El viernes vi Drive, una película de corte "indie" que actualiza y redefine el género negro en un espectáculo hipnótico, crudo y de una calidad excelente.
El film cuenta la espiral de problemas en los que se ve envuelto un conductor anónimo (Ryan Gosling) que alterna discretamente su trabajo de "especialista" (o doble) en películas y mécanico con el de "chófer" de delincuentes. El día y la noche. El Bien y el Mal. El equilibrio de su vida se rompe al conocer a su vecina Irene (Carey Mulligan) y su hijo Benicio e intentar ayudar a su exconvicto marido y padre, Standard (Óscar Isaac), a saldar cuentas con su pasado. Como suele pasar en este tipo de historias, la mujer funciona como un heraldo de dificultades, algo sale mal y el conductor no tiene más remedio que enfrentarse en solitario a dos crueles criminales: Berni Rose (Albert Brooks) y Nino (Ron Perlman).
Drive es una historia de antihéroes contra villanos donde todos los personajes tienen algo que perder (y lo pierden) y en la que la realidad se muestra de forma muy verosímil en tanto que cruda, agridulce e imparable. De principio a fin, queda claro que Drive no es una película de Disney ni tampoco cine comercial. Se nota y se agradece.
Aunque presenta algunas semejanzas y elementos propios del western (el héroe anónimo y solitario, la desigual batalla contra los malvados que coartan la vida de los inocentes), Drive es sin duda cine negro y, en ese ámbito, cabe encontrar en ella ecos de Scorsese (por la sordidez de los bajos fondos y la contundencia de la trama), Tarantino (por la explícita violencia) y, especialmente, Michael Mann (por su hipnótica puesta en escena, su gusto por los ambientes nocturnos y su magistral dominio de la tensión). Y todo ello es mérito tanto del director Nicolas Winding Refn como de Ryan Gosling cuya soberbia (por no decir acojonante) y hierática interpretación convierte en un crimen impune su ausencia entre los nominados al Óscar este año.
Todo en Drive es de una calidad innegable y distinta a lo habitual: el guión, el elenco de actores, la fotografía, el montaje, la banda sonora, su aire ochentero...Por ello no extraña que haya sido nominada en varios certámenes (Independent Spirit Awards, Festival de Cine de Cannes, Premios BAFTA, Globos de Oro, Óscar). Es cine independiente y de calidad. Punto.
En definitiva, Drive es una buena oportunidad no sólo para disfrutar de buen cine, sino para comprobar, como dicen sus reclamos publicitarios, que no hay salidas fáciles y que algunos héroes son reales.
1 comentario:
Excelente valoración! Yo fui a verla por error, ya que iba a ver El Topo y la verdad es que me sorprendió. Además, a medidad que pasan los días la encuentro cada vez más buena. Gracias!
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