Tras el incómodo partido en Lisboa, se agradeció la plácida tarde vivida en el Metropolitano. El Levante, cargado de tanta voluntad como impotencia, ayudó bastante a que el encuentro resultara tan peligroso para los rojiblancos como el ataque de ira de una tortuga. El Atlético, por su parte, se dedicó a controlar el partido con una superioridad evidente que, por un lado, ayudó a disfrutar con varias jugadas de mérito y, por otro, permitió a algunos jugadores tener la comodidad y tranquilidad necesarias para reivindicarse, véase Correa (hizo varias cosas bien, lo cual es todo un hito) y Vitolo (quien está cogiendo confianza e influencia en el momento definitivo de la temporada). La conclusión de todo esto: 3-0, una victoria más y un partido menos. Al margen de esto, hubo una cosa que quedó clara para todo aficionado: los penaltis dudosos o inexistentes sólo se pitan a favor del Real Madrid, por desgracia para "Fortnite" Griezmann.
Así las cosas, los mayores y menores (el Día del Niño se notó) que asistieron al partido pudieron vivir una goleada para todos los públicos en una tarde que pasará a la historia por varios motivos: por ser la primera en que el graderío del Metropolitano se cubrió con un tifo ("115 años contigo"), por asegurar la presencia en la próxima Champions League por sexto año consecutivo y por el gol 100 de Fernando Torres en Liga. Por cierto, hablando de la leyenda conocida como "El Niño": visto lo visto siguiendo siendo útil o, al menos, su rendimiento no es peor que el de otros que han gozado de más minutos. De lo que no hay duda es de que el cariño y respeto que se tiene a Fernando Torres por parte de la hinchada colchonera está por encima de cualquier pasado, presente o futuro.
Lo mejor de todo es que, afrontando ya la recta decisiva de las competiciones liguera y europea, el equipo parece, en líneas generales, bastante más entonado y con una mejoría patente en varios jugadores de los que se espera que firmen sonrisas rojiblancas en esos niños que, como ayer, acudieron al Metropolitano, con su papá de la mano, como diría el gran Joaquín Sabina.
¡Aúpa Atleti!
Lo mejor de todo es que, afrontando ya la recta decisiva de las competiciones liguera y europea, el equipo parece, en líneas generales, bastante más entonado y con una mejoría patente en varios jugadores de los que se espera que firmen sonrisas rojiblancas en esos niños que, como ayer, acudieron al Metropolitano, con su papá de la mano, como diría el gran Joaquín Sabina.
¡Aúpa Atleti!
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