Media sonrisa. Eso es lo que me provoca la Conferencia Internacional de Paz de San Sebastián. Media porque, de primeras, me entra casi la risa. Media porque, en el fondo, nada de esto tiene gracia.
Dejando a un lado lo rimbombante y pretencioso del sarao y obviando la demagogia de baratillo, lo que queda es una performance digna del teatro del absurdo , un sketch de humor negro, una escenificación de corbata y boato de las proverbiales reivindicaciones del grupo terrorista ETA.
La primera conclusión que se puede extraer es que hay más gente de la que yo creía dispuesta a dejarse enajenar por la gramática y la retórica de los asesinos. Esta banda de criminales sanguinarios, desde el principio de su macabra historia, ha jugado ya sólo con el léxico para identificar, aunque sea inconscientemente, lo que es únicamente terrorista con un conflicto bélico. De ahí, por ejemplo, el empleo de términos netamente militares como "comandos" para hablar de los diferentes grupos de etarras. Por eso no extraña que, desde la óptica terrorista y aledaños, se trate este asunto como un problema entre "bandos". Pero, como digo, yo creía que los locos eran los únicos que se creían sus propias locuras...hasta la Conferencia de San Sebastián. Dicen que la ignorancia es osada; los ponentes internacionales que han participado en este esperpento deben ser los más valientes del planeta. Lo que está sufriendo España en general y el País Vasco en particular no es una guerra ni un "conflicto armado" ni una refriega militar. No estamos ni en Irlanda, ni en Yugoslavia, ni en Kosovo, ni en Somalia ni en Libia. Esto es España y aquí no hay guerra: Hay una banda terrorista que asesina e inocentes que mueren. Ojalá hubiera "conflicto armado", porque así se podría haber devuelto golpe por golpe a esa gentuza miserable. Ojalá. Pero no. Esto es España y aquí, por suerte o por desgracia, a los terroristas se les persigue con la Ley en la mano; no con pistolas, rifles, tanques o cazas. Esto es España y aquí no hay ningún "Ejército de Liberación" luchando para sacudirse el yugo de un Estado opresor y represor, sino una banda de terroristas que convirtieron unas ensoñaciones políticas (delirantes pero respetables) en una excusa para diezmar a un país a sangre y fuego. Esto es España y el último "conflicto armado" que sufrió el país acabó en 1939. Esto es España y aquí los únicos héroes no son los de las capuchas ni los que berrean detrás de una pancarta, sino los que resisten al miedo y pagan con su vida la libertad de toda una sociedad. Me habría encantado que los Jonathan Powell, Gerry Adams, Bertie Ahern, Kofi Annan, Gro Harlem Brundtland y Pierre Joxe se hubieran molestado en saber todo esto antes de abrir la boca y dejar en el aire la duda de si realmente son gilipollas o sólo lo parecen.
La segunda conclusión es que parece que ETA y sus compañeros ideológicos han apostado por una vía político-diplomática para la consecución de sus más que discutibles pretensiones políticas (acercamiento de presos, autodeterminación/independencia, anexión de Navarra...). Y esto sería una fenomenal noticia de no ser por lo siguiente: 1) Esa acción no deriva del convencimiento y la retractación, sino del puro interés; 2) El auge político del que actualmente gozan los "paladines abertzales" (Sortu, Bildu y demás siglas) es el resultado de un ruin y tácito chantaje, "O esto o volvemos a las pistolas y las bombas", es decir: "O negocias como yo quiero o te mato" y así no funcionan las cosas en democracia; 3) Sea como fuere, esa supuesta "decisión" llega más de 800 muertos tarde.
La tercera conclusión proviene de esa injustificable, humillante y vergonzosa equidistancia e igualdad con la que se quiere revestir todo este "proceso". Utilizar el término "víctima" tanto para los asesinados, heridos, extorsionados y secuestrados por ETA como para los asesinos, hirientes, extorsionistas, secuestradores y sus familias...equiparar como interlocutores válidos a Gobiernos democráticos y un grupo terrorista...igualar los efectos de un asesinato con los de un encarcelamiento...homologar un problema de terrorismo con un conflicto bélico...A alguien se le ha ido la chapela.
A mí, el despropósito perpetrado en San Sebastián, me parece tan bochornoso, aberrante y ridículo como si Hitler hubiera tenido a bien realizar allá por 1944 una solemne declaración en la que pidiera a los judíos el cese de hostilidades y la mediación internacional para consensuar el reconocimiento de la supremacía aria.
¿Qué me habría gustado escuchar de boca de los ponentes de la Conferencia? Pues sencillamente que lo único que puede, debe y tiene que hacer ETA es entregar todo su armamento, rendir cuentas ante la Justicia y desaparecer. ¿Tan complicado es?
Por todo ello, aunque se pueda alegar una tonelada de buena intención en lo vivido en San Sebastián, eso, más que una Conferencia Internacional de Paz, ha sido una ridícula, lamentable y patética Ocurrencia. ¿De quién? De los que antes mataban y ahora cuentan votos. De ésos.
(PD:Si alguien quiere ver algo serio y más que interesante sobre este asunto, recomiendo que vea el fantástico trabajo de Jordi Evolé en el reportaje: "Borrando a ETA")
3 comentarios:
Y lo peor Javi es que el P.S.E. les da alas y se arrima a la conferencia esa.
Salu2
Estas personas vienen cobrando, es solo una burda pantomima en la que se desprecia, una vez más, a las víctimas.
El P.S.E los ha legitimado y eso es muy grave porque además las víctimas son de todas partes de España. Con todo, lo más grave que Rubalcaba niegue que el gobierno está conforme con esta conferencia, es repugnante sacar réditos electorales a costa de las víctimas.
El cuento del nunca acabar. Lo de siempre. Y sino, tiempo al tiempo y se verá.
Un saludo.
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