sábado, 16 de agosto de 2008

Brillante película; Caballero oscuro

Toda película que aspire a ser entretenida ha de tener una historia convicente y atractiva, buen ritmo, personajes carismáticos y buscar la atención del espectador mediante guiños a su complicidad con lo ficticio y/o muestras constantes de que no se le está faltando al respeto de su inteligencia y gusto. Las películas de superhéroes son quizás ese tipo de films que si no son mínimamente entretenidos, se van por el sumidero del olvido. En los últimos años, tenemos ejemplos de películas de superhéroes francamente entretenidas (las dos primeras entregas de Spiderman, la trilogía de X-Men, Hellboy, Transformers, IronMan y, a años luz por detrás, Los Cuatro Fantásticos y Hulk) y películas de superhéroes que sería mejor no haber rodado, para bien de todos (El motorista fantasma, Superman Returns). Por tanto, se podría afirmar que, casi por definición, una película con superhéroes de por medio es entretenida.
Pero ¿qué ocurre cuando además de entretenida es una gran película?, ¿qué ocurre cuando una película de superhéroes tiene un guión, reparto y montaje sobresaliente?, ¿qué ocurre cuando una película de superhéroes dignifica al bien llamado séptimo arte? La respuesta es que sencillamente estamos ante excepciones, deliciosas excepciones. Hoy, hablaré de una de estas excelentes "raras avis" que aunan entretenimiento y talento en pantalla sin que el hecho de que su protagonista sea un superhéroe suponga lastre ni traba alguna.


Anoche tuve la suerte de ver "El caballero oscuro", secuela de la estupenda, brillante, magnífica y entretenidísima película "Batman Begins", que redefiniría el concepto de "película de superhéroe", dotándolo de un interesantísimo enfoque caracterizado por la verosimilitud y el dramatismo, gracias a la labor de Christopher Nolan, un director que, film tras film, persevera en un sencillo trueque con el público: talento a cambio de respeto. Tras verla, entiendo perfectamente por qué está arrasando en taquilla y cosechando innumerables parabienes entre críticos y espectadores rasos. ¿Por qué? Como siempre, lo desgranaré en puntos.



* El director: Christopher Nolan. Los amantes de los cómics y del cine le deberíamos dar gracias eternamente por las dos soberbias entregas de Batman que nos ha regalado. Es muy raro encontrar un director que con tanto talento e ingenio no caiga en la autocomplacencia, no firme bodrios a cambio de una jugosa cantidad de ceros, y trate al público con un respeto casi asombroso. Se dio a conocer mundialmente con la estupenda y originalísima "Memento", luego regaló la inquietante y realista "Insomnia", a continuación puso sus ojos en el sombrío protector de Gotham, después se sacó de la chistera la sensacional "The Prestige" y ahora ha vuelto al encuentro de Batman con "El caballero oscuro". Con toda esta escasa pero contundente filmografía, lo menos bueno que se puede decir de Nolan es que es un director altamente recomendable. Sabe hacer cine, sabe contar historias y sabe cómo complacer a crítica y público con el mismo entusiasmo.¿Se puede pedir algo más? Sí. Que nunca deje de ser así.


* El reparto: Conjugar en una película a actores que, edad aparte, han demostrado solvente y reiteradamente que la interpretación es cuestión de talento y profesionalidad, es todo un logro. Si además estos actores no se pasean por una película de superhéroes con el único fin de aumentar su economía personal, es un milagro. Esto es lo que se puede decir, en términos generales, tanto del reparto de "El caballero oscuro" como de su predecesora. Michael Caine y Morgan Freeman han demostrado en innumerables films por qué son dos de los mejores actores que respiran. Gary Oldman es un camaleón: extraño, peculiar pero absolutamente creíble en todos sus papeles. Christian Bale es un actor con una profesionalidad demoledora. Heath Ledger, un diamante que ha muerto, para desgracia del séptimo arte. Aaron Eckhart, un profesional que hace de sus personajes secundarios amenazas constantes al carisma de los protagonistas, por la solvencia con que los encarna. Y Maggie Gyllenhaal, ha demostrado en esta película que una cosa es ser actriz y otra ser la mascota-complemento-distracción de un cretino otrora buen actor.
En cuanto a las interpretaciones de los personajes protagonistas, Batman y Joker, he de decir que es muy difícil encarnar con tanta credibilidad, humanidad, fragilidad, naturalidad y elegancia a un superhéroe como Batman y eso es justo lo que ha hecho magníficamente Christian Bale en las dos entregas de Nolan; y en lo referente a Heath Ledger, si bien no creo que su interpretación constituya un pasaporte para el Óscar, sí he de reconocer que su Joker es tan memorable como el ofrecido por Jack Nicholson pero infinitamente más inquietante: Demencial, psicopático, desquiciado, extravagante, repulsivo, ingenioso, perverso...y tan real que podría aparecer en cualquier telediario. En resumen, con un reparto así, se podría hacer una película sensacional sin necesidad de guión ni decorado.


* El guión-la historia: Estoy firmemente convencido de que Clint Eastwood y Chris Nolan son los mejores contadores de historias que ha deparado el cine de la última década. Bebiendo de los cómics creados en 1939 por Bob Kane y Bill Finger para DC Cómics, "El Caballero Oscuro" deja bien claro que si Shakespeare hubiera querido contar una historia de superhéroes, habría sido la de Batman, y si la hubiera filmado, habría sido esta película. Este film es, en esencia, un auténtico retablo de la naturaleza humana, en toda su gloria y vileza, en toda su luz y oscuridad. La fragilidad del ser humano expuesto al caos indomable de la existencia, la implacable necesidad de tener referentes de quien aprender y chivos expiatorios a quien culpar y la difícil y a veces trágica disyuntiva entre la voluntad y el deber, entre lo que hay que hacer y lo que quieres hacer son los tres pilares sobre los que descansa la historia que cuenta "El caballero oscuro". Más sombría, dramática y trágica que "Batman Begins", ahonda en la humanidad de Bruce Wayne, dejando bien claros cuáles son sus límites y principios, con y sin máscara. ¿Qué pasaría si por hacer lo que debes pierdes todo lo que quieres? ¿Qué pasaría si la seguridad construida en torno a decisiones correctas se disipa de una forma tan inesperada, contundente y fatal que todo aquello en lo que crees se tambalea peligrosamente? ¿Qué sacrificio exige ser quien tienes que ser? Estas y otras preguntas son las verdaderas rivales del trío protagonista de la historia: Bruce Wayne/Batman, James Gordon y Harvey Dent cuando la irrupción del caótico y letal Joker ponga patas arriba a Gotham y la vida personal y profesional de estos hombres. "El caballero oscuro" es una historia con más llanto que alegría, una donde las victorias duelen en el alma, una que forja a sangre y fuego leyendas, una que hace legendario a un Batman más héroe y humano que nunca.


* La música: Hans Zimmer firma la banda sonora de esta película, demostrando por qué es uno de los grandes compositores que tiene el cine de nuestro tiempo, junto al mítico John Williams. Gracias a él, Batman cuenta ya con una música tan reconocible como la de su colega Superman. Una banda sonora épica, elegante y trágica, reflejo exacto del film al que acompaña.


En resumen, anoche pude disfrutar de la segunda mejor adaptación cinematográfica de un cómic que he visto nunca (la primera fue "Batman Begins") y que me ha hecho dejar en el baúl de los recuerdos las entrañables versiones de Tim Burton (las de Joel Schumacher mejor ni hablamos...). Una excelente película de superhéroes y mejor film, en toda la extensión que brinda el séptimo arte. Muchas, muchas gracias, Nolan.

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