sábado, 26 de mayo de 2012
Pitar un himno
Para mí, lo de menos fue que anoche el Barça regalara a Guardiola como despedida un nuevo título tras pasar por encima de un Athletic que, otra vez, sufrió un gatillazo (inexperiencia y nervios no son aconsejables en esos momentos en los que tienes que darlo todo). Para mí, lo más relevante fue que anoche la final de Copa saliera según lo previsto. Y no me estoy refiriendo a que el Barcelona se cenara futbolísticamente al Bilbao sino al hecho de que se pitó atronadoramente el himno de España. De poco sirvió que fuera su versión abreviada. El alud de pitos lo sepultó de manera vergonzosa.
Que pites un himno ajeno (el de otro país), como han hecho aficionados españoles en algunas ocasiones, demuestra que de saber estar tienes poco y de garrulería demasiado. En definitiva, que eres un gañán.
Que pites un himno propio (el de tu país), como han hecho aficionados del Athletic y del Barça, demuestra que tienes la educación en búsqueda y captura. En definitiva, que eres un maleducado.
Que pites el himno español en la final de Copa del Rey de España, como han hecho los aficionados del Athletic y del Barça, demuestra que tienes la vergüenza por donde cagas y la coherencia en idéntico lugar. En definitiva, que eres un gilipollas.
Así pues, recopilando, la pitada de anoche es una demostración clara e irrefutable que no sólo se puede ser maleducado sino, además, un completo gilipollas.
Sobre este asunto, se habla últimamente de respeto y de libertad de expresión. En estos casos, siempre conviene recordar que el respeto es el único requisito que tiene la libertad de expresión. Si alguien no se siente identificado o representado por un himno, bandera o país, está en tu perfecto derecho. Y para mostrar ese desapego o rechazo hay maneras mejores (callarse, no aplaudir) que ofender gratuita y desagradablemente a quienes sí se sienten representados por dicho himno, bandera o país. Sólo un idiota puede ver en la educación y el saber estar una barrera para la libertad de expresión. Claro que también puede ser que quienes piden respeto estén precisamente faltos de ello y por eso necesitan que se lo den otros.
El problema de todo es que el origen de la pitada es de índole política. Barça y Athletic son dos equipos intoxicados por el independentismo regionalista. En el caso catalán, sueñan con revivir la Corona de Aragón (digo yo que lo suyo sería que enarbolara esa causa el Real Zaragoza). En el caso vasco, anhelan hacer real ese reino ficticio de Euskalherria (puestos a reclamar lugares que nunca existieron, reclamaría Oz, Narnia o la Tierra Media, que son mucho más interesantes). Pero, aun así, aun teniendo una vocación independentista, ¿eso implica que tengas que actuar como un sinvergüenza, maleducado, paleto y gilipollas? Por lo que demostraron ayer varios miles de aficionados, sí. Ahondando en eso, si tan descontentos están con/contra España, lo suyo sería que obliguen a sus respectivas directivas a no jugar ninguna competición española.
La cuestión es que, al igual que ocurre en el ámbito político, detestan
a España pero la necesitan para llegar a fin de mes. ¿En qué quedamos?
¿Se sienten españoles sólo para poner la mano?
La pena es en lo que todo esto deriva: En que se meta a todos los aficionados de dichos equipos en el mismo saco, en que se genere una antipatía visceral hacia dichos clubs y autonomías, o en que se fomente una corriente de opinión cada vez mayor que aboga por perder de vista lo antes posible a esas regiones y que allá se las apañen solas en sus delirios. Esos pitos lo único que consiguen es convertir a cualquier seguidor del Barça o del Athletic en sospechoso de ser indeseable y a cualquier catalán o vasco en alguien susceptible de mandar a la mierda.
¿Cómo se soluciona todo esto? Con inteligencia, como casi todo en la vida. Yo no me siento representado ni tengo ninguna clase de afecto (ni desafecto) por la ikurriña, la señera, el himno vasco o "Los segadores" y no por eso voy a limpiarme el culo con las dos primeras ni a silbar las dos segundas. ¿Por qué? Porque el respeto está por encima de todo, incluso, de los que no se lo merecen ni aunque lo pidan. Aunque sucesos como el de anoche hacen que me sienta un poco gilipollas por respetar tanto y a tantos.
En resumen: Sólo unos gilipollas mezclarían deporte y política. Sólo unos mierdas
aprovecharían un partido de fútbol para faltar al respeto a todo un
país. Que cada hincha de esos que pitaron anoche el himno español y se masturban
con la señera o la ikurriña decida en qué grupo está.
Escribir sobre todo esto, más que asco, me da pena.
¡Que no! ¡Que no me representan!
Hace un año por estas fechas el 15-M parecía destinado a revolucionar España y revitalizar la vida pública y privada del país. Aquella insurgencia ciudadana nació como un movimiento espontáneo, masivo y popular de indignación, de hartazgo, de cabreo contra todo lo que hace que la sociedad en general y la española en particular vayan de mal en peor. Más de un años después, el enfado social ha impulsado un cambio en varios gobiernos europeos y otros lo están pasando muy mal sintiendo la presión del más que probable desahucio del poder. Minipunto para los "indignados". Pero, en lo fundamental, el proceso de higiene y oxigenación política, económica y social sigue sin existir. Las medidas adoptadas tienen más pinta de "tiro por la culata" que de "flecha en la diana", los políticos siguen en caída libre, los mercados bursátiles son una montaña rusa de sólo bajada, la economía parece pedir la eutanasia todos los días, la banca está más por "coge el dinero y corre" que por liderar el cambio, el empleo es el Santo Grial, los medios de comunicación son voceros en el desierto, el ocio es tan caro que distraerse es un lujo, la gente se mosquea con demasiada facilidad...En todos estos meses, la ilusión por el cambio se ha transformado en urgencia y, posteriormente, en una histeria obsesiva: ¿Cambio? ¿Qué cambio? Lo que ha pasado, en todo caso, es lo que dicen en El gatopardo: Cambiarlo todo para que nada cambie. La crisis sigue estando ahí.
De todos modos, para mí, lo más preocupante o alarmante no es tanto que el cambio, los cambios o su puñetera madre estén surtiendo efecto (al menos, el deseado). Para mí, lo más triste y demoledor es constatar la ausencia, la carencia de representantes; de gente con la que te sientas identificado y que ponen en su boca tus pensamientos y generan confianza con sus hechos. Hablo por mí, pero yo no me siento representado por...
- Los políticos: No me puedo sentir representado por quienes, en lugar de representar al país, se representan a ellos mismos. Son incapaces de abandonar su prepotencia despótica y su soberbia ensimismada.Son cobardes a la hora de "hacer lo que hay que hacer", e inútiles en su papel de servicio a la ciudadanía. Indignos del poder, el respeto y el dinero que se les otorga.
- La banca: No me puedo sentir representado por quienes sólo representan sus propios intereses a costa de los de sus clientes. Si hubieran conocido la decencia, la crisis hoy no existiría. Son culpables no sólo por alimentar las causas de la crisis, sino porque para salvar sus cuentas de resultados, sus sueldos estratosféricos y su escandaloso tren de vida han dejado sin crédito, literal y figuradamente, a todo un país.
- Los sindicatos: No me puedo sentir representado por unas personas que trabajan poco y ganan mucho.Hipócritas, trasnochados, vagos e inútiles en su rol.Habría que eliminarlos (como modo de vida, quiero decir).
- Los líderes juveniles: No me puedo sentir representado por jóvenes que no conoce ni el esfuerzo ni el mérito. En los últimos tiempos, especialmente en el ámbito estudiantil, han surgido unos chavales que parecen hablar en nombre de la juventud, como si fueran unos líderes que aglutinaran en sí mismos los valores de los jóvenes españoles. ¿Es un chiste? Yo, como joven, no me puedo sentir representado por una chavalería que ya no es que no conozca la estética (las pintas que llevan es lo de menos), sino que el esfuerzo lo entienden como los años que tardan en aprobar una asignatura, chicos cuya aspiración profesional parece ser llegar a la militancia en algún sindicato, que hablan de forma trasnochada, cuya capacidad de actuación se reduce al berreo, o cuya máxima gloria puede ser que te entreviste el demagogo de turno. Claro que los jóvenes españoles tenemos motivos de sobra para hacernos oír, pero no con estos bandarras, por favor.
- Los medios de comunicación: No me puedo sentir representado por unos medios que no me dicen lo que quiero saber sino lo que otros quieren que sepa. Entre la crisis de credibilidad (lo mismo de siempre, los mismos de siempre) y la de publicidad, están hechos unos zorros.
- El Rey: No me puedo sentir representado por alguien que parece su propia parodia para vergüenza del país al que representa. Después de lo de los cuernos en Botsuana, creo que habría que variar la programación televisiva en Nochebuena, indefinidamente. Yo, desde luego, no me puedo sentir representado por alguien tan sumamente torpe, hipócrita y desconsiderado.
- El 15-M: No me puedo sentir representado por alguien que se queja demasiado y hace poco para cambiar la situación. Compartiendo motivos y algunas de sus metas, no me siento representado por un colectivo que actualmente está más cerca del perroflautismo y la inoperancia idealista que de un movimiento capaz de tener un papel influyente, activo y efectivo en la vida pública. Estoy bastante decepcionado con cómo ha evolucionado. Para cambiar las cosas, hace falta algo más que berrear como si esto fuera "mayo del 68" (ya quisieran), montar reuniones en las plazas, sentarse en el suelo, mover las manitas al aire o pintar pancartas con reclamos ingeniosos. ¡Hay que actuar! Los brindis al sol, ni con calimocho.
En fin, que, visto lo visto, lo de España no es tanto un problema de que defunción económica como de ausencia de referentes que te induzcan a algo que no sea ciscarte en la madre de alguien o vomitar hasta la primera papilla.
¿O no?
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jueves, 10 de mayo de 2012
¿"Pupas"? ¿Qué "pupas"?
El feo que se lleva a la guapa, el torpe que da en el clavo, el tímido que se come el escenario, el héroe que nadie espera, el anónimo que gana la lotería, el plebeyo que asciende al trono, el monstruo que salva al mundo, el muerto que resucita, el cuarto deseo del genio...el Atleti es muchas cosas. Pero ya no es un "pupas".
Ha pasado de no ganar nada y coquetear con la mediocridad a ganar 3 títulos europeos en 2 años. Algo que, por ejemplo, no ha hecho en los últimos tiempos el laureado y todopoderoso Real Madrid. Y eso, un "pupas" no lo hace.
Anoche, como en 2010, el Atlético de Madrid volvió a ganar la Europa League. Un triunfo histórico, justo y merecido.Por la sacrificada y brillante actuación de todo el equipo, coronada por el ya legendario partido que hizo Radamel Falcao. Que un jugador sólo necesite un año para entrar en la historia de un club y el corazón de una afición es algo sólo al alcance de muy pocos. Neptuno y Falcao, pura mitología colchonera.
Digo que fue un triunfo histórico, justo, merecido...y, añado, de prestigio, por el rival al que se enfrentó: el Athletic Club de Bilbao. Es cierto que no tuvo su mejor noche, es probable que pagara la inexperiencia, que los nervios minaran el talento, que algunos jugadores estuvieron por debajo de su historial o potencial, pero...nunca dejó de ser ese equipo valiente dispuesto a morir con las botas puestas. El equipo, el equipazo que ha hecho una grandísima temporada y un juego que es,con todo merecimiento, el mejor que se ha visto en Europa esta temporada. Una derrota como la de anoche no puede ni debe empañar la leyenda de estos leones.
Así pues, el Atleti, el equipo antihéroe, el perdedor entrañable, el ganador con duende, el héroe intermitente...ha vuelto a darnos una alegría a quienes aceptamos vivir al borde del ataque al corazón si a cambio vivimos noches como la de ayer. O como la de hoy. O como la de cualquier otro día que te haga olvidar que en la vida no todo es blanco y negro sino que, a veces, puede ser rojiblanco.
martes, 8 de mayo de 2012
¿La cultura del espectáculo?
¿Qué es cultura? ¿Qué se puede calificar como "cultural" hoy en día? ¿Hay varios tipos de cultura? ¿Cuál es la situación de la cultura actualmente? ¿Es la cultura uno de los pilares de la libertad y la democracia? ¿Hay felicidad sin cultura?...éstas y otras cuestiones fueron abordadas por el escritor Mario Vargas Llosa y el sociólogo Gilles Lipovetsky en un interesante y reciente coloquio en el Instituto Cervantes a propósito del nuevo ensayo escrito por el primero y que se llama La civilización del espectáculo.
Resumiendo mucho, se podrían extraer dos grandes conclusiones del debate:
Resumiendo mucho, se podrían extraer dos grandes conclusiones del debate:
- Para el literato peruano, el camino más corto a la infelicidad es la ignorancia (entendida como la carencia de conocimientos y experiencias culturales) mientras que para el intelectual parisino lo es la pasividad (la dejadez, sea cual sea la actividad a la que nos refiramos).
- El Nobel latinoamericano es un firme defensor de una cultura totémica, canónica, elevada y se podría decir que hasta elitista. El pensador francés es más partidario de hablar de una "cultura a la carta".
Personalmente, creo que me convencieron más (y mejor) las ideas y los razonamientos de Lipovetsky. Quizás porque, como demuestran sus libros y entrevistas, es para mí el mejor sociólogo y analista de nuestro tiempo por la claridad, la precisión y el realismo de sus planteamientos.Vamos que, para mí, Lipovetsky es un auténtico manual de instrucciones para comprender nuestra época y nuestra sociedad. En cuanto a la actitud y los postulados mostrados por Vargas Llosa, me parecieron bastante tremendistas y que huelen a postura dogmática, a divismo intelectual. Es decir, que, en mi opinión, la concepción de cultura de Vargas Llosa es muy subjetiva y exageradamente purista y grandilocuente. Por ejemplo, decir que la libertad y la democracia dependen de la cultura o que todo el mundo debería leer a Joyce (cuyo Ulises, como obra literaria, es uno de los mayores coñazos jamás escritos) es, cuando menos, discutible.
Por ello, estoy más cerca de pensar que hoy existe una "cultura a la carta" (cada cual elegimos de la cultura aquello que más nos interese o guste) como dice Lipovetsky que de vivir en una sociedad donde se ha banalizado la cultura y se ha convertido en un circo, como sostiente Vargas Llosa. Claro que en este aspecto importa mucho qué se entienda por cultura: en un sentido restrictivo y purista, se podría decir que cultura es el "conjunto de expresiones y conocimientos derivados de las distintas Artes y el pensamiento" o bien, de manera más amplia, cultura es el "conjunto de modos de vida y costumbres,
conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial,
en una época, grupo social, etc" (tercera acepción del DRAE). Si yo tuviera que definir qué es cultura, diría que es todo aquello que define a un colectivo y que éste nutre y lega de generación en generación.
De todos modos, definiciones aparte, tengo que reconocer que aunque no comparto la visión tremendista de Vargas Llosa sobre la situación de la cultura en la actualidad (para mí no está moribunda ni hueca), sí es cierto que se puede hacer más por mejorar el acceso a los conocimientos culturales y que hoy más que nunca la cultura, en según qué ámbitos (ej: Arte), se está viendo cada vez con más frecuencia perjudicada por un exceso de ínfulas-pretenciosidad-esnobismo, convirtiéndola en una cutrez exhibicionista sostenida por una legión de cretinos. ¿Por qué? Porque hay gilipollas que entienden la cultura como el escenario perfecto para dar rienda suelta a sus egos y pajas mentales y que han hecho del respeto ajeno un cheque en blanco para realizar soplapolleces.
jueves, 3 de mayo de 2012
Esas pelis de los 80
He pasado buena parte de este puente viendo películas, tanto en DVD como por televisión (LaSexta3). Y he tenido un momento "magdalena de Proust". Y por eso este artículo. Me he acordado de mi infancia o, mejor dicho, de las películas de mi infancia, que no sólo fueron de la mía, sino de muchos más, de todos los que fuimos unos niños allá en la década de los 80. Y recordé todas esas ilusiones y fantasías que de la pantalla (grande o pequeña) se fueron directas a mi cabeza...
Entonces pensaba que Fantasía sería el mejor lugar para pasar
las vacaciones, que de mayor quería ser arqueólogo, que mis padres me comprarían como mascota a Gizmo, que molaría trabajar como cazafantasmas, que sería genial tener a ET como mi mejor amigo, que me encantaría tener colegas como los de Dentro del laberinto, que mi novia tendría que ser como la Princesa Prometida, que la primera vez
que vi al diablo fue en Legend, que tenía miedo al mar, que la televisión sin sintonizar daba muy mal rollo, que desconfiaba de la gente porque podía ser cualquier cosa, que Jim Henson era un genio, que Darth Vader era el mejor personaje del mundo, que quería la espada de Conan, que Rambo era el soldado perfecto, que me interesé por la mitología gracias a Ray Harryhausen, que
los videojuegos debían ser como los de Tron, que estaba convencido de que el futuro sería como el de Blade Runner, que Freddy Krueger era un tipo gracioso hasta que te ibas a dormir, que a lo mejor la innovación tecnológica no sería tan buena idea, que tenía que correr si veía a un tipo con máscara y mono azul, que los campamentos de verano eran una pésima idea, que Tom Cruise se lo montaba muy bien, que Jack Nicholson estaba pirado, que Sylvester Stallone siempre se partía la
cara, que lo mejor era correr a cámara lenta, que quería tener un DeLorean, que en la carretera había mucho macarra suelto, que sería divertido tener una pandilla como la de los Goonies, que jugaba en los recretos a Taron y el caldero mágico, que el pato Howard era un crack, que sería fantástico viajar al espacio pero que era un sitio peligroso, que una bola de púas no siempre tiene que ser un erizo, que Sherlock Holmes era un ratón, que "Rametep" era un cántico muy siniestro, que cuando me diera de hostias con alguien sólo podría quedar uno, que la América profunda era un sitio poco recomendable, que el mejor policía del mundo tenía que ser como Robocop, que intentaba imitar los sonidos del predator, que el Más Allá molaba mucho, que El Oso me hizo llorar, que me interesé por el terror clásico cuando vi Una pandilla alucinante, que Batman era mi superhéroe favorito, que el Lejano Oeste no era un coñazo donde sólo aparecía John Wayne, que Mel Brooks era un cachondo...y así decenas de recuerdos y reflexiones.




Una infancia que Steven Spielberg, George Lucas, Chris Columbus, Joe Dante, Ridley Scott, Tim Burton, James Cameron, John Carpenter, Robert Zemeckis, Jim Henson, Disney y muchos más llenaron de nombres, imágenes y sueños hoy descabellados, gilipollescos y frikis pero con ese regusto entrañable que deja ser conscientes de que, en algún momento de nuestra vida, la fantasía siempre salvaba la papeleta.
Por eso, hoy, con la que está cayendo, me gusta pensar que los niños de ahora tienen, como yo en los 80, una oportunidad para preocuparse de personajes y lugares imaginarios como si fueran reales. Que la imaginación les puede ahorrar el mundo real, aunque sea un ratito.
sábado, 28 de abril de 2012
"Los Vengadores": Es-pec-ta-cu-lar
Ayer se estrenó Los Vengadores: una película que todos los aficionados a los cómics en general y a los de Marvel en particular llevábamos esperando unos cuantos años. Una vez vista, sólo cabe decir que la espera, la ilusión, el nerviosismo, las expectativas, las conjeturas, el precio de la entrada...todo, absolutamente todo ha merecido la pena.
La película, al igual que sucede en su original viñetero (creado en 1963 por los míticos Stan Lee y Jack Kirby como reacción ante la "Liga de la Justicia" de su rival DC Cómics) cuenta la épica asociación de unos cuantos superhéroes acostumbrados a salvar al mundo por su cuenta, personajes tan autónomamente carismáticos e interesantes que en la gran pantalla han contado con sus propios films (Iron Man, Hulk, Thor, el Capitán América). ¿Por qué se unen entonces? Tanto en los cómics (clásicos) como en la película, para hacer frente a una amenaza maquinada por Loki, dios asgardiano y cabrón de manual, y ante la cual no caben individualidades ni egos: El triunfo colectivo como resultado de la colaboración y el esfuerzo entre talentos individuales (un mensaje muy interesante en los tiempos que corren, por cierto).
En este punto hay que aclarar dos cosas:
- La inspiración principal de esta película se encuentra no tanto en los tebeos clásicos de Marvel como en su colección "Ultimate" (que,resumiendo, es una puesta al día más "realista" y actual de los personajes e historias clásicas; por eso, por ejemplo, algunos personajes tienen el rostro de conocidos actores de Hollywood y se codean en su viñetas con famosos por todos conocidos). De ahí que personajes como Ojo de Halcón, la Viuda Negra, Nick Furia estén presentes en la génesis del grupo (en la línea clásica, Ojo de Halcón y la Viuda Negra se incorporarían años más tarde mientras que Nick Furia nunca fue el mentor u organizador del equipo). Igualmente, la trama principal fusiona las influencias "clásica" y la del primer volumen de "The Ultimates": En los "cómics tradicionales", Loki engaña a Hulk para que monte uno de
sus estropicios habituales y el resto de los superhéroes del grupo
acuden individualmente a resolver la situación (detener al monstruo verde) hasta que se dan cuenta
de que necesitan unir fuerzas para tener éxito. En los "cómics ultimate", los superhéroes deben unir fuerzas para frenar la invasión de una raza extraterrestre, los Chitauri. En la película, pese a que hay un
guiño a la trama clásica de aquel "paremos a Hulk todos", Loki se busca la vida
en el espacio exterior para convencer a los Chitauri de dejar la Tierra como un solar. Una invasión a la que Iron Man (Robert Downey Jr, además de un crack, es un robaplanos magistral) y compañía tendrán que hacer frente hombro con hombro.
- La otra cuestión a tener presente es que, como cualquier adaptación, se toma ciertas licencias. La principal es la no aparición de dos personajes clásicos e imprescindibles en cualquier versión de los Vengadores (clásica y ultimate): Henry Pym y la Avispa.
De todos modos, inspiraciones y licencias aparte, la película está tan bien planteada y resuelta que uno se olvida de cualquier otra cosa que no sea la de disfrutar. Los Vengadores tiene un guión (firmado por el director Joss Whedon) que encantará tanto a los fans más puristas como a los desconocedores del "universo marvel", combina la acción (decir que tiene escenas trepidantes es quedarse muy corto) y el humor (especialmente las divertidísimas pullas de Iron Man/Tony Stark) de forma genial y está realizada de manera que el espectador conoce la historia, las motivaciones y las cualidades de cada personaje (cada uno tiene sus minutos de gloria) casi sin enterarse; algo fundamental para entender esta película (al fin y al cabo, es la génesis del grupo) y sus próximas secuelas (la escena situada en mitad de los créditos finales es obvia en ese sentido).
Cierto es que las migas de pan sembradas por las entregas previas de Iron Man, Hulk, Thor y el Capitán América (tanto en el metraje normal como en las escenas de los créditos del final) allanaron muy bien el camino para el éxito de Los Vengadores pero lo que han conseguido Joss Whedon y el elenco (al que es muy difícil encontrar defectos por sus interpretaciones) ha sido simplemente grandioso, genial, fantástico, maravilloso y todo el etcétera que se le quiera poner. Un entretenimiento descomunal.
Por eso, creo que si hay que destacar algo en una película que funciona tan bien en todos los aspectos es la labor del director. Muchos ya sabíamos que Whedon era un fantástico director del género fantástico, gracias a su trabajo en Buffy Cazavampiros, y que no se le daba mal el mundo Marvel, también lo sabíamos quienes leímos sus Astonishing X-Men...pero lo que ha logrado con Los Vengadores es algo que evidencia tanto trabajo, ingenio, cariño y respeto a los cómics y a sus seguidores que sólo se le puede estar eternamente agradecido por haber superado cualquier expectativa. Whedon ha sabido combinar perfectamente un grupo plagado de estrellas (tanto si hablamos de los personajes como de los actores que les dan vida), ha engarzado perfectamente la trama principal con las subtramas de cada superhéroe, ha implantado una coherencia sensacional para que la película funcione como pieza del macropuzzle cinematográfico de Marvel, ha escrito un guión que es simplemente brillante en muchos momentos...En definitiva, ha hecho, junto al Batman de Nolan, la mejor película de superhéroes hasta la fecha y, desde luego, la mejor adaptación de un cómic Marvel que un fan podía imaginar.
En fin, que ojalá se pase muy pronto la espera para volver a disfrutar de la próxima entrega de los héroes más poderosos del mundo...y del cine.
El hombre que cambió el fútbol en España
Pep Guardiola deja el F.C.Barcelona. El hombre que convirtió a un equipo de fútbol en algo superior a cualquier dibujo animado o videojuego, se va. Guardiola, el tipo de voz eternamente serena, de lengua habilísima y lucidez envidiable deja un club al que ha situado en la historia y en la leyenda gracias no tanto a los impresionantes títulos que adornan su paso por el Barça sino por el estilo de juego que ideó, inculcó y caló en todo un país hasta el punto de conseguir que lo asumiera como propio la selección nacional (con los resultados ya conocidos) y que incluso los equipos más modestos o cutres intentan imitar con desigual fortuna. Por eso, es lógico que Guardiola haya conquistado, lo quiera o no, el calificativo de "mejor entrenador de la historia" (al menos, del Barcelona). Además, que varios de sus pupilos sean considerados hoy los mejores jugadores del mundo dice mucho, muchísimo de su mentor porque resulta evidente que la relación de Pep con su plantilla es algo más que estrictamente deportiva. Quizás por ello, mejor interrumpirla ahora que sólo hay buenos recuerdos a la espalda.
Es cierto que en los últimos tiempos, Guardiola, quién sabe si por cansancio, estrés o crispación, tuvo (o simuló) unos ataques de victimismo, de mosqueo de niño consentido, de genio incomprendido. Actuaciones ridículas e innecesarias cuando se tiene tantísimo talento. Pero no le puedo culpar: cuesta muy poco imaginar lo insoportable que debe ser la presión para convirtió la excelencia en una filosofía no sólo deportiva. Ayer, sin embargo, el hombre que todo el mundo vio en la rueda de prensa fue de nuevo ese gentleman impecable que paseó el "seny" catalán dentro y fuera de un campo de fútbol.
Dejando a un lado las gilipollescas ínfulas políticas que rodean al Barcelona en los últimos lustros y la soberbia que han demostrado algunos directivos y jugadores (tontos del culo hay en todas partes), poca gente puede discutir que lo que han hecho los hombres entrenados por Pep en el césped es algo muy parecido al arte. Y es que, cuando algo es bueno y brillante, la discrepancia es una muestra de gilipollez.
Por todo ello, comprendo muy bien que Guardiola quiera tomarse un respiro porque, aunque jamás volviera a sentarse en un banquillo, lo que ha hecho y lo que representa es algo tan descomunal que recordaremos no sólo nosotros, si no las próximas generaciones. Estoy convencido.
Dicho esto, creo que la despedida deportiva de Guardiola en la final de Copa del Rey contra el heroico Athletic va a ser algo memorable y una suerte para cualquier aficionado al fútbol entendido como algo más que un deporte y un espectáculo. Una concepción que, en el siglo XXI, lleva una única firma: la de Josep Guardiola.
jueves, 26 de abril de 2012
Que se vayan a la mierda
Hoy tenía pensado escribir sobre otro tema. Pero resulta que el Gobierno ha decidido poner en marcha un "plan integral de reinserción" para terroristas (ya sean de ETA, Grapo, yihadistas o cualquier otra basura). Así. Tal cual. Para ello, ni siquiera será necesario mostrar arrepentimiento, sólo decir "No lo volveré a hacer" y tira millas. Vamos, que el Gobierno ha convertido el terrorismo en un puto chollo. Con dos cojones. O, mejor dicho, cojones, precisamente, es lo que no tienen. De lo que van sobrados es de ingenuidad, desconsideración y falta de sensatez.
Por si no estaban haciendo suficientemente el ridículo con su festival de torpezas y cagadas, llega esta auténtica gilipollez demencial e injustificable que me produce tanto asco que se me quitan las ganas de escribir.
Echar pelillos a la mar con atentados y asesinatos es algo que no se puede defender bajo ningún criterio o argumento que no sea el de los propios hijos de puta que se beneficiarían de este plan.
Se me ocurre una larga lista de insultos y descalificativos perfectamente pertinentes para glosar este hito del despropósito nacional, pero prefiero ahorrármelos.
Lo que no puedo aguantarme es desear que se vayan a la mierda, el Gobierno, los terroristas y la madre que los parió.
martes, 24 de abril de 2012
Exponiendo al genio: Da Vinci
Desde diciembre, Madrid ha acogido la exposición "Da Vinci, el genio" en el Canal de Isabel II. Una fantástica muestra que por un máximo de 6 euros permite (re)descubrir el descomunal talento y la asombrosa polivalencia de Leonardo da Vinci a través de una amplísima e interesante recopilación de documentos, recreaciones y réplicas y unos vídeos tan amenos como divulgativos.
La pena es que una exposición así tenga fecha de caducidad (el 2 de mayo, concretamente) porque iniciativas como ésta demuestran que, en contra de lo que se dice y piensa, se puede divulgar cultura de una forma atractiva, innovadora y asequible para todos los públicos. Para ello, sólo hacen falta dos cosas: talento y dinero, conceptos que,por desgracia, parecen mal avenidos.
En cuanto a Leonardo da Vinci, uno no puede dejar de sentir incredulidad al saber todo lo que ideó,creó,intuyó y supo. Es tan impresionante que es más fácil pensar que fue un extraterrestre o un ser mitológico que alguien real.
Es muy curioso comprobar cómo casi seis siglos después, da Vinci despierta un interés enorme y universal.Su magnetismo y su capacidad de reclamo son propias de una estrella del deporte o el espectáculo. De ahí que, en mi opinión, lo suyo tenga el doble de mérito al ser un icono de la cultura, la ciencia y la tecnología; ámbitos que, dejando a Tesla y Jobs aparte, no suelen tener mucho tirón en la sociedad.
Da Vinci es alguien tan conocido y admirado que ha encontrado fácil acomodo en la denominada "cultura de masas": exitosa pseudoliteratura, taquillazos discutibles, e, incluso, los videojuegos (es uno de los personajes más relevantes del Assassin's Creed II)...La pena es que se está abusando hasta la saciedad de su figura para intentar dar un marchamo de calidad o polémica a auténticos bodrios, sembrando así el peligro de convertirlo en un símbolo de cualquier cosa.
De todos modos, mientras haya gente que siga respetando y divulgando a Leonardo da Vinci como los responsables de esta exposición, no hay nada que temer. Y sí que agradecer porque...¡qué bueno es olvidarte de toda la mediocridad actual con un paseo por el talento en estado puro!
viernes, 20 de abril de 2012
La crisis: incompetencia y estupidez
Hoy no voy a ser original. Y tampoco me voy a esforzar mucho. A veces, encontrar algo ingenioso y ajeno te ahorra mucho tiempo y sólo te tienes que molestar en quitarte el sombrero, aplaudir o decir "olé".
Recientemente, he visto en un blog (bastante recomendable) un post muy interesante sobre un análisis atribuido a Albert Einstein respecto a la crisis (la de su época, claro) que no ha perdido un ápice de vigencia. Antes de transcribir esas palabras (bastante difundidas online en los últimos años), tengo que indicar que la autoría de Einstein no está nada clara, si bien hay personas que las vinculan a su libro The world as I see it (en castellano Mi visión del mundo). El caso es que Einstein (o quien fuera) dijo esto:
“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo.La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla”.
Muy relacionada con la incompetencia es la estupidez humana, de la que el propio Einstein dijo: "Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana; y del universo no estoy seguro".
Lo cual, a su vez, nos lleva al Principio de Hanlon que recordaba Aleix Saló en su genial explicación de la crisis y según el cual: "Nunca le atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez".
Viendo las noticias de las últimas semanas, no queda más remedio que estar completamente de acuerdo. ¿O no?
lunes, 16 de abril de 2012
Trompazo real
Como todo el Sistema Solar sabe, el Rey se ha hostiado. Por edad, podría haber ocurrido en cualquier parte del mundo, por ejemplo, su casa, pero no. El Rey se ha hostiado en Botsuana, en el culo de África. Por zona, podría haber sucedido durante un viaje oficial para estrechar lazos con nuestros hermanos africanos, reforzar el decisivo papel de España en el desarrollo de Botsuana, hacer un llamamiento a la comunidad internacional para ser solidarios con África y todo el bla, bla, bla que engorda los discursos de marras en sitios tan pintorescos, pero no. El Rey se ha hostiado en Botsuana cazando a Dumbo. Es de suponer que el hostión no vino durante la cacería, porque, con unas cuantas toneladas en las cercanías, el percance habría sido de los de responso. Lo cual induce a conjeturar las circunstancias reales en que se produjo el trompazo, valga el juego de palabras, y ya se sabe que hay mentes muy calenturientas...
Lo cierto es que esta vertiente Predator ya es sabida desde aquella leyenda según la cual el Rey acabó con el problema de alcoholismo del oso Mitrofan en 2006. Igual que es conocida popularmente la propensión del Rey a disfrutar de la vida y sus placeres cual Austin Powers, como cualquier hijo de vecino.Claro que caprichos de 30.000 euros no están al alcance de cualquiera, pero por algo es el primero de todos los españoles...en hacer lo que le sale de los reales.
Yo no sé si lo que cazó el Rey fue una melopea, un elefante, un resfriado, un tropiezo o un motivo para situarle en la incierta senda iniciada por su antepasada, la reina Isabel II, cuyo canal ha pasado a la historia. Lo que sí sé es que una persona de esa edad (74) debería cuidarse mejor, por respeto a sí mismo y a los suyos. Igual que sé que una persona con esos cargos (Rey de España y Jefe del Estado), debería actuar con responsabilidad y ejemplaridad, por respeto a todos los que viven en el país que le da sustento. Por eso, con la que está cayendo (en lo económico y en lo monárquico), largarse de España para correrse una juerga cinegética o de cualquier otro tipo pagando un pastizal, no es lo mejor para el país ni para la sociedad ni para la corona como institución. Es una cagada. Y una vergüenza. Y una total falta de sensatez, responsabilidad y consideración.
Si el Rey quiere seguir con el living la vida loca, está en su perfecto derecho...siempre y cuando lo haga desprovisto de su condición de monarca y cabeza del Estado. Hacer cosas como ésta, con el dinero de todos y con el cargo que tiene, es un buen motivo o bien para reclamar a grito pelado la abdicación o bien para empezar a entonar cierta versión del himno de Riego.
Claro que, visto lo visto, empiezo a pensar que al Rey la canción que de verdad le gusta es aquella ranchera que decía eso de "con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley". Pues eso. El tema es que esa misma canción decía "no tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda". A este paso, seguro.
domingo, 15 de abril de 2012
100 años, 1517 historias
Ahora, hace justo cien años, el Titanic se hundía en un accidente que supuso la muerte de 1517 personas. Después de todo lo visto, leído y hablado sobre este mítico suceso, cualquier cosa que se diga al respecto suena a redudante, a más de lo mismo, a lluvia de tópicos y lugares comunes. Por eso, sólo diré que, para mí, por encima del misterio y el asombro que rodea a esta tragedia, lo más interesante son las historias de cada una de las personas que iban en ese barco, especialmente de quienes perecieron. De ahí que, por ejemplo, actualmente me llame mucho más la atención las biografías de los españoles que se vieron involucrados en esta noticia universal que los típicos reportajes sobre el barco, el iceberg y las curiosidades y mitos que lo rodean. Por cierto, respecto al magnético encanto que aún hoy genera este desastre, coincido con quienes opinan que se debe a que en ese barco iban tantas personas y sucedieron tantas cosas que es muy complicado no encontrar alguien con quien nos identifiquemos o algo que no nos parezca interesante.
Creo que el Titanic fue una muestra más de eso que cíclicamente la vida se encarga de recordar a todo el personal del planeta: que somos mortales y que nuestra existencia se acaba cuando menos te lo esperas. "Memento mori", decían en la Antigua Roma. La destrucción volcánica de Pompeya, el terremoto de San Francisco,el Hindenburg, Chernobyl, el tsunami del índico en 2004 o los desastres naturales en Japón en 2011 son otros capítulos de esa historia de la pequeñez humana, de la fragilidad de nuestra vidas.
Dicho lo cual, creo que una buena reflexión que se puede hacer a propósito del Titanic es la siguiente: Vivir de forma que, si por desgracia nos vemos involucrados en una situación como la que que vivieron las 2.227 personas que iban a bordo en esa legendaria embarcación, podamos estar felices de qué y cómo hemos vivido hasta ese momento. Es decir,vivir de tal modo que siempre estemos en paz con nosotros mismos y con los demás, porque si no, cuando llegue ese instante que todo el mundo tratamos de olvidar, nos sentiremos como unos gilipollas que han desaprovechado el tiempo y las oportunidades.
Para terminar, nada mejor que el silencio para honrar a todos esos miles de sueños y proyectos que una noche hace cien años murieron en el Atlántico.
viernes, 13 de abril de 2012
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
Genial promo y mejor reflexión. Es curioso volver la vista a los 80 y ver cómo la felicidad era mucho menos complicada que hoy en día...Para todos aquellos que fuimos niños en los 80 y nos creímos lo que nos contaban, este vídeo seguro que nos gusta.
jueves, 12 de abril de 2012
Lo que pasa en España (en serio)
Creo que son las mejores explicaciones que he visto sobre lo que está pasando en España en los últimos años. O, dicho de otra forma, son dos vídeos que consiguen lo que no podemos esperar de ningún político, economista, banquero y periodista en este país: exponer fenomenalmente cómo cojones hemos llegado a esta situación tan lamentable, grave y ridícula.
Merecen la pena, de verdad. Genial trabajo de Aleix Saló.
miércoles, 11 de abril de 2012
Subida de transporte, bajada de peso
Se acerca el verano y hay que afinar la figura. Es el momento de mentalizarse para soltar lastre y decir adiós a las lorzas, michelines y demás reservas de manteca acumuladas durante el invierno. Un trance duro, difícil y en el que cualquier ayuda es bienvenida. Y el Gobierno de la Comunidad de Madrid quiere ayudar a sus habitantes a iniciar la llamada "operación bikini" por encima de cualquier reparo o pereza. ¿Cómo? Subiendo el precio del transporte en la región, a partir de mayo. Da igual que la Presidenta escamoteara la verdad horas antes del encarecimiento. Todo sea por la salud y el tipo de los madrileños. Por ejemplo, el abono mensual de tipo A se ha incrementado 3,7 euros hasta los 51,30 mientras que el billete de 10 viajes sube 2,7 euros para costar 12. Así, el transporte pasa de ser un servicio público a un lujo al alcance de cualquiera (que quiera o pueda pagarlo, por supuesto).

La cuestión no es el incremento en sí (que es bastante nimio) ni tampoco que el coste del transporte en Madrid sea barato en comparación con el de otras grandes urbes extranjeras (porque el nivel salarial en ellas lo hace asequible) ni si es la mejor medida para mantener la viabilidad del sistema de transportes con la que está cayendo (¿seguro que se han agotado todas las demás alternativas?).
No,lo verdaderamente importante es si con esta subida a nadie se le cae la cara de vergüenza.
martes, 10 de abril de 2012
Los videojuegos como arte
¿Tienen cabida los videojuegos en otro contexto que no sea el de las consolas y ordenadores? ¿Sería posible verlos como parte de una exposición en un museo? ¿Se puede considerar los videojuegos como arte u obras artísticas? Estas y otras cuestiones articulan un debate cada vez más vivo gracias al progreso técnico y la calidad de los juegos. Hoy por hoy, la respuesta a estas preguntas es sí.
Lo cierto es que hay mucha polémica surgida en torno al tema, igual que en su día la hubo respecto al "arte pop", al cómic (controversia aún vigente ésta) o como la que actualmente rodea al "arte urbano". Una discusión cuyo telón de fondo es el cuestionamiento y la redinifición de los conceptos de "arte" y "cultura" en la actualidad.
Últimamente están surgiendo varias noticias al respecto: La genial Rockstar Games ha anunciado que los macarras de la mítica saga GTA tienen cabida en la exposición Diseño británico 1948-2012: Innovación en la edad moderna, actualmente programada en el flemático Victoria and Albert Museum de Londres. Aún más arriesgada es la apuesta del Museo Smithsonian de Arte Americano de Washington, que ha programado una exposición bastante explícita en su postura: El arte de los videojuegos. Por contra, el diario New York Times ha hecho un exhaustivo reportaje sobre la historia de los videojuegos en donde éstos no quedan muy bien parados en la valoración. En una línea similar, el requetefino periódico Le Monde ha publicado una entrevista a un sociólogo sobre este debate y en la que afirma que los videojuegos no formarán parte nunca de la "gran cultura". Lo dicho, un debate muy actual y polémico.
Lo cierto es que, en mi opinión, obras que en lo visual son tan apabullantes como en su día fueron las vanguardias artísticas; que en lo argumental no tienen nada que envidiar a las mejores películas y novelas; que en lo musical poseen unas melodías muy cuidadas y que consiguen evadir y epatar como la mejor pintura o escultura, ¿por qué no pueden ser consideradas arte? Los videojuegos forman parte de la sociedad de nuestro tiempo y, por tanto, de nuestra cultura. ¿O no?
Ciertamente,desconsiderar la calidad artística de los videojuegos por su finalidad lúdica me parece menospreciar injusta y gratuitamente un ingenio y un talento descomunales de unas obras que, con todo merecimiento, en España son consideradas bienes culturales.
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