miércoles, 28 de noviembre de 2012

Que le den a Siria

Siria importa tres cojones. O, mejor dicho, sólo importa para rellenar huecos en noticias y tertulias. Así de sencillo. 

He dejado pasar unos días desde la última salvajada de allí de la que se ha tenido constancia aquí: la matanza de diez niños en una aldea utilizando las prohibidas y especialmente cabronas bombas de racimo. Y he dejado transcurrir ese tiempo para comprobar lo que ya casi es una obviedad: que ya no importa, que ya todo el mundo habla de otra cosa, que el interés tiene una esperanza de vida muy corta

Yo no voy a entrar ahora a valorar los criterios y "tempos" de la profesión periodística. Ni tampoco voy a detenerme demasiado en el conflicto sirio, eufemismo con el que se denomina a la masacre diaria liderada por un gobernante (eufemismo para denominar a un perfecto hijo de puta). Ya lo hice en otro artículo en febrero

Sólo diré dos cosas: La primera: por encima de la barbaridad del hecho en sí, me impactó profundamente que se difundieran explícitamente las durísimas imágenes de la matanza infantil. Igual que me ha chocado la facilidad con la que las hemos "encajado" y olvidado. Monstruosidad fast food. Esta sociedad tiene que hacérselo mirar. La segunda: si la nacionalidad de esos niños hubiera sido estadounidense, británica, alemana, francesa o rusa, hoy se seguiría hablando del tema y la comunidad internacional no se estaría tocando los genitales a dos manos. Hay muertos de primera, de segunda...de tercera y de regional.

La tragedia siria es que ese país no tiene ningún recurso energético rentable ni un emplazamiento geopolítico interesante para el Risk de las grandes potencias. Sólo tiene una población civil fácil de masacrar. De lo contrario, hace tiempo que alguien habría metido por el culo de Bashar Al-Assad la bandera norteamericana o de la OTAN o de la ONU, con asta y todo. Pero no. Siria importa entre nada y menos.

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

Es que no es lo mismo un terrenucho con uranio, hierro, carbón, petróleo, diamantes, coltán o alguna otra bagatela que sólo tengas a un hijoputa gobernando y desierto y oasis para cultivar. No, no lo es.
Me permitirás que te robe un poco la entrada.
Salu2