El PSOE ha ganado las elecciones, el PP está en mejores condiciones para hacer oposición y todos los partidos parásitos han sido convenientemente fumigados. En esa oración se podría resumir todo este artículo. Otra síntesis podría ser: "Zapatero gana y Chiquilicuatre va a Eurovisión". No obstante, dadas las interesantes conclusiones que me suscitan los resultados electorales, no me resistiré a comentarlas.
- La izquierda pierde, el PSOE gana. Aunque parezca una contradicción, no lo es. Los partidos de izquierda, ya sean de ámbito nacional (por ejemplo, Izquierda Hundida) o "nacionalista" (ERC) han perdido votos y representación parlamentaria, lo cual es una gran noticia para la democracia. Una pérdida que no por casualidad coincide con el aumento del PSOE en votos y escaños. Para mantenerse en el poder, el PSOE ha desgraciado a las demás fuerzas de izquierdas, succionando cual Nosferatu sus votos. Algo lógico teniendo en cuenta que tanto la legislatura como su discurso electoral (no diré programa porque no hablo de lo que no existe) han sido de un acentuado izquierdismo. De moderado, el PSOE sólo tiene el nivel intelectual y ya es ser muy benigno.
- El PP: Más popular que hace cuatro años. Quizás es porque ahora nadie ha tenido oportunidad de endosarle miserablemente la responsabilidad del mayor atentado cometido en Europa, ni ha habido una campaña de asedio a sus sedes y representantes, el PP ha aumentado su número de votos y escaños. Es digamos más "popular". Es lo que tiene ser el único partido con un programa serio y un candidato sensato. ¿Es suficiente? Para hacer una oposición más seria y contundente, desde luego que sí. Pero para relevar al Gobierno más inepto y sectario de toda la historia de la democracia patria, hace falta algo más, y a la vista está. Se precisa más talento en la artillería. Hora es ya de liquidar políticamente a las cabezas visibles del PP de estos últimos cuatro años. Hablo de Acebes, García Escudero, Sáenz de Santamaría, Elorriaga y esa corte de mediocres "políticos" de medio pelo que el mayor favor que podrían hacer al PP sería quedarse mudos o dedicarse a la vida contemplativa en la cima del K2. El PP necesita gente de oratoria contundente, carisma y preparación incontestable...y la tiene. Sólo que ha estado oculta y relegada por esa morralla de advenedizos que por decencia o vergüenza política deberían cambiar el escaparate por el sótano. Fuera de su partido, Mariano Rajoy lo ha hecho muy bien (quitando la cursilada naif de "la niña" y el experimento fallido de Manuel Pizarro). Ahora le toca hacer lo mismo dentro de su partido.
- UPD: Lo justo y necesario. El partido novato, UPD, ha logrado un escaño. Algo bastante previsible dado el desencanto o hastío que han generado en estos últimos cuatro años los dos grandes partidos. Que Rosa Díez haya conseguido que se escuche su voz en el Congreso es una sensacional noticia para la política y un quebradero de cabeza para el PSOE y las ladillas nacionalistas. Bien por los que han apostado por la Juana de Arco de la tierra de nadie.
- CiU: El guía del desfiladero. Esta formación catalana es la única que se ha salvado de la criba soberana y dado que el PSOE no ha logrado la mayoría absoluta, éste tiene tres opciones: gobernar en minoría, gobernar pactando con CiU o gobiernan pactando con otros que no sea CiU. La primera alternativa es bastante improbable, por lo que el interés se centra en las otras dos. Pactar con CiU es la opción más sensata pero implica meterse en un charco en Cataluña, donde el triunvirato de izquierdas arrinconó a CiU para hacerse con el poder en la Generalitat. No pactar con CiU supone hacerlo con el archipiélago de tumores políticos que han sido castigados por los electores como PNV, IU, ERC, BNG...A ver qué hace el PSOE porque, decida lo que decida, caminará por un desfiladero donde las amenazas de desprendimientos son inevitables.
- Nacionalismo...el español. La otra gran noticia para la democracia y la política es que la mayoría de los partidos nacionalistas o han perdido escaños o han perdido grupo propio o han desaparecido del Congreso. Queda por tanto claro que los ciudadanos no quieren que el destino de todo un país lo dirijan ni txapelas ni barretinas ni gaitas cuya única vocación es la de ser buitres con alma de garrapata. Agur, adeu, adeus, bazofilla.
Dicho esto, hay tres temas de los que quiero hablar antes de finalizar este artículo:
- ¿Por qué no me importa que haya ganado el PSOE? Porque pienso que quien rompe una cosa es quien tiene que arreglarla o apechugar con ello. Si el PP hubiera ganado las elecciones, debería solucionar una papeleta causada por el Gobierno más infame y menos preparado de la historia de España y se puede merecer muchas cosas, pero desde luego eso no. Me parece estupendo que sea el PSOE quien tenga que comerse el nauseabundo marrón de sanear la economía, la educación, el problema laboral, el acceso a la vivienda, la inmigración, la criminalidad...Si lo solucionan, genial para todos. Y si no, caerán merecida y fulminantemente y muchos de ellos desaparecerán de la vida política. En ambos casos, es una estupenda noticia para quienes como yo no hemos votado a ese vergonzoso partido. Que lo arreglen...si es que saben (que lo dudo).
- Zapatero, el nigromante. Tanto en las elecciones de 2004 como en las de 2008 ha quedado demostrado que si hay un partido que sabe sacar rédito electoral de los cadáveres, es el PSOE. Nadie maneja mejor las tragedias que este partido. Tanto que uno empieza a pensar que en los últimos años al PSOE se le vota más por rabia o pena que por cualquier otra cosa. Que sea decoroso o no, poco (les) importa. Zapatero ha demostrado que además de ser un excelente encantador de zotes y un mentiroso hipnótico, es un fenomenal nigromante y muy pocos políticos pueden presumir de estas "cualidades".
- ¿Quiénes han votado al PSOE? He ahí una de las grandes claves de estas elecciones. Al PSOE le han votado los analfabetos intelectuales y/o funcionales, los "progres" de mansión, los que están a favor de negociar con una banda de asesinos, los corsarios del canon digital, los artistas que quieren cobrar por respirar, los ateos y los anticlericales, los que quieren ganar una guerra que perdieron, los que quieren que a los niños se les adoctrine y no se les eduque, los simpatizantes de dictaduras bananeras y caciques latinoamericanos, los que disfrutan de la democracia cuando les entra por el tafanario, los que hacen distinciones entre víctimas, los que tienen acné demagógico, los partidarios del arribismo y el "todo vale", las minorías que quieren cambiarlo todo a su gusto, los que sólo entienden de democracia cuando les favorece...y los pocos, poquísimos socialistas decentes y sensatos que votan por respeto y fidelidad a una ideología muy por encima de unas siglas y sus representantes.
¿Ahora qué cabe esperar? Sólo dos cosas: Que la situación nacional vaya a mejor o que esta sea una de las legislaturas más cortas de la historia política española. Por eso estoy contento. Y mucho.
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