El grupo de asesinos terroristas conocido como ETA acaba de anunciar en un comunicado un alto el fuego "permanente, general y verificable". Quiero pensar que se ha terminado por fin una de las mayores amenazas para la vida y la libertad de todos los españoles. Quiero creer que éste es el comienzo del fin de esa serpiente que ha cortado con la brutalidad de un hacha miles de vidas y sueños. Quiero convencerme de que hay un motivo para la esperanza. Y en eso estoy.
Mientras tanto, sigo pensando que la historia y las hemerotecas no invitan al optimismo. Sigo pensando que es el enésimo intento de unos cobardes asesinos para coger aire y distender la soga de la horca jurídico-policial que amenaza con hacerles desaparecer para siempre. Sigo pensando que la muerte, o la cadena perpetua en su defecto, es el mejor destino que deben tener los integrantes y simpatizantes de esa abominación cruel y sanguinaria conocida como ETA. Sigo pensando que el comunicado de los terroristas es un ejemplo magnífico de manipulación del lenguaje y que lo que se lee entre líneas es delirante e inquietante. Sigo pensando que es una perversión apta para ignorantes o canallas dotar de dimensión internacional lo que es un problema exclusivamente nacional. Sigo pensando que es un error colosal querer dar una solución política (y no penal) a lo que es un asunto escrupulosamente criminal. Sigo pensando, con el máximo respeto, que sólo se puede hablar de Euskal Herria con la misma seriedad y base histórica con la que se puede hablar de Oz, Narnia, Cimmeria, Góndor o cualquier otro territorio quimérico sacado de una chistera. Sigo pensando que para llegar a esta ridícula situación, con esa no menos ridícula pretensión que esgrimen, no hacía falta matar, mutilar ni extorsionar durante décadas a centenares de inocentes. Sigo pensando que los terroristas, lo único mejor que hacen además de destrozar vidas ajenas, es engañar. Sigo pensando que cualquier logro político no puede tener como antecedente un camposanto.
Y, mientras tanto, espero y deseo de veras que sea el final de esta pesadilla que los españoles en general y los vascos en particular no tuvieron jamás que vivir.
Y, mientras tanto, espero y deseo de veras que sea el final de esta pesadilla que los españoles en general y los vascos en particular no tuvieron jamás que vivir.
3 comentarios:
Bueno, es un análisis válido, pero considero que no se puede soñar que sea verdadera si bajo el máximo nivel de precauciones, no se cree en él. Y por supuesto que esconde un discurso que implica que el referendum debe de ser basado única y exclusivamente en el resultado del País Vasco. Sin embargo, hay que tener en cuenta que España también tiene su propio discurso y una cosa es la violencia y otro el diálogo democrático. Y de eso se trata, de diálogo democrático. Al menos hay que negociarlo (en la negociación ambas partes han de ceder)
Me encantaría que fuera verdadera, pero no lo creo. Especialmente desde el mismo instante en que ponen "condiciones". ¿Condiciones? ¿Unos asesinos? ETA tiene dos opciones: O rendirse o rendirse.
Me parece un chiste que la agenda política y las condiciones las marque una banda de asesinos.
Dialogar, democráticamente o no, se dialoga con seres humanos, no con monstruos y por monstruos aludo a los asesinos de ETA y a todos los que les apoyan, jalean, piden acercamiento de sus presos y demás sandeces.
Sin que sirva de precedente, suscribo punto por punto lo dicho por el Rasputín del Gobierno: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/10/espana/1294665337.html
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