lunes, 17 de enero de 2011

"Fantástico Sr.Fox": Cine para niños grandes

Roald Dahl es un nombre muy ligado a mi infancia, igual que lo son Gianni Rodari, Juan Muñoz Martín, Jordi Sierra i Fabra, René Goscinny, Ángela Sommer-Bodenburg, Michael Ende, Joan Manuel Gisbert...autores que, unidos a otros ajenos al ámbito infantil como Pío Baroja o Miguel Delibes, son los corresponsables, junto a mis padres y algún profesor, de mi temprano amor por la literatura y mi afición a evadirme con asiduidad en parajes imaginarios. Pero, volviendo a Dahl, es el hombre responsable de uno de mis libros favoritos desde que mi alzada era escasa: "El superzorro". Por eso mi interés y curiosidad por ver su traslación al séptimo arte, que, verbigracia del DVD, recientemente he visto.

Antes de ver la película, estaba razonablemente tranquilo por dos razones: Primero, las anteriores adaptaciones cinematográficas de obras de Dahl han sido bastante aceptables ("James y el melocotón gigante", "Matilda", "Charlie y la fábrica de Chocolate"), y, segundo, el director y guionista de "Fantástico Sr.Fox", Wes Anderson, me parece lo suficientemente ingenioso y diferente (sinónimo de independiente) como para saber captar atinadamente el espíritu de Dahl. No me equivoqué: "Fantástico Sr.Fox" es brillante, se mire por donde se mire. Dada su fidelidad al original literario, la lucha de inteligencia entre un zorro (un Renart de nuevo cuño) y tres aviesos granjeros entretendrá enormemente a los infantes y lo que es mejor: el toque de Anderson (con alguna acertada licencia) la convierte en una película que los adultos disfrutarán enormemente, por las lecturas que sólo ellos pueden extraer de ciertas escenas o diálogos. 
Esa cualidad o virtud, la de hacer una película ambivalente para niños y adultos, es para mí la mejor de cuantas atesora la citada producción. Un rago que, por cierto, comparte con otras sobresalientes películas que, sobre el papel, están destinadas a un público infantil pero que, de facto, son aún más disfrutables por los adultos: Ahí están la sensacional "Donde viven los monstruos" (estupendo film de Spike Jonze basado en el clásico homónimo de Maurice Sendak); algunas joyas de Pixar como "Toy Story 3",  "Up" o "WALL-E"; títulos de culto como "Dentro del laberinto"; o, incluso, la "Alicia en el país de las maravillas" de Tim Burton (a propósito del homónimo de Lewis Carroll). Muestras de talento e ingenio que demuestran rotundamente que "infantil" en ocasiones es sólo una etiqueta. Es más, hay películas y libros supuestamente infantiles que sólo se pueden apreciar en su justa medida siendo adultos. Y "Fantástico Sr. Fox" es un ejemplo.
Al acabar este film el espectador tiene el regusto de haber disfrutado como un niño...quizás porque haya entendido la principal moraleja de la película: la astucia no tiene edad. Y eso el sagaz Wes Anderson lo ha demostrado al no ofender con esta película la inteligencia de los niños ni de los que una vez lo fueron.

1 comentario:

ty dijo...

Me la apunto. Dahl y Rodari son grandes maestros, junto con Óscar Wilde, de la literatura infantil.

Un saludo,
Sara.

P.D.: He cambiado la dirección de mi blog. Ahora es www.saralopezmoreno.blogspot.com. ¡Nos leemos!