Dice uno de los axiomas del álgebra que el orden de los factores no altera el producto. Pues, no sé...depende. En la vida real, no siempre. Especialmente, en según qué ambitos. El catre es uno. El trabajo, otro. Veamos un ejemplo:
- Hecho objetivo: Una persona llama "gilipollas" a otra.
- Intervinientes:Dos personas.A: Tiene un rango jerárquico básico, tan básico que ni está definido en la estructura jerárquica del sitio donde trabaja.B:Ostenta un cargo de gran responsabilidad.
- Lugar: Entorno laboral.
- Circunstancias:Las personas A y B discuten profesionalmente por un equívoco. Hasta el momento de la controversia, A y B no tienen un trato íntimo ni afectivo ni personal sino simplemente cordial y profesional.
Ahora que ya está definido el suceso ejemplar, veamos dos situaciones derivadas del mismo que pongan a prueba la aplicación del axioma algebraico antes comentado:
- Situación 1: En la discusión, la persona A se acalora y califica verbalmente como "gilipollas" a la persona B. Resultado: ¿Alguien adivina qué pasa si llamas "gilipollas" a un superior en una escala jerárquica-laboral? Exacto.
- Situación 2: En la discusión, la persona B se acalora y califica verbalmente como "gilipollas" a la persona A. Resultado: La persona A no puede replicar proporcionalmente a la persona B y tiene que digerir con discreción y educación la denigración y la descalificación sufridas.
Situaciones ambas verosímiles y, en el caso de la 2, real. Lo cual no sólo me lleva a pensar que la vida cotidiana carece de la coherencia de las matemáticas, sino hasta qué punto ha evolucionado de verdad la sociedad. Es decir, ¿hemos cambiado algo repecto a la sociedad clasista del XIX?, ¿Cuál es la diferencia en cuestión de igualdad, trato y respeto entre esta sociedad y la feudal medieval donde el "jefe" de turno por tener tenía hasta derecho de pernada?, ¿Qué hay de diferente entre el trato que recibe un trabajador estándar hoy en día y el que recibía un esclavo en el Egipto piramidal? Tanto coaching, tanto management, tanta inteligencia emocional...Mamarrachadas.
Preguntas aparte, lo que sí tengo claro es que esta situación injusta y cercana a lo abusivo es culpa de un modelo de trabajo en el que la valía humana es en no pocas ocasiones inversamente proporcional al sueldo y cargo laboral; en el que el respeto y la educación se van evaporando conforme se asciende en la jerarquía profesional y en el que la amenaza del desempleo es tan bestial que coacciona y coarta la dignidad no sólo del trabajador como tal sino como persona. Y, en un panorama así, por desgracia, los perjudicados son legión y los perjudicantes, unos perfectos mierdas.
De todos modos, no todo va a ser malo: Si alguien descalifica o denigra gratuita e injustificadamente a otra persona en el trabajo, en lugar de lamentar que no se cumplan axiomas algebraicos, siempre le quedará a esa persona el recurso de pensar con total libertad: "Eso lo será tu pu** madre". ¿O no? Quien no se conforma es porque no quiere.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo. Y se te ha olvidado hablar del vasallaje de empresa en regalar tiempo a la Alta Dirección: tener un puesto de responsabilidad en tener que estar hasta las 10 de la noche en una oficina porque "hay que estar disponibles" por si el mandamás de turno quiere que le prepares una presentación de repente a las 9 de la noche...es igual que en siglos anteriores los criados del Rey que estaban noche y día a su lado por si a Su Majestad se le antojaba lo que fuese..no, hemos evolucionado un poco, pero no lo suficiente.
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