martes, 13 de febrero de 2007

CHAOS

Está claro. Por mucho que me proponga no hacerlo, antes o después tengo que hablar de esto...Ya que va a ser doloroso, intentaré que sea rápido. Como muchos ya sabrán, la palabra inglesa "chaos" significa caos y pocas veces la realidad nos brinda un juego de palabras tan macabro y funesto como el hecho que incita este artículo. Como todos ya saben, el pleno de la sala de lo penal del Tribunal Supremo ha rebajado de 12 años y siete meses de cárcel a tres años la condena impuesta por la Audiencia Nacional en noviembre al etarra José Ignacio de Juana Chaos. Así pues, este artículo es por el chaos y los distintos caos...


  • Caos judicial. Yo no tengo problema en reconocer que me fío de la Justicia de este país tanto como de un vaticinio de Paco Porras y, partiendo de esa base, he de decir que ya no sé si en los tribunales españoles quieren emular a las películas de los Monty Python o hacen oposiciones a Hermanos Marx. Lo único que tengo meridianamente claro es que ser criminal en este país es un chollo. Vamos, que visto lo benévolos que son los togados españoles con los criminales, me sorprende que España no sea "Chicago años 20", pero todo llega. Respecto a la resolución del Tribunal Supremo con la escoria etarra, basta con decir que es un ejemplo clarísimo de cómo algo puede ser legal e injusto al mismo tiempo. Simplemente vergonzoso. Dicen que la Justicia es ciega y estoy de acuerdo: Por favor, si alguien la ha visto, ayúdenla a caminar, porque no hace más que ir dándose de hostias.
  • Caos político. Yo me pregunto, honestamente, si esta es la clase política que nos merecemos. Y prefiero cuestionarme eso antes que pensar que los millones de votantes de este país somos gilipollas. No voy a dedicar más tiempo a criticar al señor POE ni a sus mezquinos seguidores, ni a los PSOEces, ni a la Izquierda Unida (que lógicamente no da una a derechas), ni a los hijos de...Aitor del País Vasco, ni a los sosainas populares. Yo reniego de esta verbena, abjuro de este vodevil. Mas, hablando de comedias, quiero tranquilizar a Pepín "Dementen" Blanco: Tranquilo, my friend. Suponiendo que esa grabación de "todo a un euro" que te has sacado de la manga sea de la manifestación del Foro de Ermua, puedes estar sosegado, que no creo que los pacifistas de las pistolas te pongan en el punto de mira, más que nada porque tendrán cosas peores que hacer que abatir a un tonto del culo, que para eso ya están los muñecos en las barracas de las ferias.
  • Caos mediático. Fiel reflejo de cómo está el circo político es el panorama de los medios de comunicación: Unos poniendo paños calientes, otro desviando la atención y removiendo basura de antaño, aquellos erigidos en sanedrín, estos pasando de puntillas como si la verdad quemara, uno yéndose a la letra zeta y de paso a pique, y dos llamando a las cosas por su nombre. Si a eso añadimos ciertos periodistas que, si no lo han hecho ya, deberían estar pidiendo hora en Alcohólicos Anónimos o en la consulta de un psiquiatra...pues hay que reconocer que tenemos unos medios de comunicación con descomunales cualidades laxantes. Pero, para no echar más ciemo sobre mis colegas de profesión, quiero romper una lanza por el Grupo PRISA, conocido adalid de la democracia de un solo ojo, por la sensacional labor sanitaria que realiza día tras día editando "El País", periódico de excelente uso como papel higiénico y que tan socorrido puede ser en caso de emergencias intestinales, esfínteres incontrolados o recoger excrementos caninos de la vía pública.
  • Chaos, José Ignacio de Juana. A ti, bellaco, ruin, vil, infecto, inmundo, villano, repugnante, repulsivo, deleznable, despreciable, asqueroso, bastardo, inhumano, rastrero, artero, sibilino, cobarde, puerco, maldito, inmisericorde, rufián, mezquino, desgraciado, cabrón e hijo de la grandísima zorra, espero y deseo que, aunque sea por desgracia fuera de la cárcel, tengas una muerte agónica y cada estertor sea un suplicio que culmine en un vómito que te haga enmudecer para siempre, "Iñaki". Porque ese día yo sí que brindaré, acordándome de ti y de todos a quienes representas, porque ese día se habrá hecho justicia de verdad contigo y será uno de los más felices de mi vida.

Creo que no tengo nada más que decir. El resto, es silencio.

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