Sabido es que, dentro de mi cinefilia, soy un gran aficionado al cine de terror y a los thrillers con asesino en serie de por medio. Por eso, no creo que extrañe a nadie que me guste la saga de películas de "SAW", que comenzó en 2004 y ya va por la tercera entrega (para más información, ver Saw, Saw 2, Saw 3).
Sádica, retorcida, maquiavélica, enfermiza, con una estética fácilmente reconocible y un guión sinuoso aderezado con escasos pero sorprendentes y brillantes giros argumentales son los principales rasgos de esta trilogía alumbrada por el dúo James Wan-Leigh Whannell y continuada en las dos secuelas por Darren Lynn Bousman. ¿Cuáles son las claves de su éxito en taquilla? En mi opinión, son similares a las que encumbraron a Seven (1995, David Fincher) como una de las incuestionables películas de referencia si hablamos de thrillers: un guión que mantiene al espectador en constante tensión hasta el final, una atmósfera sórdida, una aproximación actual y original al concepto de maldad, un "carismático" villano de inteligencia tan deslumbrante que parece sobrenatural, una reflexión contundente sobre los vicios y defectos del hombre de nuestro tiempo y, por último, un final de película que deja al espectador con un palmo de narices. Eso tienen en común Seven y Saw (especialmente la primera entrega). Habrá muchos que se lleven las manos a la cabeza al ver el triunfo de películas como esta, pero es que el mal engancha y mucho: En la Historia moran Vlad Tepes, Erzbeth Bathory, Gilles de Rois, Rasputín, Jack el Destripador,Charles Manson...En Literatura tenemos a E.A. Poe, H.P. Lovecraft y Stephen King...En el cine encontramos El resplandor, El silencio de los corderos, Seven...
Volviendo a Saw, es indudable que es una película no apta para paladares sensibles o estómagos débiles, puesto que la sanguinolencia y crudeza extrema de muchas de sus escenas hacen difícil no apartar la vista de la pantalla en algún momento. ¿Que es desagradable? Sí, bastante. Pero es algo más que eso. Me explico: Para quien sólo se quede en lo superficial, Saw no será más que un repertorio de salvajadas y martirios ideados por algún enfermo o degenerado. Pero quien preste atención al guión o a la trama, encontrará algo más interesante que miembros cercenados, litros de sangre y gritos agónicos. En mi opinión, en el trasfondo de las tres películas de la saga se encuentran críticas a la sociedad actual: En Saw se critica contundemente a aquellas personas que desaprovechan su vida o no la valoran como deberían (ese es el criterio del asesino Jigsaw para escoger a sus víctimas y dar rienda suelta a sus retorcidos "juegos"). En Saw 2, permance latente la crítica de la primera entrega y se añade una nuevo dardo, en esta ocasión, contra el atroz individualismo, la competivididad brutal y la desconfianza endémica que vivimos hoy en día (en esta película, sólo aquellos que cooperan y confían mutuamente logran "sobrevivir"). Por último, en Saw 3 se aborda un tema tratado frecuentemente por los grandes clásicos del teatro (ya sean griegos o del siglo de oro): ¿Dónde está la barrera que separa la justicia de la venganza? ¿Qué entedemos por "justo" e "injusto"?¿Adónde conduce que alguien se tome la justicia por su mano? Las respuestas a estas preguntas podrían resumirse en tres sentencias tan manidas como ignoradas en la práctica como son "No hagas a otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti", "La violencia sólo engendra violencia" y la bíblica "¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?". Naturalmente, en esta película todos hacen caso omiso de esto y al final pasa lo que pasa...
Se puede estar en desacuerdo con las formas(y es lógico), pero si se presta atención al mensaje éste dota a las películas de Saw de un interés poco habitual en las películas de este tipo.
En cuanto a Saw 3 en sí, es un film que tiene como principal valor el hecho de que cierra todos los cabos sueltos de las dos anteriores entregas, convirtiéndose en una especie de "Así se hizo" o "Todo lo que usted quiso saber sobre Saw y nunca se atrevió a preguntar". A esto hay que añadir los estandartes habituales de la saga: el inquietante Tobin Bell vuelve a encarnar "brillantemente" a Jigsaw, confirmando al personaje como un nuevo icono del cine de terror de nuestro tiempo igual que lo fueran antaño Freddy Krueger, Jason Voorhees o Leatherface; vuelven a aparecer la siniestra marioneta, las cintas con "recaditos", unas pruebas/torturas literalmente es-pe-luz-nan-tes, y el "himno" de la legión de seguidores de Saw: la canción "Hello Zepp" de Charlie Clouser. Para mí, fan confeso de esta trilogía, lo más criticable de esta tercera parte son la escasa sutileza y el gratuito recreo en primeros planos más que desagradables y totalmente prescindibles, además de un evidente agotamiento tanto en el ritmo de la historia como en la trama en sí.
¿Es este el final de la saga? Puede ser...que no. De cualquier forma, Saw ya ha pasado a la historia del cine de terror y Jigsaw ha entrado a formar parte del diabólico panteón de asesinos y monstruos cinematográficos, le pese a quien le pese.
3 comentarios:
Muy interesante el post. Nunca me había interesado esta saga porque la veia como la típica película de terror para quinceañeros, pero por lo que cuantes le echaré un vistazo. Lo de la crítica social me parece un poco cogido por los pelos y habrá que comprobar.
Un saludo
www.mejorasculturales.blogspot.com
Muchas gracias por tu comentario. En lo que respecta a la crítica social, es algo de lo que te puedes dar cuenta después de mucho rumiar la película (si bien es bastante evidente en la primera parte de la trilogía). Si fuera una crítica evidente, estaríamos hablando de alguna película de Fernando León de Aranoa, Ken Loach, etc.
Un saludo.
El muñequito diabólico de la entradilla se parece al otro de The Game (¿o es el mismo?). Impactado me dejó el payaso de Poltergeist que se engancha al hermano de la protagonista.
Gran reflexión, aunque Saw no me emociona.
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