viernes, 20 de abril de 2012

La crisis: incompetencia y estupidez

Hoy no voy a ser original. Y tampoco me voy a esforzar mucho. A veces, encontrar algo ingenioso y ajeno te ahorra mucho tiempo y sólo te tienes que molestar en quitarte el sombrero, aplaudir o decir "olé".

Recientemente, he visto en un blog (bastante recomendable) un post muy interesante sobre un análisis atribuido a Albert Einstein respecto a la crisis (la de su época, claro) que no ha perdido un ápice de vigencia. Antes de transcribir esas palabras (bastante difundidas online en los últimos años), tengo que indicar que la autoría de Einstein no está nada clara, si bien hay personas que las vinculan a su libro The world as I see it  (en castellano Mi visión del mundo). El caso es que Einstein (o quien fuera) dijo esto:

No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo.La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla”.

Muy relacionada con la incompetencia es la estupidez humana, de la que el propio Einstein dijo: "Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana; y del universo no estoy seguro". 

Lo cual, a su vez, nos lleva al Principio de Hanlon que recordaba Aleix Saló en su genial explicación de la crisis y según el cual: "Nunca le atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez".

Viendo las noticias de las últimas semanas, no queda más remedio que estar completamente de acuerdo. ¿O no?

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