miércoles, 6 de julio de 2011

La cabeza del Bautista

¿Qué le viene a la cabeza si lee la palabra "SGAE"? Puede que nada...o puede que un campo semántico compartido con términos como "caradura", "jeta", "espabilado", "golfo", "pícaro", "descarado", "bribón", "granuja", "rufián", "tunante" o, a tenor de los últimos acontecimientos, "mangante".

Estos corsarios a sueldo del Estado, que ven paranoicamente a supuestos filibusteros a los que depredar hasta debajo de las piedras (les ha faltado poco para empezar a cobrar a quien tararee una canción) y que han contribuido decisivamente a que la piratería deje de ser un problema para convertirse en una práctica aceptada socialmente, están pasando por unos momentos muy delicados. Cosa de la que me alegro. Y no es que me congratule de que la SGAE, como institución, esté en la diana, sino de que hayan quedado en evidencia pública y notoria parte de su bochornosa cúpula directiva, que, parece, y digo parece, que son, presuntamente, peores piratas que aquellos a quienes han hostigado estos años.

Ha tenido que ser la "Operación Saga" (esto sí que es un "triunfo" de operación y no la de Gestmusic) la que haya tornado a parte de sus dirigentes en presuntos delicuentes. No sé por qué, pero ahora se me viene a la mente una frase marxiana que podrían suscribir buena parte de los inculpados: "Partiendo de la nada, alcancé las más altas cimas de la miseria". Con semejantes hijos de Monipodio, era cuestión de tiempo que alguien encontrara pruebas fehacientes para calificarles como "sinvergüenzas". Ya sólo queda que la Justicia ponga la guinda...

Por lo demás, con tanto agravio y abuso cometido y/o alentado por las SGAE en los últimos años (ahí están las hemerotecas para recordar disparates y rapiñas varias), es lógico que buena parte de la sociedad española presencie con agrado este escarnio y aplauda, aunque sea en la intimidad, el paseo por la picota de estos presuntos inocentes.

De todos modos, tampoco espero que ni la popularidad ni el "modus operandi" de la SGAE cambie en los tiempos venideros, habida cuenta de que en los comicios del 30 de junio triunfó la candidatura leal a los hoy enchironables o enchironados y que tiene como rostros más visibles a los que ayer emitieron un comunicado para renegar con la boca pequeña y mantener una sospechosa actitud de "precaución". Y es que la SGAE cuenta desde hace días como nuevos dirigentes a artistas de prestigio indudable como Caco Senante, autor de ese hit internacional titulado "Mojo Picón" y que debería cambiarse el nombre artístico por la que está cayendo, y ejemplos de coherencia como cierto asturiano que pasó de cantar a Franco ("Un gran hombre") a escribir la letra de una canción para "La Pasionaria"...

En fin, que mientras llega la esperada y deseable desinfección de la SGAE, yo, como Salomé (la de la Biblia, no la del vestido imposible) me limitaré a pedir la cabeza del Bautista (el rufián, no el profeta).

2 comentarios:

Juan Carlos dijo...

Partiendo de que hay que pagar a los que crean, el problema de la $GAE es que se han sentido dueños y señores del cotarro hasta el punto de tener en el ministerio de cultura a una de sus asociados. Y luego, ese ansia de captar dinero por representaciones de aficionados de obras de teatro cuyos autores murieron hace más de 75 años, de cobrar por la música de las fiestas de los pueblos, de cobrar por la música de las bodas, de cobrar por las tarjetas de memoria de las cámaras de foto, de cobrar por cantar en la ducha... Como hacienda pero en privado. Pero verás cómo cambian poco las cosas; de entrada Teddy sigue presidiendo la compañía con Caco de compañero.
Salu2

Anónimo dijo...

cuatro lineas finales llenas de ingenio.