lunes, 5 de julio de 2010

José Luis, el padre Urriza

Hay veces que es demasiado fácil y hasta oportunista hablar bien de alguien cuando ha muerto. Por eso, creo que tiene mayor mérito, en todos los sentidos, loar las virtudes y el buen hacer de quien aún permanece en el mundo de los vivos y no tiene visos de diñarla. De ahí que, aunque lo pueda parecer, este artículo no es una elegía. De ser algo, es un agradecimiento.

El párroco de mi iglesia, Nª Sª de la Consolación, siguiendo su voto de obediencia como agustino recoleto, abandona el puesto para marchar a tierras valencianas después de casi una década al frente de una parroquia a la que ha revitalizado, con esfuerzo, tesón, sensatez, buen humor y una increíble calidad y calidez humana. Muestra de ello es el overbooking dominical que ha ofrecido todos estos años la misa de las 13:00, la suya, o las numerosas iniciativas surgidas bajo su amparo.
Se llama José Luis Urriza y un ejemplo de cuán cercano y campechano es este hombre es que no pocas personas se dirigen a él con afecto y naturalidad sólo como "José Luis" o "Urriza".

Antes de seguir, conviene aclarar lo siguiente: A lo largo de mi escasa vida he tenido la oportunidad de conocer a numerosos hombres de la Iglesia; supongo que todos ellos buenísimas personas, píos, etc, etc, pero no se puede decir lo mismo de su talento evangelizador ni de su cercanía y calidad humana. En eso, hasta hace nueve años, sólo conocía a tres, por desgracia ya fallecidos: El padre Carlos, el padre Eduardo y el padre Oneca. Desde entonces, sumé un cuarto nombre a esa peculiar selección. El de José Luis.


Su amena forma de impartir misa, su trato familiar a los feligreses, sus acertadas homilías alejadas de cualquier pompa pretenciosa y en las antípodas del lenguaje críptico-etéreo que tanto se estila entre los ministros cristianos, son los rasgos distintivos de este buen pastor, o, mejor dicho, magnífico pastor que ha conseguido que el hecho de ir a misa no parezca una penitencia del Tártaro ni un encuentro con el tedio más soporífero, sino más bien lo contrario.


En fin. Es una pena y una inmensa suerte que hayas dejado el listón tan alto, padre. Sólo espero y deseo que tu ejemplo de "buen hacer y mejor ser" cunda allá donde estés, José Luis. En la Consolación, te aseguro que has dejado una huella difícil de igualar, Urriza. ¡Buena suerte y hasta pronto!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me uno a tu opinión, muchos hemos sido testigos del buen hacer de José Luis en la parroquía, pero muchos más hemos sido testigos de su calidad humana, y digo muchos más porque ha sido cercano y ha estado pendiente no solo de los feligreses de la Consolación, sino de muchas gentes no siempre cercanas a la iglesia. Es una autentica pena que de forma un tanto inesperada lo alejen de nuestra parroquia.

FINA dijo...

Me alegra que gente jóven reconozcan los valores de José Luis Urriza.
Todas las personas que le han cono cido tienen un recuerdo bueno de él
tanto los mayores, medianos y pequeños. Le he visto cuidar con tanto cariño al P.Eduardo, citado en el escrito, durante el tiempo que coincidieron en la Parroquia y sobre todo en la enfermedad y últimos días del P. Eduardo, que retrata como es. Que suerten los feligreses de su actual Parroquia Ntra. Sra. de la Esperanza de Valencia

Arcanos dijo...

Buenas,

El domingo tuvimos una Peregrinación en Valencia varias parroquias y tuve el privilegio de conocer a José Luis Urriza. Tan grata impresión me causó que no he podido menos que buscar algo de información sobre él en Internet y me he encontrado con esta entrada que encierra tanto cariño hacia su persona. Puedo dar fe de que en la Parroquia Nuestra Señora de la Esperanza se le tiene mucho aprecio puesto que hablé con algunos de sus feligreses y también con varios sacerdotes que ya lo conocen bien y le tienen mucha estima.

Esperamos, los valencianos, hacernos merecedores del privilegio de tener en nuestra Diócesis a este gran sacerdote.

Un saludo para todos ustedes.

Anónimo dijo...

Tuve la gran suerte de tenerlo como tutor en el colegio agustinos de pamplona, fue mi tutor en octavo de egb y tengo un recuerdo invorrable de el, ese año fue un año dificil para mi y me ayudo un monton y al final consegui aprobar gracias a su apoyo, costancia y tenacidad, alla donde estes un saludo muy fuerte.

FINA dijo...

Todo lo bueno de José Luis Urriza se ha dicho aqui asi como en los muchos escritos que ha recibido de las personas que le conocían Hace ahora aproximadamente, dos años y medio que tomo posesión como Párroco y Prior de Ntra.Sra. de la Esperanza en Valencia.
Su llegada a la misma ha supuesto un cambio en- tre la feligresia, que el número de personas que asisten y participan en las actividades han aumentado, en ambos casos considerablemente. Una
de las primeras cosas que hizo fue adquirir un
Via Crucis, que no tenía la Iglesia. Cuando se enteraron los feligrese del proyecto todos que-
rian colaborar con su aportación económica y te-
ner una Estación adquirida por ellos. El Padre Urriza, tiene un don especial que allá donde va
ya, sera muy bien recibido y querido. Enhorabue
na a los valencianos por la suerte que tienen.
ADIOS.

Anónimo dijo...

Nos unimos a estos comentarios. José Luis , el Padre José Luis cómo dice un buen amigo con discapacidad que no puede ver el mundo físico pero si puede ver en el "corazón " . José Luis es un cura "cojonudo".
Con testimonios de fe y servicio como José Luis seguro que estarían las Parroquias a rebosar...
Un abrazo y te queremos José Luis...