"Se ha perdido la Justicia. Se ha violado la Justicia. Se ha ido la Justicia". Así dice la letra de una mítica canción de Metallica, ...And Justice for all. Pero también podría ser la mejor reflexión respecto a dos noticias que han marcado este verano.
Una de ellas, nacional: la concesión del tercer grado a ese montón de mierda etarra llamada Josu Uribetxeberría Bolinaga. Facilitar la libertad a un hombre que se dio a conocer por privar de ella a un ciudadano inocente; aplicar razones humanitarias para alguien que pertenece a un grupo terrorista caracterizado por asesinar, atentar, secuestrar, extorsionar y burlarse de todo un país; estirar el entendimiento de la Ley para beneficiar a un individuo cuya conducta ha consistido en no respetarla; tener misericordia con un miembro de ETA...todo es una infame, asquerosa e indefendible mofa, no ya a las víctimas de ETA sino a todos los ciudadanos de bien, lo quiera entender o no el ¿Gobierno? de España. Mal está que en nuestro país no exista ni la pena de muerte ni la cadena perpetua para privarnos de estos monstruos, pero ya que se utilice la Ley de una forma cuestionable para endulzar o aliviar las condenas de estos cabrones va más allá del esperpento. Curiosamente, como si tratara de remendar el despropósito organizado por Prisiones e Interior, la naturaleza lo ha puesto en su propio corredor de la muerte. Justicia poética lo llaman.
La otra noticia, internacional: la condena a 21 años de cárcel para Anders Behring Breivik por el asesinato de 77 personas en Noruega. Vamos, que el coste por la vida inocente en ese país está a casi 100 días por personas. Es decir, que por poco más de tres meses puedes estar en paz con la Justicia si te cargas a alguien. Noruega, todo un Valhalla para los asesinos. Y si no lo es, desde luego, lo parece.
En definitiva, que la vida de un inocente no vale una mierda. Y la Justicia, menos. Y es que, como dice la canción de Metallica, el martillo de la Justicia te aplasta. Pues eso.
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