Dicen que cuando despiertas no puedes recordar lo que has
soñado. Siempre hay excepciones. Ésta es una.
He de reconocer que es difícil escribir sobre algo que pertenece más al ámbito de
los sentimientos, las sensaciones y los recuerdos, pero creo que la ocasión bien
merece el esfuerzo.
El comienzo
Aún recuerdo cómo en 1996, año en el que mi colegio
celebraba su 25º aniversario, en los
pasillos de las entonces clases de 3º de BUP, un pequeño grupo de alumnos
apalabramos entre confidencias intentar poner en marcha un proyecto que nos
permitiera vivir en carne propia lo que hasta el momento sólo nos encantaba
como meros espectadores ocasionales.
Luego vino una reunión en la cercana y hoy desaparecida
cafetería California, donde desmenuzamos formalmente por escrito lo que era una
gran pero difusa ilusión. Más tarde llegó la entrevista con la dirección del
Colegio y, por fin, los primeros ensayos en una pequeña aula junto a la Biblioteca.
Con el paso de los meses, la prueba de fuego no tardó en
llamar a la puerta del “taller extraescolar de teatro”: Actuar en el marco de
la tradicional e imponente gala navideña de los estudiantes de COU.
Y así fue como una breve e ingenua escena sobre las
distintas maneras de vivir y entender las Navidades comprobó la fortaleza de
nuestra convicción, compromiso e ilusión. Así fue como el teatro volvió al
Colegio después de un largo mutismo. Así fue como nació el grupo LA FRAGUA Y LA LUNA. Así fue como
comenzó un sueño.
Fuera de los focos
Desde aquel inolvidable día han pasado justo hoy 15 años, 16 obras
(nueve dramas, seis comedias y una de misterio; siendo de creación propia
cuatro de ellas), más de 36 funciones, 35 actores, decenas de personajes,
cientos de espectadores y miles de anécdotas. Logros que no habrían sido
posibles sin la ayuda de quienes quisieron o quieren ayudar a vivir este
sueño. De ahí que sea más que merecido dar las gracias a…
- La dirección del Colegio: Por darnos un escenario para nuestros recuerdos.
- La Asociación de Antiguos Alumnos: Por su apoyo desde 1998.
- Nancho: Por servir de motivación.
- Los “fragualuner@s”: Gracias a los fueron: Carlos, Marta, Jorge, Quique, Elena, Lourdes, Paloma, Álvaro, Ana Isabel, Javier, Ana, Miguel, Marimar, Rafael, Laura, Ángel, Roberto, Luque, Gonzalo, Mari Carmen, Gema, Rosalía, Suso, Alicia, José, Rafa, Virginia, Anabel...Y a los que son: Manu, Mónica, Víctor, Pablo, María, Davinia, Nacho, Ana y Danil. ¿Por qué? Porque, sin vosotros, no habría sueño posible.
- Al personal del Colegio: Por creer en el grupo de teatro.
- A nuestras familias, parejas y amigos: Por la paciencia, la ayuda y las butacas llenas.
Con tanto apoyo y ayuda fuera del escenario es casi hasta
fácil durar 15 años. Lo cierto es que una de las claves del éxito y la
continuidad del grupo es toda la gente que no sale ante los focos pero que es, sencillamente, imprescindible.
Cuestión de principios
Durante quince temporadas, los integrantes de LA FRAGUA Y LA LUNA han saboreado momentos
de gran alegría, sufrido con sucesos de intenso dolor, superado toda clase de
adversidades y, quizás lo más importante, han crecido enormemente como
personas. Tal vez por todo ello, lo que en 1996 era un menudo e inconexo grupo
de estudiantes, hoy es un gran grupo de buenos amigos.
Parte del mérito lo tiene haber respetado año tras año la
principal regla que rige al grupo de teatro: No ser conformistas. De ahí que
siempre el grupo haya intentado acometer montajes que supongan un reto y enriquezcan en lo personal y profesional, sin importarnos géneros, modas,
prejuicios, opiniones o dificultades. Y es que, aunque suene paradójico, la
única manera de no caer en el conformismo es ser fiel a uno mismo.
Gracias a fijarse constantemente nuevas metas, a exigirse
un ejercicio continuo de esfuerzo, reflexión e imaginación, a trabajar con
humildad y responsabilidad, y a no caer en vicios como el divismo, la
suficiencia o la vanidad, ha conseguido mantener fresco y sano este sueño
que hoy ya es un proyecto firme y consolidado.
Es un grupo “amateur” o semi-profesional, sí (porque “sólo” dedican al teatro el tiempo
libre que otras personas emplean en diferentes actividades más o menos saludables)
pero pueden decir orgullosos que no buscan ni la fama ni el dinero:
Tan sólo hacer bien lo que más les gusta. Y es lo que han hecho estos últimos
quince años.
El legado
Con la ilusión de poder transmitir su amor por el
teatro y la experiencia acumulada desde 1996, en noviembre de 2009 La Fragua y la Luna puso en
marcha una escuela de teatro extraescolar en este Colegio, dirigida a todos los
alumnos de entre 4º Primaria y 2º de Bachillerato y que persigue los siguientes
objetivos: Mejorar la comunicación verbal (dicción, hablar en público) y no
verbal (expresión corporal); fomentar la interacción, el trabajo en grupo y la
convivencia; incrementar la autoestima y la empatía; estimular la creatividad e
imaginación; enseñar de forma amena y práctica una importante parte de la
cultura española y universal a través del teatro; y brindar a los jóvenes una
forma sana y cultural de disfrutar de su tiempo libre. ¿Para qué? Para contribuir a que,
independientemente del porvenir del grupo, el teatro no vuelva a hacer
mutis por el foro en el Colegio y, fundamentalmente, porque despertar y
compartir con los chavales la pasión por el teatro es una encantadora responsabilidad.
En cuanto al otro legado dejado por LA FRAGUA Y LA LUNA a lo largo de estos
quince años, no hay que buscarlo en este artículo sino en los recuerdos de
quienes han decidido sentarse alguna vez en las butacas del Salón de Actos para
vernos actuar. Lo demás, como diría Shakespeare, es silencio.
Y por último…
Me gustaría dedicar este artículo y
el 15º cumpleaños del grupo a unas excelentes personas que han sido parte
inolvidable de LA FRAGUA Y
LA LUNA y que hoy ya no están con noosotros: Marta Jordá,
los padres Eduardo Razquin y Pedro Mª Oneca, y José Arcones. Va por vosotros,
amigos.
Yo, por decisión propia, ya no formo parte activa del grupo de teatro pero me encanta poder decir ahora, como hice hace muchos años,
que, con vuestro permiso, La Fragua y la Luna va a seguir soñando.
1 comentario:
¡Oye! ¡Qué suerte tuvisteis con el apoyo del colegio y alumnos y más suerte aún por haber durado tanto tiempo! Felicitaros es poca cosa en este caso.
¡FELICES PASCUAS!
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