- Los "mandaos". Es la categoría más numerosa. Se les reconoce fácilmente por: su aspecto de náugrafo con mono, su higiene de vagabundo, mostrar unas exquisitas formas y maneras propias del paleolítico, estar genéticamente preparados para la vagancia y hablar entre ellos como si fueran filibusteros de secano, galeotes sin remo o burros tornados en seres humanos. Intelectualmente, se dividen entre los que envuelven el bocadillo con el periódico deportivo y los que se lo leen. Por lo demás, si entienden el castellano, suelen justificar sus actuaciones con frases tipo "El jefe dice que...", "Yo sólo soy un mandao..." y similares. Por último, hay que decir, que los curritos son un ejemplo de integración y globalización. A los "Pacooooooooo", "Toñoooo", "Pepeeeeeee" de antaño hay que añadir ahora a los Wilson, Mohamed, Basili y Piotr de la España de hoy. Todos ellos se entienden a la perfección y es que la holgazanería y la chapuza hablan un lenguaje universal.
- El jefe. Por narices, es español. Años y años en el tajo le han convertido en Gran Maestre de la Tomadura de Pelo. Sin duda, nos hallamos ante unos gentlemen: Zapatos desgastados y sin brillo, vaqueros subidos hasta las tetas, camisa a cuadros y teléfono móvil adosado al cinturón como si fuera un revólver. Unos iconos del buen gusto. Se les cogería cariño por patéticos, de no ser porque estos tipos son de los mayores sinvergüenzas que pueblan el panorama laboral (descontando a la gente de las empresas de trabajo temporal y a ciertos responsables de RRHH). Mandan a sus subordinados con una chulería bochornosa y se permiten el lujo de hablar con los profanos sufridores de sus hazañas profesionales con una suficiencia que uno casi olvida que el gañán llamado comúnmente "jefe" o "encargado" difícilmente ha leído un libro en su vida o sabe contar más allá de los dedos de una mano.
¿Que te dejan la pared como si fueran las caras de Bélmez? Nada. Tira millas. ¿Que el retrete ahora parece un géiser? Tranquilo. Tira millas. ¿Que convierten tu cuarto preferido en una zona cero? Paciencia. Tira millas. ¿Que hacen un nudo gordiano con tus tuberías? Vale. Tira millas. ¿Que te agujerean el techo o suelo como si fueran bombarderos? Reflexión. Tira millas. ¿Que te dejan sin agua para que comprendas cómo se duchan y lavan en el tercer mundo? Resignación. Tira millas. ¿Que levantan cuatro veces seguidas la misma calle y se tiran cuatro estaciones para cerrarla? Normal. Tira millas. ¿Que trabajan menos que el sastre de Tarzán? Evidentemente...y tira millas.
Dicho esto, yo sólo puedo añadir que si de gente de este calibre hubiera dependido la construcción de las pirámides de Egipto o las catedrales medievales, aquellas serían una escombrera acribillada con esparadrapos y estas unas chozas pintarrajeadas trufadas de pegotes de cemento. En resumen, la Gran Logia de los Chapuzas que corroe la profesionalidad y las obras públicas y privadas hace Fidias y Gaudí a Pepe Gotera y Otilio. Y tira millas...En fin.
Dedicado a todos los "curritos" que, en cualquiera de sus actividades y sean de donde sean, se ganan el pan con dignidad y honestidad.
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