Semana Santa. Tiempo de recogimiento e introspección. Tiempo de vivencia íntima, discreta y austera de la Pascua. Tiempo de silencio. Tiempo de fe. Tiempo de procesiones. Tiempo en que las calles de la España patanegra hablan de tambores y trompetines. Tiempo en que las ciudades huelen al luto de la cera y el incienso. Tiempo en el que los capirotes recortan siniestros la luz de los faroles. Tiempo de pasos silenciosos y acompasados ante ojos y pies quietos...Tiempo de estampida generalizada nivel "sálvese quien pueda (pagárselo)". Tiempo de simulacro veraniego. Tiempo de colesterol automovilístico. Tiempo de iglesias con overbooking de postureantes y playas llenas de católicos practicantes. Tiempo donde la clemencia primaveral desentierra la nivea y las postales. Tiempo en que unos se pasan a Cristo por los hombros y otros por el triunfal arco de la indiferencia genital...Todo eso son estos días que invitan al exotismo religioso o a la religión como coartada.
Sin embargo, no voy a fustigar con cinismo y sarcasmo las contradicciones que podemos presenciar o protagonizar en estos días tan sacros. Quiero dirigir la mirada a lo que pasa sistemáticamente en televisión en Semana Santa. Y no, no me refiero a las escenas donde las celebrities de turno intentan blanquear urbi et orbe su banal y estrafalaria existencia con Postureo Ultra, asomándose a balcones o parapetándose en primeras filas, siendo muchos de ellos más canallas que Barrabás y muchas de ellas más putas que la de Madgala. Me refiero a esa locura que se desata automáticamente en la parrilla de programación ofreciendo cualquier película de cuando las sandalias eran trending topic y el personal sólo sabía contar con palitos. ¿Es también una tradición? ¿Una enajenación mental transitoria? ¿Es un despiporre levantado sobre la complicidad del espectador? Lo digo porque es cuando menos llamativo que los canales se llenen de peplum como si fuera una invasión de medusas y por la pantalla televisiva desfile todo lo que huela a Antigüedad (hebreos, romanos, griegos, egipcios...) con el mismo garbo con el que Raphael se pasea por Nochebuena como el fantasma de las navidades pasadas. Y conste que yo soy un cinéfilo de pro y un apasionado de la Historia (especialmente la antigua) pero es que la oferta televisiva de la Semana Santa parece el camarote de los Hermanos Marx en versión Antes de Cristo (o, a lo sumo, con Cristo). Es cierto que la "percha" para la emisión de algunas películas es congruente por su vinculación directa o tangencial con lo que aparece en la Biblia (aunque sea incluso en el Antiguo Testamento) pero en otros casos parece que las únicas palabras clave que manejan los responsables de programación son "cinemascope" y "sandalias", pero aunque sólo sea ateniéndonos a las películas bíblicas el nivel de saturación y reiteración es tal que se han convertido en el equivalente semanasantero a las galas navideñas de José Luis Moreno. Es verdad que muchas de estas películas tienen el poder de una magdalena de Proust y te hacen caer por la madriguera del recuerdo cual Cinexin en reversa, remontándote a los buenos viejos tiempos donde uno era muchas cosas pero no viejo. Y no menos verdad es que muchas de estas películas tienen calidad y entidad suficientes como para aguantar varios visionados. Pero...coño, "un poquito de por favor", amigos programadores, que esto ya roza el nivel de un chiste.
Yo, particularmente, prefiero tomarme con humor este guateque del peplum que organizan las televisiones estos días tan señalados. Así las cosas, me imagino la parrilla televisiva de esta semana como un estrafalario y caótico backstage por el que transitan alocadamente los personajes de estas películas tan clásicas (en todos los sentidos) y, en una de esas idas y venidas para asomarse a las pantallas de nuestras casas, no sería nada descabellado presenciar un diálogo como el siguiente:
- A ver Los Diez Mandamientos con mi amigo Sinuhé, el egipcio. ¿Y tú, Espartaco?
- He quedado con Sansón y Dalila para ver Rey de Reyes, que es la Historia más grande jamás contada.
- Oye ¿sabes algo de Barrabás?
- Ni idea. El otro día le vi charlando con Gladiator pero llevaba prisa y no me paré a preguntarle. A lo mejor están con Demetrius y los gladiadores viendo otra vez La túnica sagrada.
En fin. Feliz Semana Santa a todos.
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