viernes, 18 de marzo de 2011

La hipocresía de la tortuga

Finalmente, parece que eso llamado "la comunidad internacional" va a hacer algo respecto al tema de Libia. Prisa, lo que se dice prisa, no se han dado, especialmente a la hora de ponerse de acuerdo, así que lo de comunidad les viene que ni pintado, porque parecen una comunidad de vecinos, eufemismo amable para hablar de la ONU, esa institución en la que se debaten sesudamente los asuntos más importantes y cruciales de todo el orbe como son el sexo de los ángeles, la disyuntiva  sobre el huevo y la gallina, si Falete y Espinete pertenecen al mismo género, el final de "Perdidos", por qué Perea juega en Primera División, el talento de Álex Ubago, ahorrador o no ahorrador, cueces o enriqueces. Y una vez solventados esos puntos, pasan a las menudencias, como el homenaje libio a las Fallas de estas últimas semanas. Todo eso a la misma velocidad que una tortuga se da cuenta de que tiene artrosis crónica, por supuesto.

No voy a entrar ahora a comentar el tema de las revoluciones en el mundo árabe, porque ya lo hice en otro artículo, ni tampoco glosaré la proverbial lentitud, inoperancia e ineficacia de instituciones como ONU, OTAN, UE y demás torres de Babel de opereta. Tampoco voy a dedicar el artículo a valorar la conveniencia o no de permitir que un terrorista extravagante y paranoico que se viste como si tuviera excedente de cortinas y manteles permanezca en el poder de un país como Libia, porque creo que se comenta solo. Y sobre la polémica de si la comunidad internacional debe inmiscuirse en asuntos internos de países, pienso que sólo "procede", por utilizar la jerga pertinente, cuando se cumpla una regla muy sencilla: Si la mortalidad se dispara  súbitamente en un país, éste necesita ayuda, sea del tipo que sea.

Lo que me lleva  a escribir este artículo es criticar no sólo el fango burocrático y políticamente correcto (sinónimo de "gilipollesco") que anega las relaciones internacionales desde hace ya lustros sino la hipocresía de los países que un día hacen la vista gorda, otro se la cogen con papel de fumar, otro hacen una declaración rimbombante y circunspecta con bandera ondeante detrás, y quizás en algún momento reaccionen, siempre y cuando se lo permitan sus intereses "discretos", esos que son notorios pero no públicos, tan conocidos como obviados por todos los convidados de los saraos internacionales y que, en el fondo, son las verdaderas razones de muchos de los disparates diplomáticos que hemos visto en los últimos años. Intereses que, como es tristemente lógico pensar, están relacionados con el dinero. El posicionamiento por filias políticas o ideológicas, es cosa ya de cuatro trasnochados. Ahora lo que se lleva son pactos tácitos y mefistofélicos que aporten beneficios económicos y lo mismo da Juana que su hermana si las arcas públicas o las cuentas privadas lucen obesas.

Motivos siniestros, en todos los sentidos, que muy pocas veces son difundidos informativamente, salvo afortunadas excepciones como la del pasado fin de semana, cuando tuve la suerte de leer un muy revelador reportaje publicado en un semanario y cuya lectura recomiendo: "El dinero congelado de los cleptócratas".

No hay coherencia en la comunidad internacional porque, sencillamente, no hay decencia. Y sin decencia ni coherencia, la Humanidad está un poco más cerca de ahogarse en sus propios vómitos.

En definitiva, el mundo avanza a lomos de una tortuga hipócrita quizás hacia el desastre, quizás hacia la nada. Lo que es seguro, parafraseando al genial Shakespeare, es que algo huele a podrido...y no sólo en Dinamarca.

11 comentarios:

Rosa dijo...

Explendida exposición Javi, aunque utilizando otra frase muy manida de no se quien se la invento... "Mas vale tarde que nunca". Todo que sea para salvar las vidas de los libios que quieren vivir en paz con derechos y libertades. Esperemos acontecimientos...
Buen finde ;)

el Sr. Skywalker dijo...

No hay decencia ni conciencia, sólo querencia... al petroleo, por supuesto.
El maldito petroleo que nos hace tener cada compañera de baile que para qué. ¿O tú te crees que al rey le apetecía tener que agasajar a un tipo como el Gadafi cuando estuvo por aquí? Se le levantaría el estómago como te pasaría a ti, pero pensando "Vaya marrón en que me han metido el gobierno".
Saludos.

Cayetano dijo...

Como has comentado sólo hay intereses, y muchas veces inconfesables. La decencia es otra cosa.
Un saludo.

Juan Carlos dijo...

Que si yo tengo derecho de veto, que si tú te metes con mi amigüito, que si mi amigüito es un H.de P. pero es mi H. de P., que es un terrorista, que ahora no lo es, que es un representante de los no Alineados así que cómo va a ser maloso, que si me vende petróleo, uranio, diamantes, coltán para hacer móviles, que si (póngase lo que tengo para no meterse conmigo). La Onu tarda mucho en reaccionar. Casi siempre cuándo ya han muerto casi todos aquellos a los que se querría proteger.
Salu2

pastillas para adelgazar dijo...

Realmente hipocresi

Cyrano dijo...

A Estados Unidos y Europa -últimamente tan cínica como los norteamericanos- sólo les interesa el petróleo de Libia. Es vergonzoso que le hayan estado vendiendo armas a Gadafi hasta hace poco. Es de una doble moral lamentable, pero es la del político, no lo olvidemos: la hez de la tierra.

MARIA dijo...

Muy buenas Javi, aquí estoy cotilleando tu blog, :).

Bueno yo no soy muy política, aunque claro en estos tiempos quien lo es. Pero a lo que me refiero es que me cuesta hasta dar una opinión al respecto. Lo que tu expusiste en este artículo, es algo que yo llevo pensando desde hace mucho.

La gente se consuela en pensar en que "las cosas de palacio van despacio", pero "hoyga" nosotros no somos la corte, somos el pueblo y la tardanza de la llegada de esas soluciones, que no llegan, nos ocasionan daños, en muchos casos irreversibles.

Creo que cualquiera medianamente cuerdo, sabe de la ineptitud, inoperancia, mediocridad..etc... de aquellos que nos dirigen.

Pero la dificultad de mi respuesta, la marca mi incognita... ¿Cual es la solución?.

Yo solo veo problema y más problema, y por supuesto muy pocas manos efectivas.

Hoy les toca a los libios, mañana Dios sabrá...

(Me encanta como escribes; Un abrazo)

Anónimo dijo...

Genial, no puedo ni matizar ni pedir que amplíes ningún concepto. Es más te escribo este post de alabanza sólo para éso. Un aplauso maestro.

Javi Crespo dijo...

¡¡Muchísimas gracias por los comentarios!! :) (y por los piropos, totalmente injustificados...ja,ja).

Anónimo dijo...

Yo sólo espero una cosa. Que no les dé por quedarse. Ahora resulta que los Aliados están que no están. Que si la OTAN que si EEUU... la que tenemos entre manos.

VícToR dijo...

La hipocresía no es únicamente de las instituciones ¿no? sino de gran parte de la sociedad.

Aun así, si tuviese que destacar algo, me parece especialmente despreciable y detestable los que manipulan-adoctrinan a las masas aborregadas.

Saludos,