Después de unos artículos que se podrían calificar de serios, circunspectos, graves, adustos y demás...hoy quiero regalar una pequeña porción de genialidad y buen humor al igual que han hecho conmigo.
Seré claro. Hay que salvar a este pato. Ya sé que la gente tiene cosas más importantes en las que pensar ahora mismo, como, por ejemplo, por qué son tan contagiosos los bostezos, por qué estornudamos al mirar directamente al Sol, si tuviéramos que recibir un tiro en qué parte del cuerpo querríamos sufrirlo o qué hay más allá (de la puerta de los bazares chinos). Pero hay que dejar eso a un lado. Hay que salvar a este pato.
2 comentarios:
La cuestión es quitarle esa zozobra, ese sufrimiento.
¿Qué tal estofado de pato con salsa de boletus? Jejeje.
Un saludo.
Me apunto a la campaña. Se lo diré a mi vecina Josefa y a mi cuñada Isabela para que lo visiten también.
Hay causas por las que vale la pena movilizarse.
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