Anoche me sumé a ese grupo de frikis valientes, masoquistas catódicos, melómanos de dudoso gusto y coprófagos televisivos que ven "Eurovisión". Sí, hay días en que tengo que demostrar mi valentía a través de las tragaderas. En fin. La principal conclusión que saqué es que los únicos espectáculos de entretenimiento que Europa puede organizar decentemente son la Eurocopa y el Eurobasket. En lo referente al también llamado "Festival de la Canción Europeo", lo mejor que se puede decir es que es una exhibición espectacular de que, cuando el ser humano se lo toma en serio, puede llegar a ser el ser vivo más decadente, bochornoso y hortera. Desconozco en qué momento en Eurovisión se ha pasado de ir a cantar a dar el cante, pero, por lo visto ayer, debe ser la norma de los últimos años.
Haciendo memoria, cualquiera sabe que Eurovisión nunca ha sido un compendio de talento musical y gusto estético, pero es que...lo de anoche es para echarse a temblar. A mí me asaltan las siguientes dudas, que lanzo al aire para que quien quiera las responda: ¿Es un requisito esencial para quedar en los primeros puestos que la persona que envíes como representante sea o parezca homosexual, travesti o transexual? ¿Es condición indispensable que salgas al escenario vestido por tu peor enemigo? ¿Qué clase de enfermos mentales o anarquistas melódicos componen las letras? ¿A santo de qué hay que hacer coreografías que sólo se justificarían por estar bajo los efectos del alcohol o las drogas?
En cuanto a las votaciones, lo más claro (y lo peor) que se puede decir de ellas es que cualquiera que siga Eurovisión en los últimos años puede adivinar antes del concurso, desconociendo los representantes y las canciones, quién va a votar a quién. Que este evento sirva como excusa para el fornicio virtual con dimensiones de orgía entre países limítrofes pues no deja de ser chocante y sonrojante. Vamos, que da igual si Estulticia del Norte ha mandado a Eurovisión a un hermafrodita con un gallinero en las cuerdas vocales, vestido como un marciano de serie B y maquillado como una fulana barata, porque Estulticia del Sur le va a votar y hacer la ola seguro.
Así pues, ¿dónde está la emoción del concurso? Muy sencillo. Lo excitante del concurso es descubrir quién rebasa el récord de vulgaridad y quién atenta más flagrantemente contra la vista y el oído. Dicho esto, habría que pensar seriamente renombrar el evento, para lo cual sugiero "Europa unida contra la música", "Festival Europeo de la canción bochornosa" o "Yo soy rar@ 2008".
Haciendo memoria, cualquiera sabe que Eurovisión nunca ha sido un compendio de talento musical y gusto estético, pero es que...lo de anoche es para echarse a temblar. A mí me asaltan las siguientes dudas, que lanzo al aire para que quien quiera las responda: ¿Es un requisito esencial para quedar en los primeros puestos que la persona que envíes como representante sea o parezca homosexual, travesti o transexual? ¿Es condición indispensable que salgas al escenario vestido por tu peor enemigo? ¿Qué clase de enfermos mentales o anarquistas melódicos componen las letras? ¿A santo de qué hay que hacer coreografías que sólo se justificarían por estar bajo los efectos del alcohol o las drogas?
En cuanto a las votaciones, lo más claro (y lo peor) que se puede decir de ellas es que cualquiera que siga Eurovisión en los últimos años puede adivinar antes del concurso, desconociendo los representantes y las canciones, quién va a votar a quién. Que este evento sirva como excusa para el fornicio virtual con dimensiones de orgía entre países limítrofes pues no deja de ser chocante y sonrojante. Vamos, que da igual si Estulticia del Norte ha mandado a Eurovisión a un hermafrodita con un gallinero en las cuerdas vocales, vestido como un marciano de serie B y maquillado como una fulana barata, porque Estulticia del Sur le va a votar y hacer la ola seguro.
Así pues, ¿dónde está la emoción del concurso? Muy sencillo. Lo excitante del concurso es descubrir quién rebasa el récord de vulgaridad y quién atenta más flagrantemente contra la vista y el oído. Dicho esto, habría que pensar seriamente renombrar el evento, para lo cual sugiero "Europa unida contra la música", "Festival Europeo de la canción bochornosa" o "Yo soy rar@ 2008".
En cuanto a lo ocurrido anoche, pues poco más que añadir a lo ya dicho: Ganó una versión lésbica de nuestra Maribárbola en dura pugna con el primo ucraniano de Javier Gurruchaga y España, pese a mandar a lo más hortera del panorama ¿musical? patrio, quedamos en el 20º puesto. Para años venideros, ya sabemos qué tenemos que enviar como representante si queremos quedar en el podio eurovisivo: Suprimamos pretenciosos y cutres programas ad hoc y, en lugar de eso, el día del Orgullo Gay, a la primera persona que lance un gallo, la cogemos, la vestimos de faralaes galácticos y tendremos serias posibilidades de ganar en Eurovisión 2008.
¿Es que anoche no se vio nada que mereciera la pena? Si hablamos de Eurovisión, sí: las representantes rusas (¡Matriuska mía!). Y, si no hablamos de horteradas televisadas, también: En Telemadrid ofrecieron la excelente película "Las Amistades Peligrosas". Y es que todo en la vida es cuestión de tener buen gusto...
2 comentarios:
Buenas, la verdad es que te doy toda la razón; yo lo ví, pero porque no salía esa noche y me parede divertido ver a que esperpento va a llevar cada pais y hacer mi propia porra, he de decir q acerté xq la de la lesbiana de serbia me parecía lenta pero me gustaba. también en los votos decía este vota a este y este a este, y acertaba, xD, como no estamos cerca de los paises q estaban ganando, nadie nos quiere, nos dieron puntos por pena, me ahec mucha gracia, no hay más q imigrantes de todos los paises de europa posibles y nadie nos vota, ains.
Nagore
Bravo, escribes de puta madre.
http://zurbandiego.blogspot.es
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