viernes, 9 de octubre de 2009

Guerra y paz, paz y guerra

A veces, el absurdo, la estupidez, la insensatez son tan caprichosos que pueden mostrarse bajo ropajes antagónicos, tanto, como por ejemplo, la guerra y la paz. Por eso, éste es un artículo de contrastes, con un premio y un funeral como ejes. No obstante, debido a mi alergia ante la majadería humana, no perderé mucho tiempo, lo prometo.
  • Paz: Barack Obama, Premio Nobel de la Paz. Cuando he visto el teletipo, he pensado que había leído mal, que era una errata o que estábamos en 28 de diciembre. Tras descartar esas tres posibilidades, he meditado la probabilidad de que el jurado de los Nobel se hubiera pillado una melopea de las de dos y dos son veintidós. Porque, vamos a ver, ¿cuáles son los méritos del presidente estadounidense para llevarse de forma tan prematura un galardón que suele premiar hechos o hazañas probadas empírica y fehacientemente? ¿Sembrar de buen rollo las relaciones internacionales? ¿Hacer discursos tan memorables que parecen de película? ¿Tener buenas intenciones? ¿Expresar a los cuatro vientos unos proyectos que, de momento, son sólo eso, proyectos? ¿Decir mucho y bien pero hacer poco o nada? Tiene guasa el tema. No me extraña que hasta el propio premiado se muestre sorprendido y haya tenido que salir al paso con unas declaraciones para no dejar con las nalgas al aire a los mastuerzos suecos. Obama, al que por cierto apoyo incondicionalmente desde su elección, no es más que un debutante en el panorama internacional.Carismático, inteligente, educado y lo que quieran, pero sólo lleva unos meses como César del imperio y no ha tenido tiempo para hacer las cosas ni bien ni mal. El único mérito que se le puede atribuir en favor de la paz es haber sucedido en el cargo al paleto belicoso de apellido matorral. Si éste ha sido el Premio Nobel de la Paz 2009, miedo me da saber cuáles eran los otros candidatos...Uno comprende perfectamente que un premio de este calibre siempre genera polémica (y la mayoría de las veces, justificada), pero ¿no habría sido más sensato declararlo desierto o, mejor, dárselo a alguien que sí se lo merezca de verdad? Quizás estoy exagerando y todo esto no sea más que culpa de una jocosa errata y, en realidad, Barack Obama sea el Premio Novel de la Paz. Esperaré confirmaciones al respecto.
  • Guerra: Hoy se ha celebrado el funeral por la nonagésima prueba que ha aportado España para demostrar que Afganistán no está en guerra, que la insurgencia talibán se ha convertido en un colectivo hippie y que nuestros soldados caminan en aquellos lares por caminos alfombrados de pétalos de rosa y canela en polvo. Vamos, que ni punto de comparación con Iraq. Afganistán es la experiencia más pacífica y placentera que podemos ofrecer a nuestras Fuerzas Armadas después de Disneylandia y Marina D'Or. Para que se hagan una idea: Benidorm en verano es mucho más peligroso ¡dónde va a parar! En serio. Creo que en los próximos meses veremos a Anne Igartiburu publicitando las bondades de relajarse en Kabul con toda la familia. Que sí, que sí, que Afganistán es Woodstock, pero en árabe. Háganme caso. Allí todo el mundo muere de muerte natural, porque allí no hay guerra. ¿Verdad? Pues esto es lo que deben pensar el señor POE y su chacal faldera, la que pone pucheritos cuando una muerte le estropea sus discursos sobrevolados por palomillas de la paz con exceso de LSD (las palomas, no la ministra, aunque lo parezca). Gracias a este par de hijos de la gran...insensatez, nuestras Fuerzas Armadas se han convertido en una ONG uniformada que se mueve en antiguallas mientras sirve de tiro al pato para la rama chunga de la Alianza de Civilizaciones, cuando no se convierte en el convidado de piedra de pagos de rescates a piratas africanos. Estos dos mentecatos, en mala hora nacidos, han pervertido el papel del Ejército, que es combatir por la paz y defenderse de cualquier ataque, hasta convertirlo casi en un módulo de Formación Profesional donde en lugar de trabajar con enchufes, tuberías o sierras radiales trabajas con fusiles, tanquetas y granadas de cuando Atila era corneta. A estos dos, responsables en última instancia de decenas de muertes de nuestra soldadesca que se empeñan en maquillar hasta la ignominia, les montaba yo un consejo de guerra de los de fusilar primero y preguntar después. Pero como quizás me demandaría alguna protectora de animales por tamaño crimen, lo mejor sería enviarlos al K2, a que meditaran y les diera un poco el aire que les falta en su cerebro.
En fin, que hay veces que la realidad y las noticias convierten a Fernando Arrabal y compañía en los tipos más realistas del planeta...¡Qué mundo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con la designacion de Obama como Nobel de la Paz acabas por entender que la academia tambien ha errado a lo largo de su historia...Fijate que fueron nominados hasta Stalin o el mismisimo Hitler...incomprensible.

Javi Crespo dijo...

Interesante observación. Ciertamente, lo de los Nobel es algo que bordea muchas veces la vergüenza ajena o la broma de mal gusto. Los casos que apuntas, se pueden comprobar en la propia web de los Nobel: http://nobelprize.org/nomination/peace/database.html