En los últimos años, algo está cambiando en
el mundo de las series de televisión. Hasta
hace no mucho, una serie se conocía casi exclusivamente por las estrellas
que lideraban su reparto o por los personajes que se ganaban la atención del
público, eclipsando así el mérito de las personas que, detrás de las cámaras,
conseguían que una serie fuera un éxito o un fracaso. Gente con un talento innegable
que sin embargo no tenía ni de lejos la
repercusión mediática o el reconocimiento popular que tienen los actores
pero a los que tanto los actores como los amantes de las series, debíamos y
debemos mucho. Son las personas que se pueden etiquetar como los “creadores” o “responsables” de las
series de TV, independientemente de si su función es la de guionista,
productor, director o la de “showrunner”,
término por cierto cuyo uso se ha disparado de un tiempo a esta parte. Son las
manos que mecen las series y los grandes sufridores durante mucho tiempo de una situación de marginación, de
desconsideración bastante injusta: ¿a alguien le cabe en la cabeza que todo
el mundo recordara a Romeo, Julieta o Hamlet pero no a William Shakespeare? ¿O
que alguien fuera fan de Don Quijote sin saber quién fue Miguel de Cervantes?
Pues precisamente eso es lo que estaba ocurriendo en el mundo de las series
hasta hace nada.
Pero, como digo, las cosas están cambiando. Y
mucho. Tanto que ahora no es nada extraño no ya que los responsables sean
conocidos más allá del ambiente seriéfilo sino que sean utilizados como reclamo mediático del mismo modo que antaño se
utilizaban a los actores. Es decir, ahora ya no es inusual que se promocione
una serie o se hable bien de ella utilizando el cada vez más frecuente “Una serie de…”. Y esos puntos
suspensivos hoy se pueden rellenar con nombres que hoy son la referencia de la
industria televisiva en lo que a la ficción se refiere y a los que muchos en
todo el mundo veneran como si fueran genios (cosa que, en la mayoría de los
casos, está bastante justificada). ¿Qué nombres? Pues, por citar sólo
algunos ejemplos: David
Simon (The wire, Treme), Matthew Weiner (Mad men), David Chase (Los Soprano), David Benioff y D.B.Weiss (Juego de tronos), Frank Darabont y Glen Mazzara (The walking dead), Vince Gilligan (Breaking bad), Nic Pizzolatto (True detective), Ryan Murphy (Glee, American Horror Story), Jenji Kohan (Orange is the new black), Bryan Fuller (Hannibal), Lena Dunham (Girls), Alex Gansa (Homeland), Damon Lindelof (Perdidos), Steven Moffat (Sherlock), David Shore (House), Aaron Sorkin (El Ala Oeste de la Casa Blanca, The Newsroom)…
Por todo ello, aunque resultaría exagerado decir que vivimos en una
época de “series de autor” no sería tanto afirmar que nunca antes los creadores
de las series han tenido un reconocimiento y una visibilidad tan grandes. Y
merecidamente. Hay que ser agradecidos con quienes nos hacen disfrutar durante
tantas horas.
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