miércoles, 26 de agosto de 2009

Death Note: Un thriller de calidad sobrenatural

Hoy he terminado de ver...disfrutar...tener la suerte de admirar en DVD la soberbia serie "Death Note", un excepcional thriller sobre la vida y la muerte, la justicia y la venganza, el crimen y el castigo que explora el alma humana con una precisión, contundencia y claridad sólo al alcance de maestros como William Shakespeare o Fiódor Dostoyevski, sin exagerar un ápice.

"Death Note", escrito por Tsugumi Oba y dibujado por Takeshi Obata, es un producto de tal calidad que pasó del manga al anime y de ahí a las películas con actores de carne y hueso, novela, videojuegos e incluso Hollywood ya está preparando un film. Y por si queda alguna duda de su relevancia e impacto tanto en Japón como fuera del país nipón, basta con tener presentes los más de 98 millones de referencias de esta serie en Google. Por tanto, la serie sobre la que versa este artículo está lejos, muy lejos de ser algo baladí.

La trama es tan simple como adictiva y bien construida. A grandes rasgos, podría resumirse de la siguiente forma: Un ingenioso joven, modélico estudiante y mejor persona, encuentra una mefistofélica libreta en la cual cualquier nombre que se escriba acarrea la muerte de la persona citada. A partir de ahí, el brillante adolescente inicia una cruzada secreta e inmisericorde para librar al mundo de toda clase de criminales al mismo tiempo que la policía intenta hallar denodadamente la identidad de quien está impartiendo masivamente una letal "justicia". ¿Quién ganará?...La historia que cuenta "Death Note" tiene tantos y buenos regustos que no puedo dejar de citar qué nombres me evoca el presenciar algunas memorables escenas, diálogos o giros argumentales: "Death Note" es Welles, Hitchcock, Fincher, Tarantino, Scorsese, Craven, Amenábar, Mann y Nolan, pero también, al mismo tiempo, Esquilo, Sófocles, Eurípides, Shakespeare, Dostoyevski, Poe, Conan Doyle y Unamuno. Todos ellos mezclados magistralmente un delicioso cóctel sobrenatural que, sólo como thriller, no tiene nada en absoluto que envidiar a obras maestras como "Se7en", "Sospechosos habituales", "El silencio de los corderos" o "SaW".

"Death Note" aborda dilemas y asuntos tan proverbiales como interesantes y polémicos: la confrontación entre justicia y venganza, el poder corruptor del idealismo, ¿Qué decisiones nos convierten en buenas o malas personas?¿Cuál es la frontera que separa "lo que se debe hacer" de "lo que hay que hacer"? ¿Vivimos en un mundo justo? ¿Podemos sentirnos seguros en él? ¿En qué confiamos más: en la Justicia de los Jueces, la de Dios o la de nuestra propia mano? ¿Es el hombre el mayor enemigo del hombre? ¿Qué se merecen los asesinos, violadores, maltratadores, pedófilos, pederastas, estafadores y demás escoria criminal? ¿Puede ser defendible quitar la vida a un ser humano? ¿Un mal menor justifica un bien mayor?...y decenas de otras que prefiero que el lector descubra en su faceta como espectador ya que, no en vano, Light Yagami, el protagonista por excelencia de Death Note, contesta a todas estas disyuntivas.

Yo, por mi parte, antes de acabar este artículo, sólo puedo decir que, si bien hay decisiones del maquiavélico Yagami que no comparto, ese personaje y cuanto representa tiene mi más sincera admiración y aplauso porque, si existiera alguien como él, con un cuaderno tan tétricamente prodigioso pero tan bien utilizado, este mundo sería más feliz y yo me habría ahorrado muchos artículos...

¿Qué hace leyendo todavía? ¡Vea Death Note!


martes, 25 de agosto de 2009

Frío vals de cine negro

Acabo de ver la película "Enemigos públicos", cinta de cine negro de Michael Mann, uno de los directores que más me gustan desde que me obligó a añadir la soberbia "Heat" a mi lista de films favoritos, y que cuenta en su reparto con uno de mis actores predilectos: Johnny Depp. Por tanto, tenía muchas razones de peso para ver este título y si bien a la salida del cine no me he arrepentido de pagar la entrada (Mann es uno de los pocos directores por los que merece la pena aflojar el bolsillo), sí he salido con una desangelada sensación de "le falta algo".

La película, como todas las de este cineasta, es impecable y elegante desde el punto de vista técnico, pero le falta alma, adolece del empaque que tanto piden y agradecen films de este género ("El Padrino", "Érase una vez en América"...) y que el propio Mann exhibió en la ya citada "Heat". Narrar la encarnizada lucha real del FBI contra los gángsters encarnados en la figura de John Dillinger en esa América en blanco y negro de la Gran Depresión necesita algo más que un nuevo recital interpretativo del aquí contenido y carismático Depp y una convincente y notable actuación de Marion Cotillard, si se quiere hacer de "Enemigos públicos" una película más que notable.

Mann yerra a la hora de iniciar y, sobre todo, cerrar el film (no se puede concebir una escena de esa categoría como si fuera una de transición) y también le sale el tiro por la culata, nunca mejor dicho, en la dirección de un reparto que, salvo Depp y Cotillard, parece de cartón piedra (hay talento desaprovechado...), ofreciendo al espectador unas interpretaciones que en el mejor de los casos se revelan como insulsas marionetas de un maniqueo teatrillo. En cuanto al guión, no me termina de convencer una narración que tan pronto abusa de la presencia de unos personajes como prescinde de ellos (los créditos de "Enemigos públicos" están llenos de "personajes Guadiana", personajes fantasma...), que obvia razones y utiliza discutibles elipsis por causas que, pensando bien, se podrían justificar parcialmente por un metraje asequible para el espectador. Y, por finalizar el párrafo de quejas y lamentos, este film tiene un defecto que suelo observar en algunas películas recientes ambientadas en otras décadas o siglos: ni los decorados, ni los interiores, ni el mobiliario ni los trajes tienen que parecer recién comprados. ¿Me explico?

Pese a ello y además del placer que supone la actuación del tándem Depp-Cotillard, "Enemigos públicos" plantea al espectador una interesante y valiosa reflexión: La maldad y la bondad, y los vicios y las virtudes que emanan respectivamente, existen a ambos lados de la Ley. Por tanto, el Bien y el Mal no sería tanto una cuestión de medios como de fines, sin que éstos justifiquen o dependan de aquéllos. Incluso, en ocasiones, las fuerzas garantes del bienestar, la Justicia y la paz piensan y se comportan de una forma más vil que la de los criminales a los que persiguen. Para esto último, basta con darse un paseo por la biografía del turbio, turbísimo J.E.Hoover...

En definitiva, la nueva película de Michael Mann es un aceptable film con potencial para ser un gran título...y que, sin embargo, se queda en frío vals de cine negro.

martes, 18 de agosto de 2009

El bodrio infernal de Sam Raimi

Si alguien quiere perder el tiempo y el dinero viendo un bodrio que causa verdadero espanto por lo malo que es...que no lo dude un segundo y vaya a ver "Arrástrame al infierno", del director Sam Raimi, la enésima muestra de que el cine de terror norteamericano se va a pique cada vez que no hace un remake de un clásico setentero u ochentero o adapta una brillante cinta de horror oriental.

La película ofrece una trama bastante manida (los intentos de una ¿inocente? joven, víctima de una maldición, de deshacerse de un hostigamiento sobrenatural) que recuerda, sin ir más lejos, a la sonrojante "La semilla del mal", estrenada hace no muchos meses y a la que la cinta de Raimi convierte en excelsa. Pero una cosa es que abordes un argumento sobado en demasía, cometido que se puede hacer aportando talento o un original enfoque, y otra es construir una historia con un guión donde lo absurdo y lo previsible se enredan hasta la saciedad y que sólo podría escribirse bajo el efecto de sustancias alucinógenas o con una edad inferior a diez años. Que la gente pueda adivinar con relativa facilidad cómo va a acabar el film bastantes minutos antes de que el metraje llega a su fin dice muy poco en favor del talento de Raimi, guionista de esta impresentable película.

Que Raimi es aficionado a hacer un cine de terror donde la fantasía más "naif" y el sentido del humor (insano o negro, pero humor al fin y al cabo) constituyen su sello más personal es algo que demostró en su notable trilogía "Posesión infernal", "Terroríficamente muertos" y "El ejército de las tinieblas". Igualmente, está constatado que sabe hacer películas bastante entretenidas, como atestigua su tríptico sobre Spiderman. ¿Entonces? ¿Puede sorprender que el director haya perpretado semejante boñiga en el celuloide? Hasta cierto punto, no, al menos si se tiene presente que este buen señor es el responsable de bazofias como las televisivas series de Hércules y Xena o de tostones infumables como "Rápida y mortal". Por eso, cabía esperar un patinazo de Raimi...pero no tan mayúsculo.

La película es tan mala que transcurridas las escenas iniciales, donde aún hay espacio para la esperanza de llegar a buen puerto, el espectador tiene la certeza absoluta de que no pasaría nada si en vez de "Arrástrame al infierno" la cinta se titulara "Scary Movie 5", porque de producir algo que no sea vergüenza ajena, este film provoca verdadera hilaridad a su pesar: el ridículo y fallido clímax en la mansión de la médium hispana es una mofa verbenera que convierte al mítico Ed Wood en Billy Wilder y al denostado Uwe Boll en Orson Welles. Toda la leña y escarnio que se haga de "Drag me to hell" será tan insuficiente como merecido.

En definitiva, puestos a irse al infierno, Sam Raimi podría ser el primero, por ofrecer una película que evidencia la comatosa situación del cine de terror yanqui y convertir "Arrástrame al infierno" en un título que el equipo técnico y artístico querría borrar de su historial tanto como el público de sus retinas. ¡Qué bodrio!

sábado, 15 de agosto de 2009

De la mitología a la mitopedia

Mitología: "(Del lat. mythologĭa, y este del gr. μυθολογία). 1. f. Conjunto de mitos de un pueblo o de una cultura, especialmente de la griega y romana. 2. f. Estudio de los mitos". Eso dice el DRAE. Para mí, la mitología, en la primera acepción, es una religión que se ha quedado sin creyentes y, en la segunda acepción, el paso imprescindible antes de la enseñanza de los mitos (mitopedia). Y es que creo que hora es ya no de estudiar tanto las mitologías como de acercarlas de una forma amena, masiva y universal a todos los mortales, nunca mejor dicho.

En no pocas ocasiones, tan importante como estudiar algo es saberlo enseñar. Esto es lo que ocurre, a mi entender, con los mitos, especialmente los clásicos (griegos, romanos, egipcios, nórdicos...). Centrándome en la mitología griega, mi favorita y quizás la más famosa, lo más habitual y académicamente recomendable es acercarse a sus mitos a través de maestros como Homero, Hesíodo, Ovidio, Sófocles, Esquilo, Eurípides y compañía o bien recurrir a autoridades de la talla de Pierre Grimal, quien hizo de su diccionario un libro de referencia para todos los mitólogos de profesión o vocación. No obstante, existe otra vía de acceso a este conocimiento, alejada de las doctas cátedras universitarias y los sesudos manuales y diccionarios pero igualmente loable y que supone un notable esfuerzo de imaginación y rigor para los divulgadores de la mitología y es a esta otra posibilidad a la que quiero dedicar este artículo.

Emplear el cine, la televisión, los videojuegos, los tebeos y la literatura para enseñar de forma didáctica, amena e incluso sutil algo tan eruditamente cultural y presente en el trasfondo de nuestra civilización como son los mitos es una labor francamente complicada que, de hacerse mal, como frecuentemente sucede, da lugar a espantosas aberraciones y lamentables bodrios. No obstante, hay casos que, a mi parecer, han solventado la prueba con éxito y en dichos casos en los que me centraré:
  • Cine: Films como "Ulises", "Jasón y los argonautas","Furia de Titanes" o incluso la animada "Hércules", además de suponer un indiscutibe entretenimiento para todas las edades, nos sumergen a la perfección en el mundo clásico de la mitología griega; igual que películas como "Los Nibelungos" o "Beowulf" nos remiten con más o menos acierto al retablo mítico-epopéyico germano y nórdico, respectivamente. Por tanto, está claro que si hay talento, respeto y rigor es perfectamente plausible filmar películas que nos introduzcan de lleno en el mundo mitológico. Por cierto, no se me ha olvidado hablar de "Troya", es sólo que, como decía, voy a citar casos donde se respete de verdad el mito y/o el texto en el que se basan...

  • Televisión: Si alguien está pensando que voy a citar aquí infumables aberraciones donde dejaban en ridículo al bueno de Heracles y a las aguerridas amazonas, va aviado...La televisión, básicamente a través de series de animación, ha propiciado que decenas de millones de jóvenes en todo el mundo se interesaran o se interesen, aunque sea sucintamente, por el mundo mitológico, siendo especialmente los dioses, héroes y monstruos griegos los más socorridos, como bien demuestran seriales como "Ulises 31" o "Saint Seiya:Los caballeros del Zodiaco", que, con más o menos fidelidad pero siempre acertadamente, hicieron de la mitología clásica griega un auténtico fenómeno televisivo...y de merchandising. Mención aparte merece la fabulosa serie de "El cuentacuentos", auténtico icono de mi infancia y que dedicó no pocos capítulos a acercar los mitos griegos a los más pequeños del hogar.

  • Videojuegos: Los juegos para ordenadores y consolas son quizás los que menos han aprovechado, en cantidad, el mito como argumento o gancho publicitario...pero eso no quiere decir que los hayan obviado, porque son precisamente dos videojuegos los que mejor sintetizan el espíritu de rigor, divulgación y entretenimiento del que vengo hablando: "Age of Mythology", estupendo juego de estrategia en tiempo real (dejando casi en mera minucia su precedente "Zeus, señor del Olimpo") que combina excelentemente elementos de las principales mitologías, el estimable (pese a sus fallos técnicos) "Rise of the Argonauts" y "God of War", que es tan excelso y colosal en todos los sentidos que parece que Homero se hubiera hecho programador para contar las andanzas de un espartano dispuesto a revolucionar el Olimpo...

  • Tebeos: A un lado del Atlántico, hay que destacar, sin lugar a dudas, a Astérix, el irreductible galo que ha hecho más por la divulgación de la historia antigua y la cultura clásica que cientos de miles de catedráticos, ensayistas y profesores. Por ello, no es de extrañar que su gran guiño a la mitología griega (o romana, según se prefiera), "Las doce pruebas de Astérix", sea, además de un homenaje a los hercúleos trabajos, una demostración de cómo encandilar a niños y jóvenes con una trama de sólida base mitológica. Al otro lado del Atlántico, no hay que dudar a la hora de señalar a la editorial Marvel como la principal divulgadora de la mitología con el marchamo de "cultura de masas" que exhiben sus celebérrimos cómics, siendo Hércules y, especialmente, Thor, los encargados de hacer que frikis y comiqueros de todo el mundo conozcan bastante bien las nociones fundamentales de las mitologías griega y nórdica.

  • Literatura: En el terreno de la ficción, un verdadero erial (a no ser que admitamos como válidos esperpénticos refritos o "remakes"), hasta que a Rick Riordan se lo ocurrió emular a su colega J.K.Rowling y su gafoso mago, y crear una amenísima saga de aventuras con la mitología griega como telón de fondo protagonizadas por un chico normal y corriente...de no ser porque es hijo de un dios. Una saga que muchas bibliotecas escolares (y no escolares) deberían tener en su haber por constituir, en mi opinión, una fantástica iniciación para los más pequeños de la casa en el mundo de los mitos.
Por tanto, creo que queda más o menos patente que aunar ocio y cultura para la divulgación y enseñanza de la mitología es un cometido difícil pero no es una labor titánica, ni siquiera hercúlea...es sólo cuestión de inteligencia, creatividad, respeto y...talento. Mas, antes de terminar y dejaros tiempo para que intentéis haceros con algunas de las sugerencias que he ido referenciando (os aseguro que disfrutaréis), escribo a continuación una serie de links a webs que, en el entorno online, os pueden acercar a ese mundo tan apasionante para mí como es el mitológico:

domingo, 9 de agosto de 2009

"UP": Elevando el listón del cine animado

Que Pixar al siglo XXI lo que Disney al XX está cada vez más libre de dudas. Que Pixar se supera continuamente en sus cortos y largometrajes, es tan indiscutible que abochorna pensar lo contrario. La última muestra es su enésima obra maestra y cénit de la animación digital hasta que sea desbancada por otra película de...Pixar. "UP" es una entrañable película, majestuosa en las formas y magistral en el fondo, apta para el deleite de todas las edades, ya que todas ellas encontrarán en este film elementos tanto para el entretenimiento más liviano como para la reflexión más meditada.

La penúltima genialidad de Pixar cuenta las peripecias del anciano Carl Fredicksen quien, siguiendo el sueño de su difunta esposa Ellie, es ayudado por Russell, un orondo y voluntarioso boy-scout, en su viaje en casa-globo hasta un paradisíaco lugar en la selva sudamericana, donde les esperan dos curiosísimos animales y algún que otro peligro. La trama sigue como es de esperar el clásico esquema del hilarante desencuentro inicial hasta la entrañable aceptación mutua, aderezado todo ello con amenas aventuras y escenas que constituyen geniales gags.

Mas si bien ésta es la interesante "superficie" de la película, los temas que aborda y las reflexiones de ellos derivadas son, en mi opinión, lo más destacable de este sensacional título: la denuncia del ostracismo y abandono al que se ven sometidos en la sociedad actual los ancianos...y ciertos niños, la importancia de no renunciar nunca a nuestros sueños ni a la capacidad de plantearnos nuevos retos, la necesidad de afrontar el paso del tiempo como una constante aventura, el respeto enriquecedor a nuestros mayores, la concepción de las relaciones humanas como un camino de descubrimiento y asimilación, el amor por la naturaleza, la liberación de complejos como medio de realización personal...todo esto y mucho más es lo que ofrece al espectador "UP", un film tan bueno que da verdadera pena que acabe, que se degusta de principio a fin y con tanta calidad técnica, creativa y humana en su haber que supera con creces a la mayoría de propuestas que inundan la cartelera estival...y del resto del año. Un espejo en el que deberían mirarse muchos de los que en este bendito país claman por defender lo indefendible y loar lo insoportable...

Para terminar, quiero destacar dos momentos que, a quien esto escribe, le emocionaron, literalmente, de forma muy especial: En primer lugar, la sensacional y conmovedora escena en la que se repasa, sin una sola palabra, la vida en común de Carl y Ellie (eso es CINE), y, en segundo lugar, el emotivo momento en que el anciano Carl descubre en el álbum aventurero un significativo mensaje de su difunta esposa y que condensa muy bien todo el espíritu que rezuma esta extraordinaria película que es "UP".


martes, 4 de agosto de 2009

Adiós a un PERIODISTA

Esta madrugada ha fallecido el afamado periodista Julián Lago. Se pone así un dramático punto y final a varias semanas de calvario tras una vida de pasión, apasionante y apasionada. Se marcha uno de los grandes periodistas que han hecho ilustre una profesión devaluada en las últimas décadas por la parcialidad, la falta de escrúpulos, la demagogia y la carencia de formación humana y profesional que anegan el panorama periodístico español. España se queda sin uno de sus mejores trabajadores de la verdad, un hombre comprometido con la libertad que da la honestidad y con la independencia que otorga la conciencia. Una persona que, por decir lo que pensaba y pensar lo que decía, se granjeó enemistades entre quienes hacen de la desfachatez y la hipocresía un estilo de vida.

Julián Lago revolucionó en España el periodismo escrito y televisivo en las postrimerías del siglo XX y probó las mieles y las hieles de la fama. Valiente, incisivo, brillante, inteligente, la forma de hacer periodismo de Lago era una entre muchas opciones pero la única por la cual yo decidí estudiar esa carrera: contar la verdad y denunciar la mentira. Hoy, quienes amamos esta profesión, tenemos mucho por lo que lamentarnos.

Muchos de quienes le temían, detestaban o le dieron la espalda se habrán quitado un peso de encima porque no hay virtud más molesta en este mundo de imposturas y malicias que la sinceridad. Para ellos, mi repulsa. Una aversión de la que también quiero hacer víctimas a quienes en estas semanas pudiendo hacer algo por Julián Lago no lo hicieron y quienes lo hicieron en pos de la cizaña, el amarillismo, la hipocresía y cobardes vendettas. Infames personajes de ínfima ralea profesional y moral que, en no pocos casos, abochornan y mancillan el periodismo.

Hoy todos perdemos a un gran periodista y, sus familiares y amigos, una carismática persona con un corazón tan grande como indomable. El único motivo para estar contentos es que el legado humano y ético de Julián Lago pervive en su familia, en excelentes personas como sus sobrinos, a quienes tengo el honor y orgullo de conocer y acompañar, aun en la distancia, en estos momentos de amargo vacío. Descanse en paz.

domingo, 2 de agosto de 2009

La @rroba: De los kilos a los emails

Para muchos de nosotros, la arroba es ese extraño y simpático símbolo gracias al cual podemos comunicarnos por correo electrónico. El marchamo por excelencia de la sociedad conectada. No en vano, los Premios Príncipe de Asturias así lo han reconocido en su edición de 2009. Pero la historia de este icono de las comunicaciones online no es ni mucho menos reciente y tiene varios siglos en su estela.

Llámame “ar-rub”

Ése es el nombre original del símbolo omnipresente en nuestros e-mails. Un nombre de origen árabe y que significa “cuarta parte”. ¿De qué? De un quintal o de un cafiz , es decir, 11,502 kg , suponiendo a su vez casi el doble de una fanega Así, la “arroba” inicialmente era una frecuente unidad de masa con la que nuestros ancestros solían cuantificar todo tipo de mercancías, especialmente áridos.
¿Cuándo fue la primera vez que se utilizó este símbolo? La respuesta a esta pregunta ha sido objeto de una interesante controversia que ha sido resuelta por el historiador Jorge Romance y que podríamos resumir de la siguiente manera:
  • 1448: El debut. Hasta el momento, y gracias a las investigaciones de Romance, se sabe que la @ se escribió por primera vez en una entrada de trigo de un registro aduanero del Reino de Aragón, en el ecuador del siglo XV.
  • 1536: La discordia. Gracias al esfuerzo del historiador aragonés, ahora se sabe que importantes periódicos nacionales e internacionales y el Consorcio de Turismo de Sevilla andaban recientemente un poco desencaminados al seguir la afirmación del profesor Giorgio Stabile, de la Universidad La Sapienza, según el cual, el primer uso documentado del símbolo que nos ocupa habría que fecharlo el 4 de mayo de 1536, en una misiva remitida a Roma desde Sevilla por un comerciante italiano en la que se daba cuenta de la carga de tres embarcaciones procedentes de América: «Así una @ de vino, que es 1/13 de un barril, vale 70 u 80 ducados...».
Discusiones aparte, lo cierto es que la @ lleva con nosotros al menos seis siglos y que ni siquiera su nombre ha obedecido a un patrón común, como veremos a continuación.

¿Cola de mono?
El símbolo es inequívoco, pero no así la denominación que recibe en los distintos países. Así, lo que comenzó siendo una curiosa transcripción de la preposición latina “ad” y que en castellano y portugués se llama “arroba”, en otros idiomas recibe el curioso nombre de “cola de mono” (afrikáans, alemán, frisio, holandés y rumano), “mono” (búlgaro, polaco y serbio), “caracol” (bielorruso, coreano e italiano), “arenque” (checo y eslovaco), “ratoncito” (chino), “patito” (griego), “gusano” (húngaro), “perrito” (ruso) o, de forma más prosaica, “a con trompa” (danés y sueco) o “a con cola” (turco), por citar algunos ejemplos.
¿Y en inglés? Para los hablantes del idioma predominante en la red de redes, la @ se denomina “at sign” y se solía utilizar en sustitución de la preposición “at” en el ámbito de la contabilidad y las facturas comerciales. Y he ahí uno de los motivos que llevó a cierto ingeniero a revolucionar el mundo de las comunicaciones electrónicas.

Un símbolo para separar...y unir
A comienzos de los 70, en el siglo pasado, el ingeniero electrónico Ray Tomlinson estaba trabajando para la mítica ARPANET a través de la empresa BBN, cuyo cometido era desarrollar un sistema de intercomunicación. De esta forma, nació el programa SNDMSG, gracias al cual distintos terminales de una misma computadora podían intercambiarse mensajes. Es en este contexto en el que hay que encuadrar el mayor logro de Tomlinson: adaptar en septiembre de 1971 esa aplicación comunicadora para que pudiera servir a usuarios “desconocidos” de una red más amplia. Acababa de “inventar” lo que hoy llamamos correos electrónicos (e-mails). No obstante, el sagaz ingeniero tenía ante sí el problema de cómo separar e identificar en la dirección de e-mail, al remitente/destinatario, por un lado, y al servidor al que pertenece, por otro. Un obstáculo que salvó utilizando un símbolo que cumplía su criterio de estar en todos los teclados pero no figurar en los nombres propios de personas, empresas ni servidores, para evitar cualquier equívoco. De esta forma, reparó en la @, un símbolo presente desde 1884 en máquinas de escribir aunque no muy usado y que, sin embargo, hoy en día es universalmente conocido gracias a Tomlinson desde el día en que, desde una computadora PDP-10 envió un mensaje con la siguiente dirección: tomlinson@bbn-tenexa. Un hito que le ha valido el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Tecnológica, compartido con otro revolucionario de las comunicaciones: Martin Cooper. No en vano, la arroba se ha convertido desde 1971 en un símbolo que separa y une simultáneamente a millones de personas en todo el mundo.

Otros usos

Además del ámbito mercantil y electrónico, la arroba ha tenido otros usos, como, por ejemplo, representar el área, en los libros de texto de antaño, o, más recientemente, sustituir de manera incorrecta al masculino gramatical para aludir a simultáneamente a las formas masculina y femenina de un mismo sustantivo en prensa, publicidad e incluso documentos oficiales. Y es que, si algo está claro es que la @ da mucho juego y es un signo de nuestro tiempo.