Todo es posible en América. Incluso que llegue uno, denuncie a Dios y encima le admitan a trámite la demanda. La noticia, que por delirante y friki se comenta por sí sola, permite no obstante abordar una cuestión bastante manida y que es uno de los argumentos preferidos de ateos y agnósticos: Si existe Dios, ¿por qué permite el Mal en el mundo? Por esa razón, hoy en mi artículo daré mi opinión sobre este polémico asunto. Para ello, vaya por delante que quien esto escribe es creyente, católico y practicante. Por tanto, creo en Dios y tengo fe en Él y en que exista "algo más" que este cisco imperfecto de mundo. Dicho esto, entraré en materia.
Esa duda con sabor a acusación es tan antigua que ya aparece en la Biblia (Ej: Gestas, el "mal ladrón", durante la crucifixión: "¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!" Lc, 23) y es natural que la tengamos, pues cuestionarse el porqué de todo es uno de los pasatiempos preferidos del ser humano desde que bajamos de los árboles. Yo, lógicamente, también pensé sobre el tema hace unos cuantos años y, como no acertaba a darme una respuesta satisfactoria, le pregunté a una de las personas más honestas, transparentes y sinceras que conozco: el padre Eduardo Razquin. Aprovechando una entrevista que le hice para la Universidad, le formulé la siguiente cuestión: "Padre, ¿qué le diría usted a toda esa gente que no cree en Dios o cuestiona su existencia por el hecho de que permita que exista el mal y el sufrimiento en el mundo?". Temí que en aquel momento se acabara la conversación y, sin embargo, me contestó con naturalidad y tranquilidad que Dios ha dado al hombre uno de los mayores dones gracias al cual podemos disfrutar del regalo de la vida: la libertad. Si Dios interviniera en nuestras vidas, todas nuestras decisiones y actos carecerían del verdadero valor e importancia que tienen. Es decir: Dios nos quiere, sí, pero libres; de ahí que uno de los mayores "placeres" y responsabilidades del ser humano sea el libre albedrío. La respuesta y las explicaciones posteriores me convencieron totalmente. Básica y vulgarmente, la idea del padre Eduardo era que, con un Dios "intervencionista", siempre esperaríamos que Dios se comportara como una suerte de Supermán que acudiera al rescate ante cualquier situación de peligro, quedando así nuestra libertad en un lejano segundo plano y olvidando que lo que ha hecho, hace y hará grande a una persona y evolucionar a la Humanidad ha sido la forma en que afronta las dificultades. Y si algo tengo claro es que Dios nos valora y valorará como personas.
* Dios no es Zeus. Si hay quien espera al Dios del Antiguo Testamento de la Biblia, que sí acudía a desfacer entuertos y "castigar a los malos", pues será mejor que se lo tome con calma, porque es tan probable que ese Dios aparezca como que entre en la escena mundial Zeus u Odín. ¿Herejía? ¿Blasfemia? No, simplemente sentido común y un poco de cultura. Son muchos los eruditos y bastantes las evidencias que distinguen al "Yahveh" del Antiguo Testamento del "Abbá" del Nuevo y no me detendré a analizarlos todos, pero baste decir que el Yahveh de esos libros sagrados por carácter y actitud está más próximo al Zeus griego que al Dios de Jesucristo. Yo, particularmente soy de los que piensan firmemente que la mayor parte del contenido del Antiguo Testamento no es más que la mitología judía. Y cuando digo mitología estoy diciendo exactamente lo que quiero decir. Las andanzas de Adán y Eva, Noé, Sansón, David, Moisés y compañía están en el mismo plano que las peripecias de los dioses olímpicos, las trágicas cuitas de las deidades nórdicas, o las historias de las divinidades de la tierra del Nilo, y si alguien tiene interés, podrá encontrar sorprendentes semejanzas entre personajes y sucesos descritos en estas mitologías (por citar sólo cuatro, ojo). El Dios que los creyentes debemos buscar y esperar es el mismo sobre el que predicó Cristo. Y una pregunta, para que la conteste el lector: Si Dios no acudió a salvar del martirio y muerte al mejor ser que ha caminado sobre la faz de la tierra, si no rescató a Su propio hijo del sufrimiento extremo...¿quiénes narices somos para exigir o pensar que con nosotros va a hacer una excepción?
* Dios no juega a "Los Sims": Si Dios interviniera directamente en nuestras vidas para ahorrarnos sufrimiento y muerte, nosotros no seríamos en el fondo más que unas marionetas, unos juguetes y unos esclavos. Por contra, Dios no nos ha puesto más leyes que las de la física y la naturaleza (todas las demás leyes y condicionantes se los ha puesto el hombre solito) y una "propuesta" de cómo ejercer nuestra libertad, encarnada en aquel a quien los apóstoles llamaban "Maestro". Si Dios irrumpiera en nuestra existencia cotidiana para frenar desastres naturales, guerras, pandemias y crímenes, erradicaría nuestra capacidad de decidir y actuar con libertad, porque siempre tendríamos presente el "factor Dios" antes de hacer nada y despreciaríamos cualquier consecuencia de nuestros actos: "Ya lo arreglará Dios", "Ya me salvará Dios", "Ya le castigará Dios"...Si Dios hiciera de superhéroe y venciera al Mal y el peligro para la Humanidad diaria, constante y universalmente, los conceptos de "bueno" y "malo" desaparecerían ipso facto en la medida en que las virtudes del ser humano vienen dadas por la forma en que cada persona evita, afronta o supera el Mal (sea de la clase que sea): Viviríamos en un mundo completamente bueno donde importaría un bledo la virtud. Pero Dios no quiere nada de eso. Dios no quiere hacer con nosotros "El Show de Truman" ni jugar a "Los Sims": Nos quiere y respeta demasiado como para eso.
*¿Somos más torpes que un elefante?: La Naturaleza (fauna, flora, meteorología...) goza de una libertad tan indomable como la del ser humano y ambas libertades se afectan tanto mutua como intrínsecamente. En este ámbito, lo que nos diferencia a los seres humanos de la Naturaleza es que nosotros sí somos conscientes de nuestra capacidad de elección y de las consecuencias a las que nos exponemos. Por eso, Naturaleza y hombre pueden ser calificados como "inteligentes" o "sabios", pero sólo las personas pueden ser calificadas o no como "éticas". Mas, entrando en el tema de los desastres naturales, si hay animales (perros, gatos, aves, elefantes, ratas...) que está demostrado que presienten, evitan o minimizan los efectos de tan devastadores fenómenos, nosotros que somos las criaturas de mayor inteligencia y potencial que hay entre los seres vivos, ¿vamos a ser menos que un animal sensiblemente inferior a nosotros? ¿vamos a perder el tiempo autocompadeciéndonos y quejándonos al Cielo en lugar de buscar soluciones inteligentes para las cuales somos los únicos seres vivos capacitados? Por tanto, hay que dejar el egoísmo para mejor ocasión, puesto que en este mundo, todos jugamos en el mismo tablero. Además, puestos a pedir cuentas, la Naturaleza o el planeta tienen tantos motivos o más para quejarse de la acción del hombre como nosotros para lamentarnos de los desastres naturales, etc, etc. Todo y todos hemos sido creados por el mismo Dios. Es muy peligroso creernos más dignos de algo que cualquier otro ser vivo.
* Made in nosotros: En cuanto a las guerras, pandemias, crímenes, injusticias, etc, etc...¿alguien ha olvidado que todo eso es "made in ser humano"? Dios nos ha regalado la vida, la libertad y la inteligencia. De cómo el hombre administre cada uno de esos dones, depende su integridad física y bienestar existencial. Dependemos de nosotros mismos y de nadie más. A ver si ahora Dios va a tener la culpa de que un demente se líe a tiros en un campus, que un paranoico asesino cometa un genocidio o de que un anormal tenga la idea de invadir un país a bombazo limpio...
* Y ojo, que tan peregrina me parece la denuncia contra Dios como que...se diga, desde un púlpito, altar o donde sea, que "Dios ha traído a este mundo a...", "Dios ha llamado a nuestro hermano a su presencia", "Dios ha querido llevarse a...", porque ni Dios entra en el paritorio ni es un matarife. Eso es una completa majadería. A ver si ahora va a resultar que, para algunos, Dios sí interviene a veces en nuestras vidas y encima para cebar tanatorios o hacer de comadrona. Igual que me parece bastante "curioso", que haya gente que se acerque a altares o ponga velas esperando que un Supermán con aureola solvente un examen, hipoteca, enfermedad o contratiempo. Si es una suerte de "placebo" religioso o autosugestión mística, de acuerdo, pero...del mismo modo que a Dios, la Virgen y los santos no hay que echarles en cara nada, tampoco hay que pedirles nada. Simplemente, se les da gracias por todo lo bueno que tenemos y se les ofrecen nuestros éxitos y buenas acciones. Punto. Los milagros son quinielas de quince aciertos. Porque...¿qué esperamos? ¿O sea que Dios no interviene para impedir un desastre natural pero sí para solventar una oposición?
* El Mal en el mundo: El Bien y el Mal existen desde que el ser humano tiene posibilidades de elección, facultad para elegir y libertad para hacerlo. Por tanto, todo lo bueno o malo que ocurra en este mundo o, mejor dicho, que le ocurra al ser humano nace directamente de su libertad y el uso que hace de ella. Buscar en alguien que no seamos nosotros la causa o el responsable de nuestros éxitos o fracasos, de nuestras alegrías o penas es de una ingenuidad tan supina que sonroja. Por tanto, en lo que a este artículo compete y a la delirante demanda se refiere, el responsable del Mal en el mundo tiene nombre, sí, pero no es Dios: se llama ser humano.
En definitiva, yo no me preocuparía y quejaría tanto de que Dios no ejerza de Supermán y sí de aquellos hombres que se creen y juegan a ser dios con las vidas ajenas...Eso sí que tiene mucho peligro y es preocupante de verdad.
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