jueves, 19 de marzo de 2009

12 reflexiones en blanco para 1 crónica negra

Estas semanas España ha vuelto a supurar la hiel de su proverbial crónica negra, ésa que es burda, sanguinolenta, brutal, sucia, zafia y con un alto grado de indecencia; muy nuestra. Tras Puerto Hurraco, Alcácer, Leganés, Mijas y Huelva, el fatal tren del asesinato con denominación de origen ha hecho parada en Sevilla. Efectivamente, hablo del trágico y lamentable caso de Marta del Castillo. Como es un suceso que, ya sea por interés informativo o por amarillismo carroñero, está ampliamente difundido y es conocido por todos, me limitaré sólo a expresar unas reflexiones o dudas, cuya respuesta dejo a merced de quien esto lee:

  1. ¿Por qué la Policía se empeña en hacer más verosímiles las andanzas de Mortadelo y Filemón que sus pesquisas en este caso?
  2. ¿La aspiración de los encargados de las diligencias policiales es emular a "Los hombres de Paco"? ¿"Loca Academia de Policía" es la película de referencia para algunos uniformados patrios?
  3. ¿Pueden vacilar de semejante e infame forma unos chavales a unos profesionales supuestamente entrenados (porque a la vista está que "preparados" no) para hacer frente a criminales y situaciones mucho más adversas que la de cuatro niñatos homicidas?
  4. ¿Saldrán, para variar, a poner paños calientes en pro de esos pequeños asesinos ciertos psicólogos, pedagogos y demás apóstoles de la reinserción baldía, adalides de la educación inútil y evangelistas de la gilipollez supina? ¿Cuánto ganan esos majaderos por cada idiotez que dicen?
  5. ¿Volverá el juez de turno a dar la razón al vocablo "fallo" para referirse al dictamen de la inJusticia?
  6. ¿Qué es mayor en este caso: el horror de lo investigado, el despropósito de los investigadores, el dolor de la familia, la desvergüenza de los asesinos, la atónita indignación ciudadana?
  7. ¿Por qué a nadie de los directamente implicados en la resolución de este suceso se le cae la cara de vergüenza?
  8. ¿Por qué no es la primera vez ni la última que unas diligencias son tan desastrosas?
  9. ¿Por qué no se implanta de una puñetera vez el cumplimiento íntegro de las penas, la cadena perpetua o la pena capital? Así, desalmados como quien ha asesinado a Marta del Castillo tendrían un justo (en todos los sentidos) final.
  10. ¿Por qué en este puñetero país lo más habitual es que ni los jueces impartan verdadera justicia ni los policías den seguridad?
  11. ¿Sería una solución para este sindiós que los próximos padres desprovistos de hija fueran policías, jueces, políticos, ministros y demás gente que ve el toro desde la barrera?
  12. ¿Habría pasado esto en un país donde se afrontan los crímenes con más seriedad, rigor y profesionalidad; donde prefieren "pasarse" por exceso y no por defecto?

En fin. Que cada cual que piense lo que quiera. Yo sé muy bien mis respuestas a estas doce cuestiones. Por lo demás, vaya desde aquí mi abrazo a la familia de Marta y mi más sincero pésame, por el asesinato de su hija y por la investigación que se está haciendo del mismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada sociedad crea a sus monstruos; la nuestra, estos analfabetos emocionales de quince y veinte años respectivamente. Lo más asombroso es que el criminal siguió con su pareja habitual, una niña de catorce años. Obviamente, todos sabemos reconocer a un monstruo: otra cosa es si tenemos ganas de pararle los pies. ¿Quiénes son los culpables? ¿Los delincuentes y asesinos juveniles o sus educadores? ¿Quién es el culpable, el ya célebre "Cuco" y su compinche o una sociedad entera que cada día está más enferma y camina hacia la indiferencia con respecto a sus semejantes? Vivimos el todo vale: no extrañe a nadie, pues, que a una adolescente sevillana que sale con gentuza la violen varios criminales, la estrangulen, le aplasten la cabeza con un cenizero y arrojen su cadáver al contenedor más próximo. Creo que la asociación de ideas en sus torcidas cabezas, a la vista del destino último que buscaron a esta niña, está clara. Porque los monstruos de hoy creen que el ser humano es basura, entre otras cosas porque parten del convencimiento de que ellos también lo son, único pensamiento en el que no andan nada equivocados. CADENA PERPETUA PARA ESTOS MALNACIDOS YA.