Se va. Se hartó. Se cansó. Se desilusionó. Se va. El "Kun" Agüero, referente deportivo y emocional del Atlético de Madrid, quiere irse y se irá. El que hace años convirtió al "ex equipo de Fernando Torres" en el "AtlétiKun" ha decidido convertirlo ahora en el "ex equipo de Sergio "Kun" Agüero". Lógico: El Atlético de Madrid actualmente (y desde hace demasiados años) es un lugar donde la genialidad y la brillantez no encuentran acomodo al ser un marasmo de mediocridad e insensatez que priva a los grandes jugadores de aspirar a títulos. Una entidad en la que el éxito se ha convertido en una excepción y la vulgaridad una costumbre emanada y alentada desde los despachos. La misma razón que hace cuatro años suscitó la migración de ese icono colchonero que fue, es y será Torres. Nada nuevo.
¿Los culpables? Casi en exclusiva, por reiteración y permanencia, los dirigentes: Enrique Cerezo, el productor con cabellera de playmobil, y Miguel Ángel Gil Marín, el fraudulento máximo accionista. Unos bobos muy listos que desde hace casi una década compiten bochornosamente entre sí para ver quién de los dos tiene menos vergüenza y sentido común; unos cretinos indignos de la historia del club y de la afición que se han especializado en devaluar deportivamente al Atlético permitiendo que directores deportivos lamentables, entrenadores "low cost" y jugadores con más jeta que talento no tengan reparo alguno en mancillar el cariño de la afición y el historial de un equipo. Unos impresentables que por decencia deberían haberse ido ya hace años o, mejor dicho, nunca haber puesto un pie en el Calderón.
Si a ese escenario le añadimos la ponzoñosa soberbia que ha pervertido a un buen entrenador como Quique Sánchez Flores, el irresponsable e insospechado egocentrismo de Forlán, un vestuario desquiciado por las luchas internas y una costosa plantilla que mayoritariamente parece haber sido contratada en un bazar chino, el resultado es el que ha sido: Una temporada lamentable (y van...).
Así las cosas, a nadie le debe extrañar que los cracks, las estrellas, el talento quieran irse del Atleti como alma que lleva el diablo. El Kun, mito de importación, ya ha soltado amarras. De Gea, mito de exportación, puede ser el siguiente...
Quizás a los aficionados colchoneros como yo nos dolería menos todo esto si fuéramos conscientes de que el Atlético que legó Jesús Gil es un bonsai que se cree secuoya. O quizás por eso precisamente nos duele tanto.
Sea como fuere, no me apena que el Atleti se despida por enésima vez de sus mitos e ídolos de la afición, porque siempre surgen otros para recoger el testigo del cariño y la admiración, como dije hace años en el artículo "Con indios así". Lo que me apena es que el Atlético les incite a ello a base de vulgaridad.
Espero y deseo que el Kun encuentre un equipo que no le quede pequeño y, mientras, que en el Atleti alguien se preocupe de verdad por hacerlo de nuevo grande.
Mientras tanto, yo seguiré estando orgulloso de animar a un club que antaño sudaba la magia para hacer historia.
3 comentarios:
Una pena para el Atlético de Madrid pero seguro que un acierto del Kun.
Ya hay quienes están organizando una "acampada-protesta" por este tema... http://www.as.com/futbol/articulo/llamamiento-acampada-calderon-salida-kun/20110524dasdasftb_18/Tes
Esto sí era un equipo: http://www.marca.com/reportajes/2011/05/atleti_doblete/index.html y no lo de ahora.
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