martes, 25 de julio de 2006

¡A mí que no me vengan con cuentos!

A mí que no me vengan con cuentos…¿Alguien se ha parado a pensar en sus protagonistas?

Ellos…
Aladín:
un playboy árabe con dinero robado a unos primos de los de Al-Qaeda.
Bambi: un hippy con problemas freudianos.
Bestia: un salvaje onanista y misógino que odia depilarse.
El Flautista de Hamelin: un pederasta melómano.
El Gato con Botas: un felino que se siente hombre pero se pone botas de plataforma.
El Lobo: el clásico tonto que haga lo que haga siempre la palma y encima no se afeita.
Mogli: un zoofílico afincado en la India y que se lo monta con osos, monos, panteras...
Pinocho: un capullo tirolés barnizado con un padre que podría ser su bisabuelo.
El Príncipe: un putero que las liga con un cuento detrás de otro...y siempre caen.
Pulgarcito: un espabilado que hace rutas con migas.
El Soldadito de Plomo: un militar salido al que no le sientan bien los calentones.
Los Tres Cerditos: unos chapuzas aficionados a la bricomanía a gran escala.

Ellas…
Alicia:
una niñata adicta a los alucinógenos.
Bella: una pueblerina de buen ver que se enamoró de un feo con posibles.
La Bella Durmiente: una conejita playboy con problemas de sueño.
Blancanieves: una canguro a la que no le importa el tamaño.
La Bruja: una lesbiana octogenaria obsesionada con las adolescentes.
Caperucita Roja: una ingenua comunista y con problemas de miopía.
La Cenicienta: una asistenta que pegó un braguetazo en un cocktail con un fetichista.
La Sirenita: una nudista que huele a pescado.

¿Y qué decir de sus autores? ¡¡Todos unos putos cuentistas!! ¡Vivieron de contar mentiras!

Yo, desde luego, no leeré ni un cuento leeré a mis hijos.

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