Hielo y fuego.
Mundanidad y fantasía. Drama y aventura. Intimidad e infinitud. Idealismo y
pragmatismo. Nobleza y vileza. Armas y palabras. Lo cerebral y lo visceral. Amor
y odio. Suerte y fatalidad. Elegancia y brutalidad. Victoria y derrota. Vida y
muerte. Tolkien y Shakespeare...Son muchas las dialécticas que componen los
engranajes de la exitosa saga de libros Canción de hielo y fuego y su no menos celebrada traslación televisiva, Juego de tronos. Un crisol de opuestos
que ha dado como resultado un auténtico e incontestable fenómeno global, no sólo en términos geográficos, sino también
generacionales y de soporte. Un éxito propio de la sociedad y el mundo en
que vivimos.
Porque, la verdad
es que las luchas de poder, venganza y supervivencia entre las familias más
poderosas de los Siete Reinos atraen por igual al niño, al adolescente, al
adulto y al que peina canas y son seguidas no sólo en las páginas publicadas en
España por la editorial Gigamesh, sino también en los capítulos televisivos que
en nuestro país emite en primicia CANAL +, en el videojuego desarrollado por Cyanide Studios, en las viñetas del cómic
publicado en España por Planeta DeAgostini...
Casos como La Guerra de las Galaxias, El Señor de los Anillos, Harry Potter, Las Crónicas de Narnia, o Batman son buenos ejemplos de cómo el éxito
hace trascender una ficción más allá del soporte original en el que fuera
contada: Libros, películas, televisión, videojuegos, cómics...e internet y las
redes sociales. En el siglo XXI, el
triunfo de un producto de ficción ha disipado las fronteras entre los distintos
soportes y formatos. Y el mejor exponente de todo ello, son quizás los
libros que allá por 1996 comenzó a escribir George R.R. Martin. Obras que hoy,
dieciséis años más tarde, son esperadas,
compradas, leídas, reclamadas y reivindicadas por miles de fans en todo el
mundo.
Desconozco la
respuesta a cómo algo que comenzó en el siglo pasado ha explotado triunfalmente
en éste, convirtiendo a George R.R. Martin de un autor de culto entre los
amantes del género fantástico en un escritor de fama internacional. Quizás la
solución al enigma haya que buscarla en el
impulso definitivo que ha supuesto la serie de televisión Juego de tronos, producción que, tomando
como título el del primer libro de Canción
de hielo y fuego, ha vuelto a situar a HBO (tras genialidades como Roma, The Wire, Los Soprano, Hermanos de sangre, The Pacific o Boardwalk Empire) como un canal de
referencia en cuanto a la calidad y/o el entretenimiento televisivo.
Dudas aparte, lo
que es seguro es que Internet y las
redes sociales son imprescindibles a la hora de comprender el impacto y la
expectación que genera esta ficción. El diálogo y el intercambio continuo que
habilita la Red han logrado que
Poniente sea más real y noticiable que muchos continentes reales y que lo que
sucede en torno al Trono de hierro interese más que muchas noticias extraídas
de la realidad. Algo que es muy positivo…siempre y cuando obviemos el
componente enfermizo que, usualmente y por desgracia, tiene cabida en fenómenos
tan grandes como éste y que encuentra en internet el lugar perfecto para dar
rienda suelta a un fanatismo que no es inocuo ni sano.
Sea como fuere, lo
cierto es que el éxito de Canción de
hielo y fuego (A Song of Ice and Fire) es un premio al
trabajo bien hecho: el de George R.R. Martin por su dedicación e indiscutible oficio a
la hora de contar las historias que él quiere contar; el de Cristina Macía por
traducir con criterio, calidad y constancia las palabras que hoy muchos ya recuerdan; el de
Gigamesh por apostar en España por un tipo de literatura que algunos denostan y
a muchos hace felices gracias a autores como el propio Martin o Tim Powers; y el
de CANAL + por esforzarse año tras año en ser los primeros en traer a España
las mejores series. Un triunfo, en definitiva, más que merecido para todos los
implicados.
Por eso, tiene sentido
que festivales como Celsius 232 o centros como el Espacio Fundación Telefónica se
hagan eco de un fenómeno que, gustará más o menos, pero cuyo éxito, relevancia
y actualidad son tan innegables que cuestionarlo supone un ejercicio de
ignorancia.
3 comentarios:
No me acabó de entrar la serie de tv (al contrario de Roma). Voy a empezar con el primero de los libros a ver si es diferente y me atrapa.
Salu2
Yo acabo de terminar el tercero, Tormenta de espadas, y he visto las dos temporadas de la serie. Ahora estoy leyendo otra cosa pero cuando termine me pondré con el cuarto. Conozco gente que está enganchada a esta saga, no sé que tiene, quizá es que ante tantos problemas reales va bien viajar a los Siete Reinos un rato cada día para evadirnos.
Y recuerda: Se acerca el invierno jejeje
Me encanta la serie! Estoy enganchadísima...y ahora voy a por los libros. Suelo leerme primero el libro, pero esta vez es al revés. He encontrado un descuento en Casa del Libro que creo que voy a aprovechar, jeje, Os dejo el enlace por si queréis aprovechar también. Un saludo. http://bit.ly/casadellibropromo
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