(Nota del autor: A todas las personas que lean este artículo me gustaría advertirles de que su origen es un estado de agria disconformidad personal con el panorama político nacional. Por eso, soy plenamente consciente de que al escribir esto, en favor de "desahogarme", obvio decenas de argumentos y razones, pero también me gustaría que se tuviera presente que si argumentara todo lo que aparece en este artículo, su extensión sería comparable a la Wikipedia. Ruego disculpen la omisión de razones y les emplazo a otros artículos donde, como acostumbro, sí dare buena cuenta del qué y el porqué). Poe. Da escalofríos sólo mentarlo...Él es quien nos sumerge en un mundo de pesadilla, un universo siniestro donde la luz agoniza entre las sombras, una tierra poblada de seres escalofriantes y aberraciones indescriptibles que caminan sobre los cadáveres de la razón y la lógica. Sudor frío, piel de gallina, castañeteo de dientes, taquicardia...Y el responsable de todo esto él: Poe. ¿Edgar Allan? No. José Luis. Aquí va una reseña de su ópera prima: un historia de terror, claro.
* El autor: Poe. De nombre José Luis, pero en la intimidad le han llamado Pep, Xose, y, desde hace meses, Ioseba. A él le es igual, le llamas y menea el rabo. Es leonés, aunque de león no tiene ni la melena ni la valentía y de nobleza castellana tiene...lo mismo que de melena. ¿De dónde viene lo de Poe? Es el acrónimo de Presidente por Onda Expansiva, pero ese es un horror del que no hablaré hoy.
* El título: "¡Toma ya! Ya soy Presi"
* Los personajes principales: Junto al Presidente, auténtico protagonista de la obra, está "El Gabinete", que da tanto miedo como el del Doctor Caligari. ¿Quiénes lo integran? Pues tenemos momias (según las últimas excavaciones, hay pruebas del idilio entre Maria Teresa y Ramsés II), rasputines (antaño Grigori Yefímovich, hoy Emilio, pero la misma mala baba), quasimodos (menudas campanadas da Miguel Ángel cuando se pone...), hombres bono (a este le metieron una bala de plata hace rato...), "freaks" dignos de la película de Todd Browning (Caracaldera, La fraila...) y fantasmas (piensen en un ministerio y díganme quién lo ocupa y cuántas veces lo ha visto...¿lo ven? Fantasmas). Vamos, una caterva de seres con los que Íker Jiménez se frotaría las manos.
* Los personajes secundarios: Por un lado, tenemos al partido de la mano que mece la cuna, perdón, esa es otra de terror. Me refiero al partido de la mano que estruja la rosa, anteriormente conocido como PSOE, porque hoy...depende del día. Sus primeros espadas son un ejemplo de lo bochornoso que puede resultar el analfabetismo cuando se mezcla con la demagogia. Pepín, Diego...esos intelectuales que hacen Voltaire a Mike Tyson. Por otro lado, nos encontramos a la oPPosición, que con denodados esfuerzos aplica la curiosa técnica de combate denominada "Como no consigo nada, ahora me enfado y no respiro", que tan buenos resultados ha dado a los...neonatos. En fin. Por último, y para dar colorido a toda la trama, nos encontramos a otros personajes surgidos de alguna imaginación febril, pero febril, febril. El más simpático de estos últimos es un tal Llamazares, que es un personaje que se muere de ganas por salir en televisión con cualquier pretexto aunque nadie le toma en serio. Seguramente, en próximos capítulos de esta historia, lo veamos en algún talk-show que aborde el tema "Un día fui comunista y ahora no me quieren en el circo".
* El contexto: Un país que se parece terriblemente a España.
* El argumento: El autor cuenta la historia autobiográfica de un descomunal necio que llega a Presidente de un país tras unas explosiones. ¡Perdón! Un lapsus. Quería decir que llega a Presidente de un país tras unas elecciones. Una vez en el poder, invoca a las hordas de la oscuridad (el Gabinete) para que trabajen para él y así inicia un escalofriante etapa en la que la política exterior parece la Verbena de la Paloma (aliándose con demócratas y paradigmas de la libertad como Castro y Chávez y tendiendo la mano a los de la cimitarra y el detonador) al tiempo que la política interior se llena de abominaciones que ni las de H.P.Lovecraft.
Convencido de que de verdad ha llegado a Presidente, el protagonista de la historia da rienda suelta a su necrofilia y comienza a desenterrar muertos de hace setenta años a los que pone medallas y con quienes organiza un desfile de la victoria que ríanse ustedes de La noche de los muertos vivientes, mientras deja que los protagonistas secundarios se tiren cadáveres a la cabeza en unos pitorreos organizados llamados "comisiones".
En los últimos capítulos, con el paso de los meses, en el país las cosas van fetén: Cayuco Tours funciona a plena potencia, las hipotecas se preparan para aterrizar en Marte y la Justicia además de ciega parece gilipollas, y es entonces cuando el Presidente de la sonrisa de pánfilo, como debe creerse Pericles o Churchill (aunque sólo le suenen los nombres y no sepa de qué), tiene otra de sus brillantes ideas y decide hacer las paces, de buen rollo, con talante, con una banda de diablos de la grandísima puta que se han pasado décadas matando a hombres, mujeres y niños inocentes. "Te cambio la rosa por la serpiente", les dice. Y ahí, en el momento de más miedo, es donde acaba la historia.
* Se rumorea que la continuación de esta historia llevará por nombre: Muertillos a la mar. Historia de un proceso de paz.
* Mi opinión: Sí, ciertamente, da miedo y mucho, pero, como crítico literario, creo que la calidad de esta obra está a la altura de su autor. Como persona, me da pánico imaginar cómo será la continuación. Y, como ciudadano y español, el autor y su historia me producen vergüenza y un profundo asco.
lunes, 23 de octubre de 2006
La ópera prima del señor Poe
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1 comentario:
Muy interesante
Estoy muy de acuerdo contigo en casitodo lo que dices
Enhorabuena por el blog
www.mejorasculturales.blogspot.com
a ver si escribes más a menudo,
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