Ha muerto Michael Jackson, uno de esos artistas cuyo nombre y canciones desafiarán siempre al tiempo y el espacio. Un mito, pero de los de verdad, no de esos que la mercadotecnia y el esnobismo musical nos empeñan en inocular entre papanatez y papanatez. Un tipo que pasó de cantar y bailar como si fuera de otro planeta a parecerlo realmente. Un ser humano que bordó la genialidad en lo musical y el esperpento en lo personal. El protagonista de videoclips y canciones tan memorables, alucinantes y alucinógenas como "Black or white" o "Thriller". Un tipo con un talento inigualable que no supo aplicar a su vida fuera de un escenario, en la que, año tras año, se empeñó en ahogarse en un sonrojante, mediático y estrambótico ridículo hasta que ha acabado por eclipsarse del todo. Genio, juguete roto, demente, artista...Rest in peace, Michael. Muere el esperpento. Vive la leyenda.
viernes, 26 de junio de 2009
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