miércoles, 21 de diciembre de 2011

Queda un año para el fin del mundo (o tal vez no)

Decían anteayer los Mayas que, justo dentro de un año, se acabó lo que se daba, es decir, que la Humanidad escribirá el "Hasta aquí hemos llegado" o, dicho de otra forma, que viene el fin del mundo. Sobre este asunto, hay mucha controversia, así que mejor tomarse el finiquito maya con un poco de escepticismo y una pizca de curiosidad (para quien le interese, la revista Más Allá ha publicado un monográfico bastante interesante y sensato sobre este asunto). El problema está en que los mayas no fueron los únicos que vaticinaron que en 2012 todos celebraremos el último cumpleaños...De momento, la NASA dijo ayer mismo que de eso nada. Así las cosas, lo único seguro es quedan doce meses para ciscarnos en los Mayas y demás agoreros, tengan o no razón.

No obstante, a propósito de estas funestas profecías, tengo tres reflexiones:
  • Lo demencial no es creer estos augurios sino haber creado (o contribuido a ello) un panorama global (político, social, ecológico, ético...) que dé fácilmente pábulo a estos siniestros vaticinios.
  • La humanidad ha avanzado tanto que ha dejado olvidado por el camino aquello de "Memento mori".
  • El miedo es un arma de motivación masiva. O, utilizando el refranero, seguimos acordándonos de Santa Bárbara cuando truena (lamentablemente).
Y para terminar, me gustaría proponerte a ti que estás leyendo esto, las siguientes preguntas: ¿Crees en las profecías? ¿Piensas que, visto cómo está el patio en el planeta, tenemos el mismo futuro que Belén Esteban en la RAE? ¿Qué harías si te quedara sólo un año de vida?

Yo, respecto a la última cuestión, lo tengo claro: Hacer caso a este genial anuncio y no dejar que nada me quite mi manera de disfrutar de la vida.

2 comentarios:

Carmen dijo...

Es imposible que se acabe el mundo tan pronto: todavía los bancos tienen mucha hipoteca que robarme...

Biquiños, Javi, y felices fiestas!

Juan Carlos dijo...

las profecías apocalípticas están a la orden del día desde que el primer homo habilis levantó la vista al cielo. Lo raro es la cantidad de gente que sigue estas premoniciones y se las creen a pies juntillas.
¡FELIZ NAVIDAD!