Querido 2008:
Colócate los pañales, que sales a escena esta medianoche. Visto cómo se ha portado 2007, no tengo más remedio que reclamarte a ti las cuentas que tu antecesor te ha dejado pendiente. Así pues, ojito al parche, novato, que tengo muchas esperanzas puestas en ti. En lo personal, espero que estos próximos doce meses vengan cargados de salud, serenidad y suerte para mi familia y para mí; tampoco pido mucho, así que sólo tendrás que esforzarte un poco por solventar esa cuita. No te costará nada ponerte manos a la obra porque eres demasiado joven como para formar parte de ningún sindicato de esos que ansían vivir del aire y tocar las maracas a la gente que trabaja. Por lo demás, te rogaría hagas las gestiones oportunas para que yo tenga un contrato digno, aunque sea en otro trabajo, pero digno, porque el tártaro está muy bien como infierno mitológico y no como entorno laboral. Y si esto lo ves muy difícil, entonces concéntrate en que mi hermano sea dentro de un año la gran esperanza de la medicina patria que todos pensamos. Si con esto tampoco puedes, que te den por el almanaque.
Poniéndome estupendo o, mejor dicho, global, te exijo que seas un año a la altura de la mucha gente de bien que hace la vida más liviana, agradable y bonita. En ese sentido, por si andas escaso de ideas, aquí van unas cuantas: Que los políticos no nos provoquen vergüenza ajena; que la democracia deje de ser un cachondeo; que los jueces, fiscales y abogados españoles dejen de violar a la Justicia verdadera; que los maltratadores de personas o animales opten por bañarse en lava antes de hacer cualquier otra cosa; que los criminales paguen de verdad sus crímenes; que los asesinos y terroristas vean morir todo aquello que amen o por lo que luchen; que los afiliados a la mentira, la hipocresía y la demagogia sean víctimas de alguna verdad médica crónica; que los responsables de Recursos Humanos y empresas de trabajo temporal no sean unos lerdos o bellacos o al menos no se comporten como tales; que en la sociedad el mérito y el esfuerzo vuelvan a ocupar el lugar de privilegio y reconocimiento que se merecen; que los precios desciendan al mundo de los mortales; que los niños y jóvenes no sean una horda de analfamemos; que lo "políticamente correcto" deje de parecer "naturalmente gilipollesco"; que los defensores de cánones injustos huelan el hedor de su propia quiebra; que los artistas de pacotilla abandonen el victimismo y cambien de profesión (si es que saben); que quienes se lucran a costa del medio ambiente pierdan todo cuanto tienen o son merced a un desastre natural; que los inconscientes sean las únicas víctimas de su propia irresponsabilidad; que no haya nadie que abuse ni haga negocio con quien no se puede defender; o que todos los cabreos se queden en el felpudo de entrada a cualquier hogar.
Por último, te agradecería enormemente que mi Atleti ganara algo este año, que ya toca.
Creo que tampoco pido mucho, o, mejor dicho, te pido lo suficiente como para que tengas muchas posibilidades para contentarme.
¡Ánimo 2008, que tienes 365 días para desfacer muchos entuertos!
1 comentario:
Llego casi 8 meses tarde para hacer este comentario, pero estaba haciendo un vistazo generalizado y este me ha gustado particularmente, se ven claramente las expectativas con las que todos empezamos un nuevo año, cargado de ilusiones y nuevas esperanzas...
Solo decirte q espero q se te haya ido cumpliendo lo que tanto añorabas, al menos en el texto, que tu hermano este empezando a ser un grande de la medicina y tu tengas un trabajo mejor, en el que se reconozca tu esfuerzo.
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