Como cantó Sabina, yo descubrí al Atleti y al Calderón "con mi papá de la mano", junto con mi hermano (aunque él siguió el camino de los leones de San Mamés). Ahora, tras casi treinta años de aquello y cincuenta de estadio, toca despedirse: crecer es aprender a decir adiós. Y también lo haré con mi padre (es el segundo estadio del Atleti que despide), pero ya no de la mano, sino hombro con hombro. Por eso, a unas horas de decirle "hasta siempre" al estadio del Atlético de Madrid, la melancolía llega antes que los pelos de punta y las lágrimas rodadas.

Así pues, que caiga el telón por todo lo alto: despidamos al Calderón como se merece una pareja que nos lo ha dado todo. Y luego, a luego mirar al futuro, porque el hogar nunca es un lugar geográfico sino unas coordenadas emocionales: allí donde esté el corazón, es decir, el nuevo estadio Metropolitano. Un sitio fantástico para que cualquier niño pueda descubrir al Atleti de siempre...con su papá de la mano. ¡Aúpa Atleti!
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