Hay quienes lo llevan escondido, como si fuera un pecado o un crimen. Y otros hacemos gala de ello como si fuera un premio. Pero todos nos emocionamos por igual, para bien o para mal, con nuestro equipo: el Atlético de Madrid. Ser del "Atleti", aunque suene a tópico, no es simplemente elegir un equipo al que animar. Es algo más que eso y sólo los atléticos pueden entenderlo. La pasión e implicación personal y sentimental que provoca el Atlético en sus seguidores es algo que no tiene parangón en España y, en Europa, quizás sólo tiene su par en el Liverpool. Y es precisamente allí, a la cuna de los Beatles, donde se marcha la penúltima leyenda e icono rojiblanco: Fernando Torres.
La afición del Atlético está acostumbrada a despedir a sus leyendas y resginarse con las medianías que se quedan. El único consuelo que le resta al indio de pro es que "vendrá otro". Siempre surge alguien que recoge el testigo del mito. Futre, Kiko, Simeone...todos ellos, jugadores legendarios de la historia reciente, tuvieron sucesor en el corazón de la afición y con Torres ocurrirá igual...y quizás ya está en la plantilla. Pero sea como fuere, Fernando Torres es el ídolo rojiblanco más atlético de todos: Ha jugado en el Atleti desde que era un crío y en todos los partidos se ha dejado la piel. Habrá cometido pifias monumentales y protagonizado jugadas y goles memorables, pero siempre se ha dejado el alma en el campo. Y eso ha sido lo que le ha encumbrado como referencia del equipo en los últimos seis años y mito para la afición. Eso y no la verborrea de un tunante argentino ni una prensa demagógica propensa al babeo, por ejemplo. A diferencia de otros mitos futbolísticos, que cuando ya se arrastran por el campo y son un patético lastre deciden cambiar de equipo, salvo excepciones, Fernando Torres se va del Atlético para crecer futbolísticamente y cerrar bocas, para brillar como se merece y no estar rodeado de inútiles, torpes y crápulas que juegan a cualquier cosa menos al fútbol. Y ese, y no la crisis económica o la "mala suerte", ha sido el principal problema del Atlético en la última década: Ni la plantilla ni los entrenadores ni los dirigentes han estado a la altura de la afición ni de sus mitos. Así de sencillo y triste.
Y es que el fútbol se parece mucho a la política: si alguien demostrara tener vergüenza y un mínimo sentido de la honra,el concurrido panorama se tornaría en un solar. Es un imán, a todos los niveles, que atrae a gente que lo único que busca es sacar dinero aunque no se lo gane. Y el Atlético es paradigmático en ese sentido: Medianías y vividores que vistiendo la rojiblanca insultan a los que la honraron, estrellas de saldo que buscan una dorada jubilación, desvergonzados entrenadores con vocación de tahúr, política de fichajes desastrosa, dirigentes que huyen de la responsabilidad...Con este telón de fondo, el primer tío que le echa honor y testiculina vistiendo de rojiblanco accede al olimpo indio por la vía rápida.
Por todos estos motivos, ser del Atleti tiene mérito. Ser del Atleti es querer ser diferente. Ser del Atleti es abonarse a una montaña rusa y ceñirte una corona de espinas cada fin de semana. Ser del Atleti es apostar por el antihéroe en lugar del héroe que se lleva la victoria y a la chica. Ser del Atleti es estar dispuesto a llorar mil veces a cambio de una sola sonrisa. Ser del Atleti es que los pelos se ericen cuando el Calderón entero anima al unísono al equipo. Ser del Atleti es no acostumbrarse a la gloria para poder saborearla como se merece. Ser del Atleti es poner el alma tras un escudo y una camiseta, más allá de los disgustos, los cabreos y las decepciones. Ser del Atleti es...un privilegio y, por todo ello, siempre estoy y estaré de ser orgulloso de formar parte de esta familia de perdedores que de vez en cuando gana algo.
En definitiva, cambiarán los jugadores y los entrenadores, pero la afición del Atleti seguirá animando a un equipo imprevisible mientras sueña con "dobletes" y gente como Fernando Torres porque con indios así, nadie se acordará de los blancos.
1 comentario:
Victor es del atleti, a mi me gusta ir mucho a los partidos con sus padres, xD, pero torres q ha echo? era un poco patata....ya vendrá otro mejor, leyenda? kiko si era una leyenda, torres no...era una promesa y en eso se quedo según mi opinión..
saludos
nagore
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