquitar laboralmente a cientos de personas a lo largo y ancho de EEUU, "Up in the air" constituye, gracias a sus brillantes y lacerantes diálogos, una demoledora y acertada radiografía de nuestra sociedad, haciendo especial hincapié en las relaciones laborales, por un lado, y en las relaciones afectivas, por otro.

Ingeniosa y perturbadora, esta película provoca en el espectador la misma desazón aprobatoria que supone leer "La era del vacío" de Gilles Lipovetsky, con la que tiene no pocos elementos en común. La vanidad como filosofía de vida, el narcisismo como vehículo existencial, el cinismo como respuesta a la cobardía moral, la alergia al compromiso, la cosificación hedonista de las personas, la despersonalización del mundo laboral, la volatilidad de los ideales y las metas, la mascarada como forma de convivencia, la relativización de la mentira, los sentimientos como excepción...todo ello y más se encuentra encerrado dentro de este film al que nada se puede reprobar y del que hay mucho que aprender...
Será raro que en el "año Avatar" esta película triunfe en los Óscars, pero...se lo merecería sobradamente por su gran altura cinematográfica y sociológica.

domingo, 17 de enero de 2010

Elemental, querido canalla

Hoy he visto la película "Sherlock Holmes", dirigida por Guy Ritchie y basada en el celebérrimo personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle. La reseña podría resumirse diciendo que es un entretenidísimo film donde el carismático Robert Downey Jr vuelve a exhibir su talento para sublimar los personajes crápulas, golfos y dandis, como ya hizo, por ejemplo, en la estupenda "Iron Man". Pero eso, sin dejar de ser cierto, sería menospreciar una cinta amenísima que supone un disfrute descomunal para todos los que amamos incondicionalmente al inquilino del 221 B de Baker Street, toda vez que es, paralelamente, una refrescante revisión y un digno homenaje al más famoso y literario de todos los detectives.

Esta aventura, que nadie encontrará en los libros de Conan Doyle, es un buen reflejo del ambiente de la época victoriana (donde una niebla literal o figurada lo envolvía casi todo) y de las conocidas aficiones del autor (gusto por el ocultismo, etc.), constituyendo así un excelente marco para presentar al espectador una versión más joven y canallesca de Holmes y Watson (Downey y Law, respectivamente) que, aunque situada en las antípodas de las antológicas encarnaciones de Basil Rathbone y Nigel Bruce, tiene todos los argumentos para dejar un sello tan digno y hondo como éstos en lo que a la filmografía holmesiana se refiere. Igualmente, el film de Ritchie, en el que Londres es una filigrana de herrumbre y barro, presenta adecuadamente a los principales secundarios (
Lestrade, Adler, Moriarty...) de las novelas escritas por Sir Arthur, confirmando así la inequívoca intención de prolongar sus peripecias en al menos una suculenta secuela...

Diálogos ingeniosos, deducciones a la altura del mito, escenas de acción, situaciones hilarantes, elegancia y bohemia...el "Sherlock Holmes" de Ritchie y Downey Jr colmará las expectativas tanto de duchos y profanos en las aventuras del heredero de Auguste Dupin, porque hay muy poco que reprocharle y mucho de lo que disfrutar.

Por último, un desafío para los detectives cinéfagos: ¿Alguien sabe el paradero de la escena que aparece entre el minuto 1:10-1:14 de este tráiler? Una pista: En la película, no está...

sábado, 16 de enero de 2010

Tecnudismo

Leí recientemente un interesante y cabal artículo a propósito de la controversia con la utilización de escáneres corporales en los aeropuertos y que ponía, a mi entender, el dedo en la llaga: ¿A santo de qué viene tanto guirigay por esos aparatos cuando vivimos plácidamente instalados en la sociedad más desinhibida y voyeurista de todas cuantas han existido, verbigracia del desarrollo tecnológico? Este artículo me hizo recordar otro que disfruté tiempo ha y que analizaba con bastante tino los hábitos sociales de la juventud actual, cada vez más tecnificados o digitalizados. Y ambos me llevan a la conclusión que hoy plasmo aquí.

Rasgarse las vestiduras por unos instantes de desnudez en pos de la seguridad me parece una papanatada cuando en nuestra sociedad las nuevas tecnologías y los usos que se hacen de ellas han convertido la privacidad en una magnitud medible en píxels y la íntima discreción es un romántico rescoldo de comportamiento analógico.

No sólo decenas de cámaras de seguridad levantan acta (vaya usted a saber dónde) de nuestros quehaceres diarios fuera del hogar al más puro estilo "Show de Truman", sino que el mundo "online" está tan plenamente presente en nuestra existencia cotidiana que ha engullido casi por completo tanto nuestro "yo laboral" como, especialmente, el "yo íntimo", hasta unos extremos insospechados. La telefonía móvil e Internet (y las tendencias y usos de ellos derivados) nos han convertido en nudistas digitales. Fenómenos como Facebook o Tuenti han impulsado a miles de personas a utilizar las redes sociales como si fueran diarios personales con vocación de libros de visitas en tropel al mismo tiempo que han convertido a todos los Raymond Babbitt del planeta en los Tony Manero del ciberverso. Twitter nos permite pensar transparentemente en 140 caracteres y los blogs decir todo aquello que por lo general matizamos o usualmente callamos. YouTube el lugar ideal para compartir con todo el mundo (literalmente) el soporífero y mareante vídeo familiar que en la vida real jamás nadie querría contemplar. Las cámaras web son ya de facto mirillas que harían las delicias del Marqués de Sade. Google se ha revelado como el implabacable dios de la infoxicación, al que nada ni nadie parece escapar...La Red, en definitiva, está plagada de casi tanta o más información (textual, gráfica, audiovisual...) sobre nosotros que la existente en el entorno "offline". Tan es así que rara es la persona que no ha probado, en un curioso alarde de narcisismo, a buscar en Internet información sobre sí misma, para así destapar una caja de sorpresas...o la de Pandora, porque a veces, hay informaciones o imágenes que quizás convendría erradicar del subconsciente propio y/o colectivo...

Hay quien dice que estamos en la "Sociedad del Conocimiento". Puede que sea cierto, pero yo añadiría "Sociedad del Conocimiento...del otro", porque gracias a las nuevas tecnologías sabemos más del prójimo (ya sea conocido o no) que de nosotros mismos. Nos hemos convertido en el "Gran Hermano" del vecino...o, al menos, tenemos todo lo necesario para ello. Esto no es ni bueno ni malo. Simplemente es un hecho, del mismo modo que las nuevas tecnologías no las recarga el diablo, sino que son quienes las usan los que deben tener la mente más sana todavía que el cuerpo porque convertir a la Red de Redes en una especie de secreter personal es uno de los mayores errores que alguien puede hacer hoy en día.

En definitiva, hemos llegado a unos extremos de digitalización de nuestra intimidad tan ridículamente detallados que nuestro estado mental, civil y corporal se actualiza en tiempo real y a los cuatros vientos y eso sí que es un problema mucho mayor que el quedarnos digitalmente en cueros unos segundos en nuestros periplos aeroportuarios. Más les valdría a esas personas preocuparse por qué tipo de fotos pululan por la Red o a quién revelan confidencias los bisoños internautas...

viernes, 15 de enero de 2010

Por qué soy del Atleti

Por noches como la de ayer, donde la épica, la magia, el furor, la tragedia y la gloria se dan cita en un estadio. Anoche, el Atlético de Madrid, mi equipo, mi "Atleti", hizo lo que era casi imposible y a todas luces improbable: remontó una eliminatoria copera muy adversa, se dejó la piel en el campo, hizo jugadas de mérito y estuvo a la altura de su afición.

Capaz de lo mejor y de lo peor, el equipo que da y quita la ilusión entendida como forma de vida a miles de aficionados como yo demostró que las matemáticas, las estadísticas, las probabilidades sólo se pueden aplicar en el mundo real, ése en el que no viven quienes juegan y sienten en rojiblanco. Durante poco más de noventa minutos, el Atleti jugó a la ruleta rusa con el corazón de sus seguidores (deberían regalar un kit de desfibrilación con cada entrada) mientras coqueteaba con la excelencia y el despropósito en un vals épico e hipnótico. Pura esencia colchonera. Un monólogo de Groucho Marx, un guión de Hitchcock, una cuadro de Dalí, una ópera de Wagner. Eso, entre otras miles de cosas, es el Atleti.

De todos modos, para resumir qué es ser del Atleti, lo mejor es recordar aquel gran poema del Fénix:

"Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe".

¡Cómo te amo, Atleti!

martes, 12 de enero de 2010

Red y Libertad

Consideramos imprescindible la retirada de la disposición final primera de la Ley de Economía Sostenible por los siguientes motivos:
  1. Viola los derechos constitucionales en los que se ha de basar un estado democrático en especial la presunción de inocencia, libertad de expresión, privacidad, inviolabilidad domiciliaria, tutela judicial efectiva, libertad de mercado, protección de consumidoras y consumidores, entre otros.
  2. Genera para la Internet un estado de excepción en el cual la ciudadanía será tratada mediante procedimientos administrativos sumarísimos reservados por la Audiencia Nacional a narcotraficantes y terroristas.
  3. Establece un procedimiento punitivo «a la carta» para casos en los que los tribunales ya han manifestado que no constituían delito, implicando incluso la necesidad de modificar al menos 4 leyes, una de ellas orgánica. Esto conlleva un cambio radical en el sistema jurídico y una fuente de inseguridad para el sector de las TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación). Recordamos, en este sentido, que el intercambio de conocimiento y cultura en la red es un motor económico importante para salir de la crisis como se ha demostrado ampliamente.
  4. Los mecanismos preventivos urgentes de los que dispone la ley y la judicatura son para proteger a toda ciudadanía frente a riesgos tan graves como los que afectan a la salud pública. El gobierno pretende utilizar estos mismos mecanismos de protección global para beneficiar intereses particulares frente a la ciudadanía. Además la normativa introducirá el concepto de «lucro indirecto», es decir: a mí me pueden cerrar el blog porque «promocionó» a uno que «promociona» a otro que vincula a un tercero que hace negocios presuntamente ilícitos.
  5. Recordamos que la propiedad intelectual no es un derecho fundamental contrariamente a las declaraciones del Ministro de Justicia, Francisco Caamaño. Lo que es un derecho fundamental es el derecho a la producción literaria y artística.
  6. De acuerdo con las declaraciones de la Ministra de Cultura, esta disposición se utilizará exclusivamente para cerrar 200 webs que presuntamente están atentando contra los derechos de autor. Entendemos que si éste es el objetivo de la disposición, no es necesaria, ya que con la legislación actual existen procedimientos que permiten actuar contra webs, incluso con medidas cautelares, cuando presuntamente se esté incumpliendo la legalidad. Por lo que no queda sino recelar de las verdaderas intenciones que la motivan ya que lo único que añade a la legislación actual es el hecho de dejar la ciudadanía en una situación de grave indefensión jurídica en el entorno digital.
  7. Finalmente consideramos que la propuesta del gobierno no sólo es un despilfarro de recursos sino que será absolutamente ineficaz en sus presuntos propósitos y deja patente la absoluta incapacidad por parte del ejecutivo de entender los tiempos y motores de la Era Digital.
La disposición es una concesión más a la vieja industria del entretenimiento en detrimento de los derechos fundamentales de la ciudadanía en la era digital.
La ciudadanía no puede permitir de ninguna manera que sigan los intentos de vulnerar derechos fundamentales de las personas, sin la debida tutela judicial efectiva, para proteger derechos de menor rango como la propiedad intelectual. Dicha circunstancia ya fue aclarada con el dictado de inconstitucionalidad de la ley Corcuera (o «ley de la patada en la puerta»). El Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet, respaldado por más de 200.000 personas, ya avanzó la reacción y demandas de la ciudadanía antes la perspectiva inaceptable del gobierno.
Para impulsar un definitivo cambio de rumbo y coordinar una respuesta conjunta, el 9 de enero se ha constituido la Red SOStenible, una plataforma representativa de todos los sectores sociedad civil afectados. El objetivo es iniciar una ofensiva para garantizar una regulación del entorno digital que permita expresar todo el potencial de la Red y de la creación cultural respetando las libertades fundamentales.
En este sentido, reconocemos como referencia para el desarrollo de la era digital, la Carta para la innovación, la creatividad y el acceso al conocimiento, un documento de síntesis elaborado por más de cien expertos de 20 países que recoge los principios legales fundamentales que deben inspirar este nuevo horizonte.
En particular, consideramos que en estos momentos es especialmente urgentes la implementación por parte de gobiernos e instituciones competentes, de los siguientes aspectos recogidos en la Carta:
  1. Los artistas como todos los trabajadores tienen que poder vivir de su trabajo (referencia punto 2 «Demandas legales», párrafo B. «Estímulo de la creatividad y la innovación», de la Carta);
  2. La sociedad necesita para su desarrollo de una red abierta y libre (referencia punto 2 «Demandas legales», párrafo D, «Acceso a las infraestructuras tecnológicas», de la Carta);
  3. El derecho a cita y el derecho a compartir tienen que ser potenciado y no limitado como fundamento de toda posibilidad de información y constitutivo de todo conocimiento (referencia punto 2 «Demandas legales», párrafo A, «Derechos en un contexto digital», de la Carta);
  4. La ciudadanía debe poder disfrutar libremente de los derechos exclusivos de los bienes públicos que se pagan con su dinero, con el dinero publico (referencia punto 2 «Demandas legales», párrafo C, «Conocimiento común y dominio público», de la Carta);
  5. Consideramos necesaria una reforma en profundidad del sistema de las entidades de gestión y la abolición del canon digital (referencia punto 2 «Demandas legales«, párrafo B, «Estímulo de la creatividad y la innovación», de la Carta).
Por todo ello hoy se inicia la campaña Internet no será otra tele y se llevarán a cabo diversas acciones ciudadanas durante todo el periodo de la presidencia española de la UE.
Consideramos particularmente importantes en el calendario de la presidencia de turno española el II Congreso de Economía de la Cultura (29 y 30 de marzo en Barcelona), Reunión Informal de ministros de Cultura (30 y 31 de marzo en Barcelona) y la reunión de ministros de Telecomunicaciones (18 a 20 de abril en Granada).
La Red tiene previsto reunirse con representantes nacionales e internacionales de partidos políticos, representantes de la cultura y delegaciones diplomáticas.
Firmado: Red SOStenible. La Red SOStenible somos todos. Si quieres adherirte a este texto, cópialo, bloguéalo, difúndelo.

La noche de los cachondos vivientes

Recientemente, he visto la película "Bienvenidos a Zombieland", film que parodia y homenajea con talento y frescura ese subgénero del cine de terror que se lo debe (casi) todo a George A.Romero y "La noche de los muertos vivientes".

Este título pone de relieve que, con talento y originalidad detrás de la cámara, el espectador puede consumir alegremente algo que ya ha visto cientos de veces anteriormente. Sucedió con Zack Snyder ("Amanacer de los muertos"), Edgar Wright ("Zombies party") y vuelve a ocurrir con los responsables de esta película: Ruben Fleisher, director, y, especialmente, Paul Wernick y Rhett Reese, guionistas de esta comedia con forma de cachondeo postmortem. No obstante, ni siquiera el enfoque cómico o paródico es algo novedoso (Sam Raimi, el cutremaestro del terror bufo, se dio a conocer hace ya años precisamente por eso) y tampoco exclusivo del cine (En la literatura, tenemos los libros de Max Brooks o el exitazo "Orgullo y prejucio y zombis", por citar dos ejemplos notables; o en cómic, con la hilarante saga de "Marvel Zombies").

Lo que aporta "Zombieland", además de un guión sencillo, bufonescamente ingenioso (Ej: Las normas de supervivencia) y que busca (con éxito) la complicidad del espectador, es homenajear con respeto y sorna a todos aquellos que en los 70 y 80 crecieron al amparo de films donde lo sobrenatural era motivo de espanto y/o carcajada y hoy son películas de culto. Por ello, no es nada casual la elección de (el gran) Bill Murray para participar en este título haciendo de él mismo, en uno de los mejores y más divertidos cameos que servidor recuerda, o el nada velado tributo a esa entrañable y ochentera bilogía: "Cazafantasmas".

Quitando eso, que no es poco, "Zombieland" no es más que la cómica odisea de un estrafalario cuartero hostigado por hordas de muertes vivientes a lo largo y ancho de la geografía estadounidense. Una "road movie" con zombies y delirantes freaks que parecen extraídos de alguna comedia ajena y cuya única pretensión es entretener...y lo consigue sobradamente.

En definitiva, ver "Bienvenidos a Zombieland" produce un efecto similar a irse de juerga con los amigos: Probablemente no pasará a la historia, pero siempre lo recordarás con una sonrisa en los labios, porque lo pasaste muy bien.

lunes, 11 de enero de 2010

Sobre la Ley de Sinde

O diez razones por las que la Disposición Final Primera del Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible es una estupidez.

Por su interés y mi conformidad por lo dicho en el blog de Enrique Dans y en Microsiervos, copio el texto siguiente:
  1. Porque la propiedad intelectual no es en modo alguno un derecho fundamental, y en ningún caso puede ser puesta por encima de éstos. Montar un enorme aparataje legislativo y judicial para intentar combatir el declive de un modelo de negocio determinado es una auténtica barbaridad.
  2. Porque poner los delitos contra la propiedad intelectual por encima de muchos otros delitos infinitamente más graves es algo que no se justifica de ninguna manera.
  3. Porque no se protege a los creadores, sino únicamente a la industria intermediaria de la creación cultural. Los creadores, en una economía basada en atención, pueden adoptar modelos de negocio que les permitan seguir siendo remunerados por sus creaciones.
  4. Porque crear una «casta de protegidos» que pueden acudir a una «justicia express» para solucionar sus problemas supone un evidente desprecio al resto de la ciudadanía.
  5. Porque la cultura española no está sufriendo por culpa de las webs de enlaces que este plan pretende supuestamente combatir. De hecho, la cultura española no está sufriendo en absoluto.
  6. Porque tal y como está redactado, el articulado permite que se persiga cualquier tipo de página web, sea cual sea su contenido y función. De hecho, al retirar la responsabilidad de los derechohabientes (quien denuncia es la Comisión, y quien asume responsabilidades en caso de daños y perjuicios por tanto el Estado), éstos pasarán a «tirar con pólvora del Rey», y el volumen de denuncias y las casuísticas recogidas en ellas se incrementarán notablemente.
  7. Porque la protección existente con el ámbito legislativo actual es adecuada. Un derechohabiente que considere lesionados sus intereses puede interponer medidas cautelares que se ejecutan en un plazo muy breve, y derivar las oportunas responsabilidades en caso de que éstas existan. Que los jueces hasta el momento hayan considerado que esos casos deben ser sobreseídos o desestimados no es un «error del sistema», sino un criterio judicial plenamente fundamentado y justificado. La medida, por tanto, supone un desprecio al criterio de los jueces.
  8. Porque la Ley de Economía Sostenible no es lugar para este debate, ni lo permite. El debate sobre la protección de los derechos de autor debe vincularse con la redefinición legislativa de los derechos de autor y la propiedad intelectual para adecuarla al nuevo escenario, y debe tener su propia tramitación independiente.
  9. Porque permitir que un lobby industrial introduzca artículos a su antojo en un anteproyecto de ley revela un importantísimo problema de funcionamiento democrático, y debería conllevar la correspondiente depuración de responsabilidades: ¿cómo consiguió la Coalición de Creadores «colar» esa disposición final ahí? ¿Qué miembro del Gobierno les permitió hacerlo? ¿Por qué se escuchó a ese lobby que se arroga la representación de «los creadores», cuando existen muchos más creadores en Internet cuya voz no fue escuchada?
  10. Y sobre todo, porque no va a servir para nada. Las páginas que sean cerradas reaparecerán con otros nombres, se clonarán cien mil veces, y se reubicarán constantemente. Porque esas páginas ni siquiera son necesarias para localizar contenidos para su descarga. Porque los bloqueos pueden saltarse de infinitas maneras. Y porque se está creando un incentivo para el desarrollo de una red mucho más incontrolable, que acabará generando muchos más problemas que los que hoy se pretende combatir.
{Este artículo está sujeto a Creative Commons (CC)}

miércoles, 6 de enero de 2010

Avatar

Acabo de ver la mundialmente loada película "Avatar", film de James Cameron (a quienes las taquillas consagran como indiscutible Rey Midas de Hollywood, postergando a los cada vez más autocomplacientes Spielberg y Lucas) que amenazaba con revolucionar las salas de cine de todo el planeta y...lo ha conseguido, con todo merecimiento.

"Avatar" constituye una de las experiencias audiovisuales más alucinantes (en sentido literal y figurado) que ha dado el Séptimo Arte en las últimas décadas (y estoy seguro de que en las venideras). Ambientada en un futuro no muy lejano (año 2154), este título aglutina una miscelánea de géneros (drama, de aventuras, bélico, fantástico...) para narrar al espectador la épica historia de iniciación y redención de un marine con buen corazón (si es que eso es posible) llamado Jack Sully (Sam Worthington) al que los avatares del destino (perdón por el fácil pero necesario juego de palabras) le conducen a un planeta, Pandora, donde el voraz y cruel colonialismo imperialista del ser humano amenaza la tranquila existencia de sus nativos, los Na'vi. Se desata así una serie de conflictos (deber contra conciencia, militarismo contra ciencia, prejuicios contra descubrimiento, violencia contra conocimiento, unilateralismo contra respeto...) que dan marco a una doble, trágica y preciosa historia de amor: la de los científicos (capitaneados por la doctora Augustine - Sigourney Weaver) con los Na'vi, en general, y la de Jack Sully con la nativa Neytiri (Zoe Saldaña), en particular. Para averiguar cuál es el desenlace, lo mejor es acudir al cine, pero advierto lo siguiente: Cameron en esta película no ha hecho concesiones "tipo Disney" y la tragedia y la muerte es algo bastante habitual, especialmente en el último tramo del film. Una cinta que, innegablemente, es una prodigiosa loa pacifista, ecologista y panteísta muy apropiada para los tiempos en que vivimos.

Pese a que servidor tuvo el infortunio de no poder disfrutar de la película en 3D (estaban todas las entradas agotadas), les aseguro que, sensorialmente, "Avatar" es apabullante, espectacular, acojonante, psicotrópica...Hay quien dice que no tiene nada que envidiar a algunos de los videojuegos que pululan por las consolas, pero, sin ánimo de desmerecer a mis queridos y asombrosos juegos consoleros, ése es un enfoque simplista y lleno de mala leche. Técnicamente, esta película está tan cuidada que a nadie le extraña su presupuesto (supera ampliamente los 200 millones de dólares) ni el tiempo que Cameron ha dedicado en su desarrollo. En ese sentido, "Avatar" deja a años luz de distancia a títulos como "Polar
Express", "Beowulf" o "Cuento de Navidad", llevando la animación digital y todas las técnicas a ella vinculadas a un nuevo estadio hasta ahora impensable y del que a buen seguro muchos espabilados se aprovecharán. Por suerte, quien da primero, da dos veces, y Cameron ha dado la campanada más sonora que ha conocido el cine desde "Titanic".

Por lo demás, la película permite al espectador más curioso elucubrar las influencias que han llevado a su director y guionista (Cameron) ha crear esta maravillosa historia de la ¿nada? A mí, por ejemplo, Pandora, me parece un colosal crisol de selvas amazónicas y junglas africanas, al igual que los Na'vi se asemejan a un felino híbrido entre un indígena de Sudamérica (por su folclore y ritos), un indio de Norteamérica (en su faceta belicosa) y un guerrero de África (su apariencia física y ademanes). Del mismo modo, en "Avatar" se pueden percibir ecos de otros grandes clásicos del cine contemporáneo como "Bailando con lobos", "La misión", "Braveheart", "Platoon", "La selva esmeralda" o "Los últimos días
del Edén", por citar los más perceptibles.

De cualquier forma, en contra de lo que pudiera parecer, esta película no es un pastiche travestido con ordenador, sino un constante ejercicio de talento audiovisual y megalomanía cinematográfica ante el cual sólo se pueden tener palabras de gratitud ya que, sin ser una película excelsa, uno siente que "Avatar" supone un brillante punto de inflexión en ese arte que tanto amo que es el cine...¿Vamos a Pandora?