lunes, 26 de noviembre de 2007

Fantástico cine, cine fantástico

Como es habitual en las fechas en las que nos encontramos, la cartelera presenta películas de corte fantástico. Hasta ahí, todo normal. Lo que es excepcional es la calidad de dos films que reportan una soberbia dosis de entretenimiento: "Stardust" y "Beowulf".

Respecto a la primera de ellas en estrenarse en estos lares, "Stardust", hay que decir que si juntas un argumento basado en una novela del magnífico y siempre brillante Neil Gaiman con un reparto que se permite el lujo de tener como secundarios a ilustres actores como Robert de Niro, Michelle Pfeiffer o Peter O'Toole, la película ya promete sobre el papel. En la pantalla, deslumbra. Una trama entretenida de principio a fin y poblada de múltiples y originales guiños a los tradicionales elenco e imaginario fantásticos, unas interpretaciones acertadísimas y algún momento francamente antológico (el "número" del Capitán Shakespeare, por ejemplo), hacen de esta película dirigida por Matthew Vaughn una apuesta segura para los amantes del cine familiar y/o fantástico. En definitiva, un excelente cuento para niños de todas las edades que no trata al espectador como tarado mental y que, por su originalidad, madurez y sentido del humor, cabría comparar con otra joya del género como es "La princesa prometida".

En cuanto a "Beowulf", basada en el primer poema épico anglosajón del que se tiene constancia, es una película que nos evoca el colosal mundo de los héroes clásicos (Teseo, Jasón, Perseo, Ulises, Hércules...) si bien se distancia de las gestas mitológicas de la Antigüedad por la época en la que se desarrolla (siglos V y VI D.C.) y el aroma shakespeariano que desprenden tanto su trama como los personajes. Realizada por ordenador (¿el salvador y prejubilador del cine actual?) y dirigida por un experto en cine de entretenimiento como Robert Zemeckis, con la colaboración en la sombra, nuevamente, de Neil Gaiman, la película cuenta como es lógico las hazañas de Beowulf, un héroe que alterna increíbles proezas con miserables y humanos errores. De esta forma, asistimos a su brillante batalla contra el repulsivo y letal Grendel de la misma manera que contemplamos su infidelidad o su gusto por mentiras nada piadosas en pos de la fama. Unos fallos que ya en su senectud el protagonista del poema y el film se encarga de remendar con una mortal y espectacular lucha por la redención. La película tiene un ritmo y una factura impecables, especialmente si nos fijamos en las asombrosas recreaciones de un crepuscular Anthony Hopkins o la diabólicamente seductora Angelina Jolie, y una puesta en escena apabullante por momentos pero muestra algunas imperfecciones (falta de expresividad en los rostros, cabellos que parecen pelucas...) hoy superadas por juegos de consola de última generación. Y es que al verla, uno tiene dudas de si está en el cine o bien en su casa delante de un televisor, mando de la Play en ristre. Lo único seguro antes, durante y después de ver "Beowulf" es que estamos ante una aventura que merece (y mucho) la pena ser "experimentada", por su inusual riqueza de matices dramáticos y el regusto clásico que deja al espectador. Por último, un reto: ¿algún valiente se atreve a vaticinar cómo continúa la historia tras la última escena de la película?...
En resumen, tanto "Stardust" como "Beowulf" son dos films de consumo familiar o individual, adscritos al género fantástico, cuya calidad y entretenimiento están muy por encima del resto de bodrios y memeces que desfilan y desfilarán por la cartelera en estas fechas tan entrañables y "naif". Fantástico cine este cine fantástico.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

559

No te mereces mi aplauso, sino mi llanto. No te mereces mi comprensión, sino mi apoyo. No te mereces el Cielo, sino que el Cielo te merece a ti. A ti, que has aguantado con letal silencio el desprecio a flor de piel. A ti, que has remendado los jirones de tu corazón en noches de gritos. A ti, que has agachado tu digna mirada mientras las promesas de una vida feliz se iban por el sumidero de una lágrima. A ti, que has sacrificado tu vida en los altares de quienes te quieren. A ti, que has hecho malabares con ilusiones ajenas y promesas quebradas. A ti, que siempre te has querido levantar de todas las caídas menos una. A ti, que olvidando la sangre has querido buscar en el abismo una luz a la que agarrarte. A ti, que por otros y por sueños has dejado que marquen tu cuerpo para herir tu alma. A ti, que has hecho del querer un arte de mártires y del aguantar una condena de inocentes. A ti, que nunca has querido ser noticia hasta que te convirtieron titulares. A ti, que hasta que fue tarde no viste al diablo vestido de hombre. A ti, que buscaste el amor en el nombre equivocado. A ti, que por perseverar en la bondad o la sumisión inmerecidas te han arrancado el aliento. A ti, que has muerto a manos de por quien habrías dado, alguna y mil malditas veces, tu vida. Renuncia ya a tu oceánico silencio, tu fútil compasión, tu mortal altruismo, tus infinitas oportunidades y tu corazón de oro, y descansa, descansa en paz.

(Este artículo ha sido publicado también el 23 de noviembre en www.elmundo.es, en la sección de Ciudadano M, recibiendo más críticas que adhesiones en los comentarios suscitados)

lunes, 19 de noviembre de 2007

Tarados del mundo, uníos

Un chaval supuestamente antifascista fue asesinado la semana pasada por una bestia parda de ideología neonazi. Eso es lo único objetivo y lo demás es maquillaje. Me da igual quién empezó o si el chico era o no de esa ideología. Un asesinato es un asesinato y ni el cadáver ni el culpable van a cambiar de status. El resto son meras elucubraciones sobre si antes fue el huevo o la gallina. En resumen, una salvajada, menuda lástima, una auténtica pena y añádanle detrás todo el etc políticamente correcto y convencional que se suele expresar en estos casos.

De todos modos, a mí la vida o privación de ella de alguien perteneciente a un grupo ultra (sea de derechas, izquierdas o mancas), me da absolutamente igual. Así de claro. ¿Por qué? Pues porque la sociedad no pierde ni gana nada bueno con la presencia o ausencia de estos engendros neuronales y energúmenos de vocación; porque lo único bueno para lo que servirían (y habría que ver caso por caso) estos sujetos sería como donantes de órganos;y porque las ideologías (si es que estos mentecatos son capaces de tener en sus cabezas algo parecido a ideas) de las que hacen gala son ridículamente anacrónicas. Lo suyo es necrofilia intelectual, pero en su vertiente sádico-demagógica. Así pues, para mí, la muerte de un "skin", "red skin", "sharp", "antifascista" o "vándalo anónimo" cotiza tanto como el polvo. Formar parte de un grupo "ultra" o "violento" significa apuntarte conscientemente al club de "Dar o que te den", del que forman parte manadas de jóvenes de inteligencia y educación más que cuestionable y, en el que otras cosas, se organizan actividades tan interesantes como destrozo del mobiliario urbano y visitas a urgencias, comisarías o camposantos. Ellos eligen tirar sus vidas a la basura y las neuronas por la borda. Así que ¿me tiene que importar lo que le pase a gente así? Pues, más bien, poco...¿Que da pena que exista de este tipo y protagonicen sucesos como el arriba citado? Claro, pero mientras se zurren o destruyan entre ellos, me seguirán importando un bledo. Si pasan a atacar a gente normal y decente, entonces ya lo único que me importa es restablecer la cadena perpetua o el linchamiento público. Y, entre tanto, que se aniquilen mutuamente lo que quieran, que eso que ganamos en higiene social y a más oxígeno tocamos todos.

Por último, una aclaración para el batallón mediático-opinativo que, demagogia en ristre, pretende presentar a los grupos "nazis" o de "ultraderecha" como las legiones avernales y a los "antinazis", "antifachas" o "pintas anónimos" como repartidores de margaritas y pasquines pacifistas: Queridos míos, todos esos grupos maman la misma leche del odio y la sinrazón, aunque de distintas ubres. Todos hacen las mismas deleznables cosas, aunque se buscan excusas antagónicas. Aquí no hay "buenos" y "malos", sólo "peores". El rapado y el "okupa", el facha y el comunista, el "antiuno" y el "antiotro" son diferentes partes de la misma hez. Y quien no lo quiera ver así, es cómplice de la estulticia letal que late en estas hordas crecidas al amparo de la complacencia democrática, ese régimen tan fetén que permite a algún pseudohumano gritar algo parecido a "¡Tarados del mundo, uníos!"

lunes, 12 de noviembre de 2007

El Rey de la selva

Ni Tarzán ni Simba. El nuevo Rey de la selva se llama Juan Carlos. Sabida es mi escasa simpatía o veneración por la institución monárquica en general y la dinastía borbónica en particular, pero lo que hizo Juan Carlos I en la clausura de de la XVII Cumbre Iberoamericana es para quitarse el sombrero, atronarle los oídos con "olés" y hacerle la ola. Tan es así que es la primera vez que me siento orgulloso de este monarca: ni aburrió con un discurso ni resultó un cómico de saldo, sino que se mostró y defendió como el más español de los españoles, que es lo que debería ser cualquier rey que se asiente en el trono patrio. Incluso el sorprendente capote del señor POE a su amantísimo Aznar quedó oscurecido por cuatro palabras regias como cuatro palacios: "¿Por qué no te callas?". ¿Cómo se llegó a esta sorprendente escena? Pues bien, hacia la coronación de Juan Carlos como rey de la selva (pues eso es por desgracia cualquier cumbre iberoamericana con tanto mono, serpiente, cacatúa y gorila), hay tres pasos:

  1. Iberoamérica: Es el lugar al cual van las democracias cuando mueren. Allí a la democracia hace varias décadas que se le espera en la mayoría de los países y es que sus políticos entienden más de Vito Corleone que de Maquiavelo y de Tirano Banderas que de Pericles. Y no debe salvarse nadie, porque tanto los electos como los "impuestos" son de la misma calaña, aunque con algunos matices. Si hubiera alguien mejor, sin duda que el pueblo lo eligiría (o eso quiero pensar), pero no lo hay: El ejemplo idóneo de ello es la pléyade de siniestros anormales que han estado o están a los mandos de naciones de aquellas latitudes, países a los que primero drogan y después violan, forjando la miseria de su futuro. Fidel, Ortega, Toledo, Hugo, Evo...son los nombres más recientes de estas verdaderas bombas de hidrógeno contra la democracia y también los principales socios latinoamericanos del Gobierno del señor POE, que es el otro quid de la cuestión.
  2. Asuntos exteriores, vergüenzas interiores: Uno al ver a Miguel Ángel Moratinos, Ministro de Asuntos Exteriores, duda si esa cara de sutil satisfacción responde a la presencia de un cuerpo extraño en su zona rectal o bien al consumo de alguna hierba regalo de sus amigos latinos o marroquíes. Pero soy de los que piensan que lo importante no es el físico, sino lo que llevas dentro (de la sesera)...y ahí viene lo malo con este señor. Esta patata rosa que dirige tortuosamente los caminos de España allende sus fronteras debe tener a las neuronas jugando al arkanoid unas contra otras porque a la vista de sus acertadísimas alianzas diplomáticas internacionales (si se mira la agenda de colegas de farras internacionales de Moratinos uno puede confundirla con un registro de enemigos de las libertades y la inteligencia) tengo la firme corazonada de que este simpático ser de voz eclesial tiene un cerebro en el cual, en el lugar donde deberían estar las brillantes ideas, hay lozanos efebos y enormes bananas. Y, hablando de eso, he de reconocerle a la rosada patata una habilidad magistral como diplomático: tiene unas enormes tragaderas. Se las meten dobladas constante y repetidamente y el tío ni suda. Para eso hay que valer. La última muestra es la nula reacción diplomática de España después de la última memez del Castro del siglo XXI.
  3. Hugo Chávez: Es en sí mismo la mejor prueba de lo peligroso que puede ser para la democracia que un militar se asiente en el poder y lo letal para el devenir de un país que su Jefe de Estado sea comunista y encima populista, como es este mentecato escapado de algún zoológico. Hay madres que deberían pensarse seriamente exigir el preservativo a sus parejas hasta el fin de sus días si, por no usarlo, te salen bellacos gorilescos como este deleznable mamarracho. Más que votos y vítores, este individuo lo que se merece es que le tiren cacahuetes, plátanos o desde un décimo.

Y así llegamos a la clausura de de la XVII Cumbre Iberoamericana, cuando un sujeto que entiende tanto de libertad y derechos humanos como de la teoría de las cuerdas se permite el lujo de vomitar insultos contra las empresas españolas y un presidente elegido democráticamente por una población mucho más sensata y respetuosa que la que mora en Venezuela. Tanto se pasó de la raya el fantoche del país de los culebrones que hasta el señor POE salió al quite de Aznar (ni en sus peores pesadillas habría imaginado tener que hacer eso)...y tanto se siguió pasando que al Rey se le hincharon las coronas y dejó una escena breve pero antológica para las hemerotecas y el orgullo de los españoles. Me sentí tan contento de ver esa reacción de Juan Carlos I como de un triunfo de mis adorados Fernando Alonso o la selección de baloncesto. ¡Viva la madre que te alumbró, JC!


Después del incidente, el demencial Chávez sigue con su viscosa y venenosa verborrea, la patata rosa está mirando para otro lado y el señor POE mirando a Moratinos. Y el Rey, en un prudente y sensato silencio. Cuando uno hace algo tan noble, espontáneo y contundente, añadir cualquier palabra sería estropearlo. Hay Jefes de Estado que, de vez en cuando, se merecen un aplauso y otros, casi a diario, un magnicidio. ¡Pistolas y bananas para Venezuela ya!

lunes, 5 de noviembre de 2007

La gota y el océano

El pasado 31 de octubre se hizo pública la sentencia del juicio del 11-M. Una sentencia contundente tanto para hablar de las luces como de las sombras, para señalar lo que está claro y lo que no. Un fallo que, sorprendentemente, contenta a casi todos y casi todos valoran de distinta forma. Tan es así que a buen seguro unos y otros la utilizarán como arma arrojadiza. Como la sentencia y la repercusión son por todos conocidas a estas alturas, me limitaré a escribir mis impresiones:
  1. Independientemente del anuncio del fallo de Javier Gómez Bermúdez, mi opinión de la Justicia en general y la española en particular es que es tan digna de elogio y fiable como un vaticinio de Paco Porras. Y después de la sentencia, tengo exactamente la misma opinión. ¿Por qué? Bueno, porque por un juez serio sin alma de vedette que aparece en las noticias por primera vez en casi 28 años no voy a decir que la Justicia es maravillosa. Antes bien, podré decir que he encontrado la excepción que confirma la regla, ya que el recuerdo de cierto juez con notoria miopía física y neuro-intelectual y de una fiscal con una probabilidad de acierto sólo igualada por una escopeta de feria no está tan lejano en la memoria y no hablemos ya de cierta gran ave zancuda de la familia Ardeidae...

  2. ¿Qué me parece la sentencia? Que hace justicia a toda la información que ha recibido el Tribunal. Ni más ni menos. Todo lo demás, por suerte o por desgracia, son castillos en el aire.

  3. ¿Quién está detrás del 11-M? Pues parece claro que ni ETA (para desilusión Poppular) ni Iraq ni Al Qaeda ni ningún representante del PP (para chasco socialista, prisaico, manjonil, panca-artístico y demagógico). Toma castaña. Eso sí, cabezas de turco (perdón, magrebí), todos los que quieras. Con este panorama, yo sólo me puedo inclinar por culpar de todo esto a...el mayordomo. Qué le voy a hacer, me encanta la novela negra y juego de vez en cuando al Cluedo.

  4. ¿Qué me parece la labor de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad? Que algo huele a podrido y no precisamente en Dinamarca. Debe ser que ahora que la política es un todo-a-un-euro y al Ejército lo venden como ONG repartidora de flores y muñecos antiestrés, la Policía debe tener como manual de referencia un tebeo de "Mortadelo y Filemón" y los espías promocionan antes si parecen "Anacleto, agente secreto", y es que prefiero pensar que la actuación policial (y meto en este saco a la Policía Nacional, Guardia Civil y CNI) respecto a lo del 11-M (antes, durante y después) obedece a la necedad y chapucerismo patrio y no a una inteligencia o una consciencia, aunque, fuera por lo que fuera, da verdadera vergüenza comprobar cuánto inepto, chulo y mentecato hay con placa y uniforme.

  5. ¿De qué ha servido el 11-M? Pues para que un partido perdiera unas elecciones que tenía ganadas, que un cretino descomunal ascendiera a la Presidencia del Gobierno y para que España tenga 191 motivos para exigir que nada de esto vuelva a ocurrir.

  6. ¿Se ha sabido la verdad del 11-M? Sí. ¿Se ha sabido toda la verdad? No. Y la sentencia es lo suficientemente elocuente a este respecto.

  7. ¿Qué es para mí el 11-M? Un "Pearl Harbor" que nuestra Historia no quería y una tragedia con tantas verdades como el asesinato de J.F.Kennedy.
En resumen, amarguras aparte, el mejor broche que se le puede poner al juicio del 11-M es la magnífica frase de Isaac Newton: "Lo que sabemos es una gota; lo que ignoramos es el océano". Más claro, agua.

Carta abierta a Javier Pérez de Albéniz (y cía)

Tenía pensado publicar este artículo antes de irme de puente, pero, una vez más, la realidad ha corrido más veloz y ha precipitado unos acontecimientos que afectan directamente al destinatario de esta carta abierta. Tanto por lo que deja entrever su último artículo como las noticias que circulan por la blogosfera, Javier Pérez de Albéniz ya no escribirá más su blog de ¿televisión? en El Mundo. Se confirme o no el "bloguicidio", era algo de esperar por dos razones: 1) No se puede utilizar casi sistemáticamente un blog ideado para la crítica televisiva como vehículo para plasmar filias y fobias personales de índole política, religiosa o social; y 2) Quizás una soberbia lección - que me apunto - para todo periodista y bloguero que se precie: No puedes ampararte en la libertad de prensa para atacar o herir sensibilidades de una forma cuando menos mezquina y gratuita (y menos en un medio con tanta difusión). La última de ellas fue comparar a un terrorista suicida con un mártir de la persecución religiosa. Si a esto unimos que el señor Pérez de Albéniz ha hecho gala de una sutil pero evidente oposición frontal a la línea editorial del periódico que le puso el blog en temas de gran trascendencia y una simpatía reiterada y nada escondida por medios de comunicación antagonistas, pues el resultado es más que previsible. No hay que ser ni hipócrita ni demagogo y sí honesto y consecuente y Javier Pérez de Albéniz no lo ha sido. "El Mundo" es quizás el medio de comunicación más plural que tenemos en España y por eso ofreció un blog a este señor. Y me parece un acierto, igual que me lo parece, aunque me duela como periodista y bloguero, que le cierren el chiringuito. Es cuestión de coherencia y paciencia. Si el bloguero pierde la una y su jefe la otra, lo normal es que ocurra esto. Hay medios sin duda mucho más acordes a las necesidades y la ideología del señor Pérez de Albéniz, una persona de ingenio y cultura innegables pero que ha preferido soterrar en favor de una demagogia demasiado hiriente y una enconada falta de respeto para muchos de los lectores que no le eran afines.


Dado que este tema es carne de cañón demagógico, habrá gente que ponga el grito en el cielo, obviando la envidiable (y extraña) pluralidad de opiniones que alberga El Mundo y las dictaduras monopensantes instaladas férreamente en otros medios, pero lo cierto es que la desaparición de la firma de Albéniz en la citada web era algo tan lógico como honesto. Por ello, en honor a la coherencia y desde el respeto, a continuación escribo la carta que tenía pensada publicar, dirigida al polémico bloguero y sus acólitos:



Para el señor Javier Pérez de Albéniz:
Ignoro bajo qué excusa o coartada conseguiste que te dieran un blog de crítica televisiva para poder hacer propaganda de tus filias y fobias políticas, intelectuales y personales, pero sin duda dice mucho de tu talento.
Ignoro cuáles son los motivos para faltar con tanta frecuencia y ofender con tanta soberbia a quienes no piensan como tú, pero sin duda dice mucho de tu educación.
Ignoro por qué tiendes a meter con calzador cualquier cuña política hables de lo que hables, pero sin duda dice mucho de tu pertinaz propensión a perder el norte del blog.
Ignoro por qué menosprecias con mal disimulada corrección y elegancia a quienes se molestan en leer tus artículos y en darte su opinión sobre ellos aunque dicha opinión o valoración no te gusten, pero dice mucho de tu forma de ser y pensar.
Ignoro por qué con el talento y cultura que tienes, optar por mostrarte como un tuerto intelectual y un demagogo de primer orden, pero dice mucho de tu integridad profesional.
Ignoro por qué muchos de tus comentarios sobre temas ajenos a la televisión o sobre determinados "foreros", los tornas en mofas que, cuando menos, pervierten la libertad de expresión de la que haces gala y ofenden la libertad de pensamiento de quienes atacas, pero dice mucho de tus valores democráticos.
Ignoro por qué eres así, pero quiero pensar que no es culpa ni responsabilidad de tus progenitores.



Para sus apóstoles:
Aplaudo vuestra vocación de "cla", vuestras ansias de erigiros en guardianes de la Verdad única, vuestras pretensiones de ser los únicos capacitados para hablar de libertad y respeto, vuestras ganas de expedir arbitrariamente carnés de demócratas, pero no entiendo por qué os comportáis como una horda de hipócritas, demagogos, sectarios, faltos de tolerancia y, en muchos casos, de educación o cultura. Allá vosotros con vuestras risas y aplausos, porque con ellos despedís los valores que hacen grande a la democracia.


Desde la más distante educación y el contundente de los respetos.


Un saludo y suerte.