jueves, 11 de octubre de 2012

"Frankenweenie"...y Burton alcanzó su perfección

He ido al estreno de Frankenweenie. He visto Frankenweenie. He disfrutado Frankenweenie. Me lo he pasado de puta madre con la película definitiva de y sobre Tim Burton. Así de sencillo. 

La película es una divertida y entrañable traslación al tenebroso universo de Tim Burton de la trama de Frankenstein, contando la aventura en la que se ve envuelto Víctor, un chaval que decide revivir a su mascota, un perro llamado Sparky...Así, en Frankenweenie encontramos la particular obsesión de Burton por el mundo de ultratumba (presente en títulos como Bitelchús, Pesadilla antes de Navidad y La novia cadáver), su recurrente ambientación de estética "América años 50" (vista en Eduardo Manostijeras), su amor por las películas de serie B (evidenciada en Ed Wood y Mars attacks!), su ternura grotesca y conmovedora(como mostró en las ya citadas Eduardo Manostijeras, Pesadilla antes de Navidad, La novia cadáver y en Big fish), su afición por el stop motion (que utilizó fantásticamente en Pesadilla antes de Navidad y La novia cadáver), su negro sentido del humor, sus inconfundibles y estrafalarios personajes-muñecos llenos de alma (leídos en su sensacional obra La melancólica muerte de Chico Ostra y vistos en las ya citadas en Pesadilla antes de Navidad y La novia cadáver), la habitual música de Danny Elfman, e incluso guiños a otras películas hechas más por encargo que por invención propia (Batman).

Por todo eso, Frankenweenie es algo más que el remake como largometraje de uno de los primeros cortos de Burton (que paradójicamente, le costó su despido de Disney cuando tenía 26 años). Es la suma perfecta de todas sus películas desde Vincent. Es la respuesta a qué es Burton. Es cine concebido como arte y artesanía. Es la película en la que Burton vuelve a encontrarse consigo mismo (por fin) y con quienes admiramos su sombrío y entrañable genio. Es la película más personal de Burton (no en vano, la especial y conmovedora relación entre Víctor y Sparky está basada en la del propio director con su mascota de la infancia). Es Burton en estado puro. Es la perfección Burtoniana.

Por si eso fuera poco, Frankenweenie es además una declaración de amor incondicional a la amistad, a las mascotas, al cine y a lo diferente; un genial y constante homenaje a las obras de terror más famosas de toda la literatura universal y sus autores (con especial atención a Shelley, lógicamente); a los monstruos clásicos del cine (empezando obviamente por Frankenstein, siguiendo por su novia y continuando con Nosferatu, Drácula, el hombre-lobo, la momia...); a los films de ciencia ficción de serie B de los años 50 del siglo pasado (en los que monstruos gigantescos asolaban poblaciones cuando no eran invadidas por una plaga de bichos verdes); a las películas expresionistas y a actores (Vincent Price, Christopher Lee) y directores (Ed Wood) de culto. En definitiva, un festival de guiños que componen un auténtico regalo para cualquier cinéfilo, friki o amante del terror y la ciencia ficción.

En resumen, si te gusta Tim Burton, Frankenweenie es LA PELÍCULA. Si no conoces a Tim Burton, es la mejor forma de entrar en su mundo. Si odias a Tim Burton, es una buena oportunidad para pasar un rato francamente entretenido en una sala de cine. Y si no te gusta el cine, ¿qué haces leyendo esto? 
 

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

Pues ya me metiste el gusanillo. Que yo no pensaba ir a verla.
Salu2