jueves, 13 de septiembre de 2012

Hopper: directo, íntimo, genial

Anoche tuve la suerte de acudir a una interesantísima visita guiada a la estupenda exposición sobre Edward Hopper que alberga, ya en sus últimos días, el Museo Thyssen-Bornemisza

La muestra, ideal para tener una visión bastante completa de la vida, obra e influencias de este pintor norteamericano, nos acerca a un genio tan solitario como inteligente cuya mirada limpia y directa nos convierte en testigos de una realidad íntima, sugerente y con una pátina de imperfección irreal

Sus cuadros son una invitación a la imaginación más voyeur e intimista, a idear, a adivinar historias a partir de las escenas y lugares que él pinta. En ese sentido, la obra de Hopper es una encrucijada pictórica entre el fotoperiodismo, el realismo sucio literario y el cine (especialmente el noir). Asentado en la frotera creativa entre varias artes, sus pinturas nos saben a los relatos del gran Raymond Carver, tienen la súbita genialidad de Cartier-Bresson y el alma de las películas de Mamet, Wenders y Lynch.

Así las cosas, los cuadros de Edward Hopper no sólo son un relajante placer para la vista sino un sutil pero contundente estímulo para imaginar y dejarse llevar por cualquiera de las historias que cabe dentro de cualquiera de sus obras.

En definitiva, un gustazo que recomiendo disfrutar (aunque sólo sea por Google).

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

Es una magnífica exposición. Tenía que haber hecho como tú y coger una visita guiada pero no se me ocurrió.
Salu2